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La restauración de fotografías se suma al elenco de cursos de Santa María La restauración de fotografías se suma al elenco de cursos de Santa María
Los participantes, en los talleres de Albarracín durante una de las clases realizadas en el marco del Curso de Restauración de Fotografía

La restauración de fotografías se suma al elenco de cursos de Santa María

La formación es casi inexistente en España mientras la demanda aumenta
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Cruz Aguilar

Desde negativos sobre vidrio a fotografías impresas modernas, todos los materiales utilizados para la reproducción de imágenes están pasando estos días por los talleres de la Fundación Santa María de Albarracín, donde un total de diez restauradores se forman en la recuperación de fotos de diferentes épocas y hechas a partir de materias primas diversas.

La relevancia que ha adquirido en los últimos años la fotografía como arte hace que el interés por su conservación y la recuperación de las piezas dañadas vaya en aumento. Por eso, la Fundación Santa María de Albarracín ha incluido esta temática en su formación en materia de restauración y la prueba del interés que despierta es que se han recibido en torno a 50 solicitudes para las 10 plazas disponibles.

En España apenas hay oferta formativa en la actualidad específica para fotografía, aunque a nivel internacional sí hay cursos monográficos. La profesora que está al frente de la actividad de Albarracín y que también es docente del grado de Conservación y Restauración de la Universidad Complutense de Madrid, Mireya Arenas, explica que las clases se han centrando en la identificación de diferentes procesos fotográficos y en la intervención de algunas fotografías, tanto en soporte papel como impresas. Los alumnos han aprendido también a realizar protectores para el almacenamiento tanto para los negativos de vidrio como para las propias fotografías.

Entre las obras que han restaurado está el álbum histórico fotográfico de paisajes de Albarracín de Francisco López Segura, realizado a mediados del siglo pasado. “Está en bastante buen estado de conservación”, apunta la docente, quien añade que, no obstante, el soporte secundario al que están adheridas es un cartón “de muy mala calidad”, aunque se ha respetado porque tiene los títulos manuscritos. Lo que están haciendo es eliminar el adhesivo de aquellas imágenes que están separadas del soporte para volver a colocar otro pero con un material de barrera que evite que el ácido esté en contacto con la imagen.

Además, para la separación de las fotos del álbum hay un papel glasine, como encerado, para separar las fotos, pero está “totalmente amarillento y ha dejado de cumplir su función”. Por eso, se va a encapsular y aislar de las fotografías. A todos esos daños se suman otras imágenes que están separadas del resto y para ellas se han confeccionado unas fundas con el fin de garantizar su conservación. Los alumnos han elaborado además unos mapas para identificar las imágenes, sustituyendo así los post it que había en algunas y evitando que el adhesivo dañe la emulsión del papel.

Arenas destacó las importantes diferencias que hay en las fotografías en función de la época histórica a la que pertenecen, desde los negativos de vidrio hasta las modernas impresiones en papel, pasando por las copias fotográficas a partir de clichés. “El proceso de manufactura es diferente”, dice la docente, quien reconoce que hay multitud de materiales y una gama enorme de papeles e incluso otros materiales que se han utilizado como soporte fotográfico, como madera, aluminio o piedra.

“La evolución de la fotografía ha cambiado de manera vertiginosa y en muy poco tiempo. Sigue siendo una disciplina joven que queda mucho por avanzar”, argumenta.

Y lo que sí que hay es mucha demanda para recuperar fotografías, tanto por parte de los archivos que quieren conservar colecciones antiguas como desde los museos, que adquieren obras de arte fotográficas y, como muchas veces están sobre materiales industriales, en poco tiempo presentan alteraciones visibles, relata Mireya Arenas.

El curso de fotografía se extenderá hasta el Seminario de Fotografía y Periodismo que dirigen Gervasio Sánchez y Sandra Balsells en Albarracín y la docente Mireya Arenas dará allí unas nociones para que los autores puedan mejorar la conservación de sus trabajos. Además, también destacará la labor del conservador-restaurador con el fin de que los propios artistas se familiaricen con esta labor fundamental.
 

Una de las restauradoras, trabajando sobre una imagen