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Las primeras bandadas de grullas llegan puntuales a la laguna de Gallocanta Las primeras bandadas de grullas llegan puntuales a la laguna de Gallocanta
Algunas de las grullas vistas el día 12 de octubre en la laguna de Gallocanta, entre las provincias de Teruel y Zaragoza-. Oficina Turismo de Gallocanta @cigallocanta

Las primeras bandadas de grullas llegan puntuales a la laguna de Gallocanta

El día del Pilar se avistaron una veintena de aves y ayer pasaron por la zona en torno a 60
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Cruz Aguilar

Las primeras grullas llegaron puntuales el pasado lunes, día del Pilar, a Gallocanta. Es habitual que estas aves migratorias empiecen a verse durante estas fechas por el entorno de la Laguna de Gallocanta, aunque la primera bandada, compuesta por una veintena de aves, ni siquiera paró en el humedal y, con el viento a favor, siguió su camino hacia el sur, al igual que hicieron otros grupos que se observaron en la zona. Ayer hubo un mayor número de grullas, hasta un total de 60 ya en las primeras horas del día.

El lunes se avistaron en torno a una veintena y, “aunque hicieron amago de quedarse, no llegaron ni a parar, estuvieron dando vueltas encima de la laguna y se fueron”, explica Antonio Torrijo, que es miembro de la Asociación Amigos de Gallocanta y uno de los aficionados que colabora en la realización de los censos semanales. Torrijo comenta que algunas horas después fue vista una bandada con similar número de ejemplares en Navalvillar de Pela, al norte de Badajoz, situado a 350 kilómetros de Gallocanta por lo que posiblemente fueran las mismas ya que viajan a una media de 50 kilómetros por hora. 

Estas aves migratorias inician ahora el viaje desde los países del norte de Europa hacia el sur para pasar el invierno en el norte de África, Extremadura o incluso en los humedales turolenses. Las aves huyen principalmente de la nieve, que cubre los campos en los que ellas se alimentan. Torrijo matiza que es posible que en los próximos días se vean ya muchas grullas, aunque sea de paso, porque el viento les es favorable y eso propicia que viajen. 

Sin embargo, no siempre que pasan paran en tierras aragonesas, como ocurrió en la primera jornada de avistamiento, ya que “si hace viento del norte suelen seguir porque les va empujando”, relata el aficionado a la ornitología.

En la laguna de Gallocanta hay grullas desde el Pilar hasta San José, aunque el grueso suele llegar a finales de octubre o principios de noviembre. “A finales de este mes ya será posible ver grupos de 20.000 aves”, relata Antonio Torrijo. 

Se da la circunstancia de que el vaso contiene este año más agua que en los últimos 30 años por lo que, como explica la guía del Centro de Interpretación de la Laguna de Gallocanta en Bello, Carmina Franco, es la primera vez que llegan al humedal un número tan alto de aves y hay tanta agua.

Los aficionados a la ornitología no saben cómo puede afectar el hecho de que el vaso esté tan lleno aunque Carmina Franco especifica que las grullas suelen preferir meterse en el interior de la laguna para sentirse más seguras, algo que, posiblemente, este año no puedan hacer a causa de lo llena que está.

El año pasado en la jornada que más grullas se vieron fueron alrededor de 50.000. Las grullas tienen comportamientos fijos y siempre pasan el invierno fuera del norte de Europa, donde regresan en la primavera porque allí tienen sus criaderos. 

Aunque las de los dos días anteriores no han parado, muchas sí lo hacen e incluso las hay que ya no se mueven en todo el otoño ni durante el invierno. En este sentido, Antonio Torrijo especifica que hay algunos ejemplares de los que están anillados “que no han llegado nunca a Extremadura” mientras que también los hay que, tras varios años pasando los meses fríos en Gallocanta deciden continuar el camino hacia el sur. Todo depende “de la comida que encuentren, del tiempo que hace y de los propios individuos”, enumera Torrijo. Lo que sí emprenden cada año es el regreso hacia el norte de Europa para construir allí su nido.

Por otro lado, la Fiesta de Bienvenida de las Grullas tendrá lugar el próximo día 7 de septiembre. Se ha preparado un programa adaptado a la situación que, según indicó Antonio Torrijo, que es miembro de la Asociación Amigos de Gallocanta, será totalmente en espacios exteriores y con aforo reducido.

Visitas guiadas dirigidas sobre todo al público familiar

El Centro de Interpretación de la Laguna de Gallocanta en Bello inicia ahora su temporada alta y lo hace con la necesidad de cambiar algunos protocolos debido al Covid-19. Para empezar, y como explica su responsable, Carmina Franco, las visitas de escolares, que en anteriores años se hacían a diario, caerán previsiblemente en picado. Por eso, quieren potenciar la realización de visitas guiadas para las familias y llevarlas a cabo también entre semana, ya que hasta ahora estaban limitadas al fin de semana. “Aunque hay muchas cosas aún por definir y las visitas seguramente serán más cortas, el servicio lo daremos”, especificó la guía. Precisamente esa falta de público escolar –durante el paso de las grullas atendían a un autobús cada día– es en lo que más se va a notar la situación de pandemia sanitaria. Carmina Franco especificó que las visitas, al aire libre para ver a las aves, serán en grupos reducidos.