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Laura Monforte y Estíbaliz Mena, maestras del CRA Alto Maestrazgo: “Conocer nuevas realidades educativas es enriquecedor y amplía perspectivas” Laura Monforte y Estíbaliz Mena, maestras del CRA Alto Maestrazgo: “Conocer nuevas realidades educativas es enriquecedor y amplía perspectivas”
Estíbaliz Mena, Nina Rosenkilde y Laura Monforte posan en Nordborg, Dinamarca

Laura Monforte y Estíbaliz Mena, maestras del CRA Alto Maestrazgo: “Conocer nuevas realidades educativas es enriquecedor y amplía perspectivas”

Las dos docentes realizaron una estancia de formación en Dinamarca con el proyecto Erasmus
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Laura Monforte, directora del CRA Alto Maestrazgo y maestra de inglés, y Estíbaliz Mena, maestra de Música y Coordinadora de Formación del Colegio de Mosqueruela, estuvieron a principios de abril en Nordborg, Dinamarca, participando en una estancia de formación gracias al proyecto Erasmus KA101.

-¿Qué les llevó a participar en el programa Erasmus?

-Estíbaliz: En mi caso, Estefanía Monforte, asesora de formación del CIFE, me propuso participar en el consorcio con el CRA Alto Maestrazgo y el SIES, ya que están en la misma zona y es el mismo medio, con la idea de intentar buscar algún centro extranjero en el que pudiéramos tomar ideas para poder trabajar de alguna forma más innovadora. Yo lo que tenía claro era que quería observar, porque desde mi punto de vista cursos de formación en España hay muy buenos, pero me apetecía ver cómo trabajan en los países del norte, que tienen tan buenos resultados, para poder aplicarlo nosotros.

Laura: En mi caso, siempre he estado interesada en conocer otras realidades educativas que pudieran enriquecer mi práctica docente y, ahora que además formo parte del equipo directivo, uno de nuestros objetivos consiste en fomentar el establecimiento de vínculos con otros Centros Educativos tanto a nivel nacional como internacional que ayuden a mejorar la calidad educativa de nuestro CRA. Es por ello que cuando Estefanía nos propuso formar un consorcio con otros centros de la zona me pareció una magnífica oportunidad para iniciar un proyecto común con centros próximos que nos permitiera conocer otras realidades educativas y establecer vínculos con centros educativos del norte de Europa.

-¿Qué les ha gustado y qué pueden aplicar luego aquí?

-L.: Nuestra movilidad ha consistido en visitar durante una semana un Centro Educativo de Dinamarca: Nordals Skolen. Estuvimos toda la semana en el mismo colegio con una profesora, Nina Rosenkilde, que hace cuatro cursos empezó con el tema de integrar la naturaleza en los procesos de aprendizaje, es decir, con la enseñanza al aire libre.  En este sentido, pudimos formar parte activa de sus clases de ciencias sociales, naturales, inglés y danés. También asistimos a una clase outdoor, metodología en la que estoy muy interesada ya que nuestro centro está próximo a la naturaleza y trabajar de este modo tiene muchos efectos positivos tanto a nivel cognitivo como a nivel emocional y social. Para ello, la profesora primero trabajaba los contenidos en clase, preparaba al alumnado y posteriormente, realizaba actividades de refuerzo y consolidación en la naturaleza. También nos entrevistamos con la directora, con una asesora de lo que aquí sería el CIFE, con un maestro de Música y con otro de Educación Física. Nuestro objetivo era observar cómo desarrollaban las clases, la evaluación y cómo se organizaban las reuniones y la coordinación con los distintos sectores de la comunidad educativa a nivel de Centro.

E.: Respecto a las clases al aire libre, la profesora lo tenía todo muy bien organizado. Por ejemplo, el objetivo de la clase que observamos era que a través de una lectura de un texto aprendiesen vocabulario nuevo de inglés. Durante los días previos a la salida al monte realizaron la lectura y confeccionaron un juego de memoria con las palabras a aprender. 

Esa actividad preparada en clase, la llevaba al campo. Antes de salir les explicaba muy bien en qué iba a consistir la jornada, lo que tenían que hacer en cada momento, y la actividad curricular estaba integrada en el medio. Lo vi fácil de adaptar a nuestros centros. No obstante, ellos disponen de financiación por parte de la administración que hace posible que este tipo de actividades se puedan realizar semanalmente. Por ejemplo: el autobús lo facilita lo que llamaban el Comune, que entendimos que era como la Comarca. 

L.: Todos los juegos que hicieron en el monte implicaban actividad física así como trabajo cooperativo. En este sentido, sorprende cómo este modo de enfocar la enseñanza integra de manera natural y espontánea diversas metodologías activas y la mayoría de las claves que según la neurociencia potencian el aprendizaje: emoción, movimiento, oxigenación cerebral,…

-¿Está bien integrada en el currículum la enseñanza por proyectos?

-L.: En el  centro educativo que visitamos hay maestros que utilizan libros y otros que optan por el trabajo por proyectos. En este sentido, cabe destacar que el colegio tiene cuarenta profesores y tan solo cuatro trabajan por proyectos que conllevan clases al aire libre.

E.: Había algunas profesoras que mostraban su preocupación por que el alumnado que aprende de esa forma no asimilase bien todos los conocimientos, les daba miedo no acabar el temario.

-¿Y cómo son los niños? ¿Reciben bien este tipo de enseñanza?

-L.: Al igual como en nuestros centros, el alumnado es heterogéneo: hay alumnos con distintos ritmos de aprendizaje, con distintas necesidades, inmigración,… Desde el centro potencian mucho la autonomía, la responsabilidad y evitan la sobreprotección. 

E.: Cuando salen al monte lo hacen todo allí. Tienen una zona para hacer el fuego y son los niños los que lo encienden y se encargan de avivarlo, manejan las ollas, cortan los alimentos, etc. Depositan mucha confianza y responsabilidad en ellos. Es algo cultural, que viene trabajado ya desde casa.

L.: Al alumnado le encanta este tipo de enseñanza al aire libre ya que está en contacto con la naturaleza, los aprendizajes se realizan a través de actividades que implican movimiento, juego y trabajo en equipo. Aprenden de una manera más activa, social y espontánea. Además integran otro tipo de actividades como la cocina que no están directamente relacionadas con el currículo pero sí con su funcionalidad en la vida diaria.

E.: Una de las cosas que más nos llamó la atención es que los niños/as son traviesos y tienen sus cosas, como todos, sin embargo, el volumen era la mitad de lo que tenemos en nuestras aulas, incluso cuando trabajan en grupo no alzan la voz.

-¿Han visto aspectos de la enseñanza de allí que son viables aquí y que sí se podrían aplicar?

-E.; Sí. No siempre realizan las actividades al aire libre en el monte. Por ejemplo, en 3º estaban trabajando los insectos y simplemente saliendo al patio ya hacía actividades fuera del aula, en el mismo colegio. Sin embargo, hay otros aspectos como la evaluación que es muy diferente ya que en Dinamarca, en lo que sería primaria, no hay evaluación con notas, boletines y exámenes.

L.: El alumnado cumplimenta unos informes de autoevaluación al finalizar los dos primeros trimestres y explican a sus familias lo que han conseguido, en qué tienen que mejorar y qué van a hacer al respecto. En ellos evalúan aptitudes, conocimientos y otros aspectos curriculares. Es el propio alumnado el que se autoevalúa y el profesorado lo que hace es guiarlos.

E..: El trabajo diario de clase es lo que los profesores van evaluando, sin tener que hacerles luego una prueba específica. Al final del curso, los profesores no ponen una calificación numérica, solo reflejan si están adquiriendo habilidades y qué es lo que proponen para el curso siguiente.

L.: Al finalizar 2º, 4º, 6º grado hay unos exámenes nacionales que deben realizar sobre distintas áreas, dependiendo del nivel en el que están matriculados. El equipo directivo recibe un informe general sobre los aspectos en los que el alumnado del centro destaca y los que hay que mejorar.

-¿Y se mantiene ese tipo de metodología cuando pasan de Primaria a Secundaria?

-E.: En cuanto a las clases al aire libre, no realizan ya que es un proyecto que se está implantando progresivamente en el Centro. Respecto a la evaluación, en el equivalente a primero de ESO empiezan con los test y exámenes.

-¿Y la organización de las clases cómo es?

-L.: Las clases empiezan a las 8 de la mañana y la finalización depende del ciclo. El ciclo inicial (de Primero a Tercero) termina a las 14 horas, el ciclo medio (4º a 6º) a las 15 horas, y ciclo superior (séptimo a noveno) finaliza a las 16 horas. En este centro no hay comedor escolar, cada alumno/a lleva su propio tupper.

-E.: Hacen tres descansos: un de media hora, uno de tres cuartos para comer y otro de un cuarto de hora. Nina Rosenkilde, que fue a la profesora que estuvimos acompañando, en vez de hacer siete sesiones de 45 minutos, que son las que tienen en el horario, trata de agrupar por áreas y así no tiene tantas asignaturas diferentes en un mismo día.

-¿Y para la formación continua que apoyo tienen?

-L.: El tema de los CIFES me llamó la atención, ya que tienen como siete departamentos diferentes: uno de Ciencias, otro más educativo, otro de la Salud, otro de Creatividad, Matemáticas, Lingüística, etc., cada uno con un ámbito. Preparan actividades a lo largo del año y los colegios deciden cuáles quieren realizar. En cada centro no hay un solo coordinador de formación, sino siete, uno para cada área, con lo que la formación está mejor planteada.

-¿Recomendarían la experiencia?

-L.: Sí, es una experiencia muy enriquecedora ya que poder observar nuevas realidades educativas amplía nuestra perspectiva. Además, se establecen vínculos con muchos profesionales de la educación con los que plantear proyectos en un futuro. Nos plantearon la posibilidad de viajar con el alumnado.  Sería una gran oportunidad para conocer otra cultura y percibir la funcionalidad de aprender inglés en el colegio.