Los Greim de Aragón se preparan para la campaña de verano en la provincia de Teruel

En la montaña, la figura del ángel de la guarda viste de verde y lleva en la ropa las siglas del Greim. El Grupo de Rescate e Intervención en Montaña de la Guardia Civil llega cuando las cosas se tuercen y su presencia significa que todo va a ir a mejor. Para poder actuar con todas las garantías, tanto para los accidentados como para los propios agentes del cuerpo, cada mes se desarrollan sesiones de formación y cada semestre se llevan a cabo unas prácticas de varios días en las que poder refrescar los conocimientos que ya se tenían y mejorar las habilidades o conocer nuevas técnicas para ser más eficaces y, sobre todo, seguros. Teruel ha sido el epicentro de las manobras correspondientes a la temporada de verano en la que los cerca de 90 agentes del Greim de todo Aragón han actualizado sus capacidades en dos grupos a lo largo de dos semanas.

El plan de formación estival consta de cinco jornadas repartidas en dos turnos, de forma que la mitad de los agentes del Grupo de Rescate e Intervención en Montaña participan en uno y la otra mitad, en el siguiente de forma que el servicio siempre esté atendido en toda la comunidad autónoma.

“Nosotros hacemos dos planes anuales, el Estival y el Invernal, y ahora estamos con el de la época de verano”, confirmó el capitán jefe del Área de Montaña de las unidades de Aragón y Navarra, José Manuel Mora.

Dentro de la programación de estas jornadas, los agentes realizaron prácticas de para el rescate de accidentados en pozos o simas utilizando un trípode para “extraerlo de la manera lo menos lesiva posible para él”, explicó el capitán Mora. El pasado jueves se practicaron en la sima de Valdecebro las maniobras de autorrescate en escalada, tanto si se escala de primero como de segundo en la cordada, y poder sacar de la pared al segundo escalador en autorrescate. La semana pasada, el grupo se desplazó a Montanejos, en Castellón, que está en su zona de actuación, para realizar socorros en grandes paredes mientras se realizan vías de varios largos. La última jornada de esta formación consistió en un simulacro de rescate en cuevas, que se realizó el viernes en el barranco de los Cocioles, en Manzanera.

Tanto la formación invernal como la estival se reparten en dos ciclos para que puedan participar en ellas todos los agentes del Greim de Aragón, que se reparten por mitades entre la primera y la segunda semana, con 45 guardias civiles en cada periodo.

“En cada plan de instrucción se parten las unidades al 50% para que puedan seguir ejecutando los rescates en sus unidades de destino”, confirmó el capitán.

Maniobras verticales

El jueves se trabajó en vertical, con los 45 agentes que participan en este segundo ciclo formativo colgados de sus arneses o asegurando a sus compañeros a pie de vía en la zona de escalada de la sima de Valdecebro, frecuentada por los aficionados de la capital. Allí se practicaron distintas maniobras para mejorar las maniobras necesarias en caso de tener que actuar en condiciones de autosocorro. “En función de quién tenga el accidente, pues hacemos una maniobra u otra. Accedemos hasta el escalador herido, lo asistimos y una vez que lo hemos asistido, con diferentes sistemas que empleamos para el autorrescate lo bajamos hasta la reunión. Una vez en la reunión, cuando está atendido y viendo el estado de salud que pueda tener el supuesto herido, valoramos si seguimos hacia abajo o qué hacemos con él”, explicó Mora.

Las sesiones de prácticas mantienen una estructura común para todos los Greim de España durante las tres primeras jornadas. “Hay una unidad especial que tenemos en la Jefatura de Montaña, que está ubicada en Jaca, en Huesca, que es la que ordena todos los planes de instrucción para toda España en los tres primeros días de plan de formación, para que sean los mismos para todo el territorio nacional porque los especialista van cambiando de unidad”, relató el capitán jefe del Área de Montaña de Aragón y Navarra. El contenido de los días restantes, después de haberse impartido la formación común, los decide el jefe de cada área, añadió Mora.

En esta ocasión, el escenario elegido por la Unidad fue la provincia de Teruel porque “tenemos la Comandancia y tenemos un Greim en Mora de Rubielos. Aquí se practican rescates, no solo por la unidad de Mora sino también que también puede participar el resto de Aragón”, añadió Mora, que concluyó que “quería personalmente que todo el mundo conociera la zona de Teruel” para reconocer, a continuación, que “es de las zonas quizás la que menos actividad tiene pero es importante que si pasa algo estemos preparados”.

Aunque el segundo turno no pudo realizar las prácticas de rescate con helicóptero al no poder desplazase la aeronave hasta Valdecebro, los participantes de la primera semana formativa sí que pudieron llevarlas a cabo y mejorar su manejo del sistema de amarre heliguaje Lezard, de la marca Petzl, que permite que el rescatador esté sujeto al cable de la grúa del aparato y, al tiempo, a la reunión sin que exista peligro para ninguno de los rescatadores ni para el accidentado.

El 061, dentro del operativo

Cuando se activa una alerta, es frecuente que sanitarios del 061 acompañen al equipo del Greim, sobre todo cuando el socorro se hace en helicóptero, que lleva una dotación de dos pilotos, dos guardias civiles y un sanitarios. “La mayoría de los rescates los hacemos en helicóptero. Cerca del 80% anual de los rescates son en helicóptero. En nuestro helicóptero siempre van dos pilotos, un componente del 061 y dos especialistas de aire. Es el rescate básico hay una alerta y llaman a la unidad se montan esas cinco personas”, explicó el capitán.

“El 061 hace las prácticas mensuales con nosotros, hace los planes de instrucción anuales con nosotros y estamos coordinados perfectamente”, explicó el capitán Mora, que explicó que, además, aportan formación en primeros auxilios para que los agentes puedan realizar una primera intervención su fuera necesario.

Al frente del equipo de sanitarios desplazado hasta la sima de Valdecebro la semana pasada estaba Nuria Gago, coordinadora de la Unidad de Rescate de Montaña del 061 Aragón.”Somos los sanitarios que acompañamos a la unidad aérea para los rescates de montaña de toda la comunidad. Nosotros participamos en sus formaciones, los planes de instrucción tanto estival como invernal para practicar todas las maniobras técnicas con ellos y también se hace una parte de formación sanitaria para que la formación es bidireccional y que podamos implementar las dos partes del rescate”, explicó Gago.

La sanitaria reconoció que en los casos de accidentes de escalada en los que el herido está colgado de una pared a vias decenas de metros sobre el suelo “la situación se complica muchísimo”, destacando “especialmente los rescates de pared, así como en cuevas, que son los medios más complejos de atender a una víctima porque no podemos realizar las mismas maniobras que podemos realizar en un terreno o el suelo”.

Aunque es frecuente que el sanitario acompañe al Greim en sus actuaciones, a veces ocurre que no hay médicos ni enfermeros suficientes y que los agentes tienen que acudir solos. Por eso, los propios sanitarios son los encargados de formar a sus compañeros para que “los agentes del Greim pueden asistir ellos a la víctima en primera instancia o incluso evacuarla a ellos con lo cual nosotros les damos las herramientas para que sepan hacer una primera asistencia a los diferentes pacientes”.

El jefe de equipo del Greim de Mora de Rubielos, Honorio Barba, explicó que los guardias civiles hacen “un soporte vital básico” ya que pueden presentarse “situaciones de vida o muerte (...) porque estamos en una situación en la que o actuamos nosotros o la persona se va a morir”. Para ello, además del material sanitario común, procuran cargar todo aquello que vayan a poder necesitar en cada caso. Uno de los equipos recurrentes que suelen acompañar a los agentes en sus salidas cuando no se cuenta con asistencia sanitaria es un desfibrilador.

“Nosotros tenemos que evacuar lo antes posible, pero cuando hay un riesgo de muerte como un paro cardiaco, un sangrado masivo, tenemos que actuar, siempre siguiendo un protocolo”, explicó el jefe del Greim de Mora de Rubielos.

Entre sus equipos, los Greim cuentan, por ejemplo, con distintos tipos de camilla para evacuar a heridos. Existen camillas específicas para el traslado en helicóptero, generalmente fabricadas en fibra de carbono para optimizar el ratio rigidez/peso, también hay modelos diseñados para la extracción de víctimas en cuevas, para ríos y barrancos e, incluso, otras de rescate en montaña más polivalentes construidas para ser porteadas por los propios agentes.

Entre los especialistas en montaña que participaron en los ejercicio de la semana pasada, el agente Iván Tuya, acudió con Balrog, un pastor belga Malinois de 14 meses adiestrado para la búsqueda de personas en eventos como aludes como a personas extraviadas en el bosque, por ejemplo, recogiendo setas. “Lo que más se sales a por personas que se han perdido”, explicó Tuya, que aunque en las maniobras no estaba programada ninguna actividad con la unidad canina no quiso separarse del que se ha convertido en su alter ego.

La práctica masiva de deportes en la montaña tras la pandemia ha disparado el número de accidentes

Desde que se levantó el confinamiento tras la pandemia de covid-19, muchos españoles descubrieron las actividades en el medio natural. El desembarco masivo de personas en la montaña, muchos de ellos sin la formación ni la preparación necesarias, ha disparado en estos años el número de avisos.

“Se ha incrementado muchísimo el número de rescates de senderistas”, dijo el capitán jefe del Área de Montaña de las unidades de Aragón y Navarra, José Manuel Mora, refiriéndose al “típico senderista que se embarca más de la cuenta” en recorridos para los que no está capacitado.

La proliferación de determinadas cadenas internacionales de tiendas de material deportivo ha popularizado la práctica de deportes de montaña, explicó el capitán. “Si antes venían 100 personas a la montaña, pues había 10 accidentes. Si ahora vienen 1.000, habrá 100”, razonó el capitán explicando que el aumento de avisos responde, principalmente, a que hay un número mayor de usuarios y achacó “el incremento de rescates a la cantidad de gente que sale al monte”.

“A partir de ahora, que ya viene el buen tiempo atendemos a muchísimos senderistas, porque en invierno hacemos mucho menos rescates aunque son rescates más gravosos para los accidentados porque son gente un poco más experta, pero ahora todo el mundo sale a la montaña y hay más accidentes.”

Otro colectivo que ha protagonizado recientemente titulares en prensa ha sido el de los corredores de montaña. “Van con material ligero. El problema es cuando pasa algo, que con ese material vas a entrar en hipotermia”, dijo Mora recomendando “ir un poco más prevenido”.