Síguenos
Los hermanos acusados de matar a su madre en Pozondón lo reconocen en el juicio Los hermanos acusados de matar a su madre en Pozondón lo reconocen en el juicio
La hermana acusada, Isabel Blasco

Los hermanos acusados de matar a su madre en Pozondón lo reconocen en el juicio

El hijo menor de la víctima asegura que asfixió a su madre, enferma de Alzheimer, con ceguera y movilidad reducida, porque se encontraba especialmente alterada y gritando
banner click 244 banner 244
banner click 236 banner 236

Los hermanos acusados de matar y emparedar a su madre en Pozondón, el 3 de marzo de 2017, y de seguir cobrando su pensión de viudedad durante los más de dos años que el cuerpo estuvo encerrado en un armario de su casa han reconocido este jueves los hechos en el juicio que se ha celebrado en la Audiencia Provincial de Teruel.

El hijo menor de la víctima, Pedro Blasco, ha confirmado ante las preguntas del Ministerio Fiscal que el día de los hechos asfixió a su madre, enferma de Alzheimer, con ceguera y movilidad reducida, porque esta se encontraba especialmente alterada y gritando, aún después de haberle suministrado cuatro pastillas de Dormidina.

Frente al jurado popular, Blasco ha reconocido que habitualmente era su hermana mayor, Isabel Blasco, quien se ocupaba de los cuidados de su madre y que, debido al mal carácter que su enfermedad le causaba, ya habían valorado con anterioridad quitarle la vida.

El fiscal, Benito Soriano, ha relatado que el 3 de marzo de 2017 ambos hermanos se pusieron “especialmente nerviosos” ante la actitud de su madre, por lo que Pedro Blasco le dijo a su hermana “lo voy a hacer”, y sobre las 23 horas subió a la habitación de la víctima y le puso una almohada en la cabeza hasta que dejó de respirar.

Pedro Blasco ha ratificado el relato asistiendo afirmativamente y el fiscal ha continuado explicando que Isabel se quedó en la planta baja hasta que su hermano le pidió ayuda para mover a su madre hasta el armario.

Días más tarde intentaron quemar el cuerpo porque estaba empezando a oler pero que, ante el riesgo de incendiar la vivienda, decidieron apagarlo y cubrir la puerta con cemento.

Isabel Blasco ha manifestado al fiscal estar de acuerdo con lo declarado por su hermano y ha reconocido su participación y arrepentimiento, aunque durante el trascurso del juicio se ha mostrado visiblemente afectada, llorando sobre la mesa y llegando a espetar en su última intervención: “yo no he hecho nada”.

Los diferentes testigos que han declarado en el juicio han confirmado la versión de los hechos y han recordado que fue el propio Pedro Blasco quien confesó lo sucedido el mismo día que la Guardia Civil fue a su casa para comprobar el estado de su madre, el 19 de junio de 2019, ante las sospechas de los vecinos.

También han declarado los peritos que se encargaron del levantamiento del cadáver, quienes han ratificado que la víctima se encontraba en el interior del armario, junto con otros objetos varios, y que el techo estaba negro, con indicios de que se había intentado prender fuego, tal y como ha reconocido el acusado.

Así, el Ministerio Fiscal ha solicitado 16 años de prisión para Pedro Blasco por asesinato con alevosía, ya que la víctima no se pudo defender, y 8 años para su hermana Isabel Blasco, como cómplice por omisión, al entender que no hizo nada para impedir el suceso, aún siendo plenamente consciente de lo que estaba sucediendo en la habitación de su madre.

Al tratarse de un juicio popular, el fiscal ha explicado al jurado que en este caso no se ha aplicado la premeditación porque, aunque los hermanos se habían planteado con anterioridad acabar con la vida de su madre, no lo hicieron premeditadamente, sino que fue un “arrebato” ante el nerviosismo que la víctima les produjo ese día, sin tener nada preparado.

Por otro lado, los hermanos están acusados de un delito de fraude al continuar cobrando la pensión de viudedad de su madre mientras estaba fallecida; una cantidad que ascendería a los 30.755 euros y que, por el momento, ha abonado Bankia al Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS), al no realizar el control de vivencia al que las entidades bancarias están obligadas, según ha expuesto la letrada de la administración pública.