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Los maestros debaten en el Mas Blanco  sobre ventajas y carencias de la escuela rural Los maestros debaten en el Mas Blanco  sobre ventajas y carencias de la escuela rural
Los docentes Estefanía Monforte (i), José Luis Castán, Teresa Delgado y Encarna Collado, el sábado en el Mas Blanco

Los maestros debaten en el Mas Blanco sobre ventajas y carencias de la escuela rural

En la mesa redonda se planteó que los niños de los pueblos son más respetuosos con el docente
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Cruz Aguilar

El respeto al maestro es mayor, en general, en las escuelas rurales que en las de la ciudad, sobre todo si se atiende a determinados barrios de las grandes urbes. Además, los niños que viven en pueblos tienen una mayor atención por parte de sus padres porque pasan más tiempo con ellos. Estas fueron algunas de las ideas que salieron a relucir durante la jornada Escuela rural: pasado, presente y futuro que se llevó a cabo el pasado sábado en el Mas Blanco, de San Agustín y en la que participaron en torno a una treintena de personas, entre ellos numerosos docentes.

Las antiguas escuelas rehabilitadas en este barrio de masoveros sirvieron para abrir un enriquecedor debate sobre el futuro de las pequeñas escuelas de los pueblos. En el mismo participó la maestra del Mas Blanco Teresa Delgado, que ejerció allí durante el curso de 1961-62 y habló de la evolución de la educación en las etapas de Infantil y Primaria comparando el medio rural con el urbano.

Entre la treintena de asistentes había muchos docentes y se planteó que la disciplina entre el alumnado de los colegios rurales es, habitualmente, más elevada. “Hubo un consenso en que no se ha perdido tanto el respeto como en la ciudad”, comentó a modo de conclusión Luis del Romero, responsable de la Asociación Recartografías, que fue la impulsora de la actividad.

Otra de las ventajas que hay en el medio rural, a juicio de los docentes, es que los progenitores están más pendientes de sus hijos y no los dejan, en general, tanto tiempo solos o conectados a la tecnología.

Entre los inconvenientes que presentan los CRAs, a juicio de los asientes a las jornadas, es que gran parte del profesorado es itinerante y eso supone la realización de un gran número de kilómetros por carreteras no siempre buenas y con condiciones meteorológicas de todo tipo. Además, deben atender a niños de diferentes edades en un mismo aula y el miedo al cierre siempre planea sobre las cabezas de la comunidad educativa.

El inspector del Servicio Provincial de Educación en Teruel, José Luis Castán, participó en un coloquio con la maestra de la localidad de San Agustín en la actualidad, Encarna Collado, y ambos mostraron diferentes puntos de vista sobre una misma realidad, que es la falta de alumnado en muchas escuelas del medio rural.

Castán, a cuyo departamento corresponde la decisión de mantener abierta una escuela o no, abogó por descartar la visión romántica de la apertura de colegios y señaló que hay en algunos pueblos que permanecen operativos de manera “ficticia”. Así, comentó que aunque los responsables municipales trabajan contrarreloj para atraer familias durante el verano, la realidad es que no siempre se adaptan al pueblo y en dos meses muchos se van, dejando la escuela en ocasiones con solo dos niños, a veces hermanos.

Los manuales que se exponen muestran la evolución en las formas de educar a lo largo de los años

Sin embargo, Collado planteó que si no se mantuvieran las escuelas con 4 o 5 niños, como se hace actualmente, muchas de las aulas del CRA Gúdar-Javalambre, en el que ejerce ella, se cerrarían. Una de las posibles opciones que planteó José Luis Castán es la concentración de niños de edades similares en un mismo colegio. Por ejemplo, reunir a todos los que tienen entre 3 y 6 años en el aula de un municipio y a los que tienen entre 7 y 12 juntarlos en otro pueblo, para que las edades y los cursos fueran más uniformes. Encarna Collado no está de acuerdo con este planteamiento puesto que considera que supondría un gran trasiego para muchos pequeños. La profesora de San Agustín, que lleva más de 20 años en el pueblo y se definió como maestra de pueblo por vocación, puso de manifiesto el problema de financiación que hay en algunos colegios que, según dijo, tienen instalaciones “lamentables”.

En otro de los aspectos que no estaba de acuerdo la mayoría de los asistentes es en la concentración de escolares en las Escuelas Hogar con apenas 12 años. Consideran que es una edad muy temprana para alejar al niño de su entorno familiar.

La jornada se completó con la inauguración de una exposición de manuales escolares de entre los siglos XVIII al XXI que muestran cómo ha evolucionado la forma de impartir clase en este periodo histórico. Entre los documentos que se exhiben hay algunos manuales de matemáticas “infumables no ya para un niño de 10 años, que es al que se dirigían, sino incluso para un adulto de 20”, relató Luis del Romero.

La exposición sirve para poner de manifiesto el interés que ha habido décadas atrás por imponer la cultura urbana y un claro ejemplo son los libros sobre Educación vial que en los años 60 enviaron a las escuelas del barrio de Los Peiros y del Mas Blanco, lugar a los que no habían llegado los coches en esa época.

Masoveros

En la jornada también intervino la maestra Estefanía Monforte, quien hizo un repaso de la escuela masovera entre 1845 y 1970, ya que es el tema de su tesis doctoral.  Detalló que la nueva Ley de Educación de los 70 supuso el declive  la escuela rural porque apostó por la concentración de los niños en Escuelas Hogares, lo que redundó en el abandono de las masías de aquellos municipios que no tenían un centro de este tipo cerca, como es el caso de Mosqueruela. No obstante, detalló que el éxodo el mundo rural ya se había iniciado en los años 60 por el concento de un mundo urbano superior al rural que se proyectó. Monforte concretó que la llegada de la democracia supuso sin embargo un impulso para la escuela rural puesto que administración y familias apostaron por la reapertura de muchas de ellas.