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Los productores de Italia eligen el cultivo de una trufa u otra según las posibilidades del terreno Los productores de Italia eligen el cultivo de una trufa u otra según las posibilidades del terreno
En la imagen, los alumnos al Curso de Truficultura Práctica de Mora durante la jornada de clausura

Los productores de Italia eligen el cultivo de una trufa u otra según las posibilidades del terreno

El programa se abre a las investigaciones internacionales con la participación de Domizia Donnini
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Cruz Aguilar

En Italia hay una gran cultura de trufa y aunque el cultivo de la especie más preciada, la Tuber magnatum, que solo se cría allí, se les sigue resistiendo, aprovechan al máximo las posibilidades de sus terrenos para plantar árboles micorrizados con distintas especies. La profesora del departamento de Ciencias Agrarias, Alimentarias y Ambientales de la Università degli Studi de Perugia, Domizia Donnini, explicó cómo ha evolucionado el cultivo en Italia durante la conferencia de clausura del VI Curso de Truficultura Práctica.

La actividad, organizada en Mora de Rubielos por la Universidad de Verano de Teruel (UVT)-Fundación Antonio Gargallo en colaboración con la Asociación de Truficultores y Recolectores de Trufa de Teruel (Atruter), ha formado a 60 alumnos con la participación de una quincena de expertos procedentes de diversos ámbitos, como la investigación, la docencia, la economía o la agricultura. 

Donnini especificó que la tendencia de la truficultura en Italia es el análisis del medio en el que se quiere plantar trufa (teniendo en cuenta las condiciones del suelo, la altitud y el clima) y a partir de ahí valoran cuál es la especie de Tuber que mejor se adapta. Así, especificó que la Tuber aestivum, que en Italia tiene un buen mercado, se adapta muy bien los terrenos en los que es difícil cultivar otra especie. Además, precisó que pese a que su valor en el mercado es más bajo que el de otras especies, como la Tuber melanosporum, tiene una mayor producción. Así, mientras que la media de producción por hectárea y año es de entre 40 y 50 kilos para la trufa negra, la de verano duplica esa cantidad. En cuanto a la Tuber borchii, conocida como biancheto en Italia, especificó que su producción es de entre 50 y 70 kilos por hectárea. 

Una de las especies con más futuro en Italia es la Tuber macrosporum, cuyo peridio exterior es similar al de la melanosporum pero interiormente tiene un color más crema y su aroma recuerda al de la magnatum.

Un solo vivero de ‘magnatum’

Especificó que desde el año 2019 hay un vivero en Italia que está certificado para la micorrización de Tuber magnatum, cuyo valor en el mercado puede alcanzar los 6.000 euros. Micorrizar esta especie era muy complicado, aunque con anterioridad ya lo hacía un vivero francés, y ahora se ha logrado, pero el cultivo entraña una gran dificultad ya que se cría en un “ambiente complejo”, dijo Donnini, para añadir que “no es fácil reconstruir el proceso en el campo”.

La directora del Curso de Truficultura Práctica, María Martín hizo un buen balance del mismo y señaló que los asistentes, 60 en total, habían valorado positivamente los cambios. Así, este año han incluido nuevas propuestas temáticas como el cuidado de perros truferos, la normativa o cómo tributar los ingresos por recolección de trufa.

Por otro lado, la responsable indicó que el tiempo ha acompañado “por primera vez en las seis ediciones”, algo de relevancia porque buena parte de las sesiones son en el campo, al aire libre. También incidió en el “buen ambiente” generado entre el alumnado y los profesores y precisó que los asistentes aprenden también fuera de las aulas al compartir sus propias experiencias. “Por mucho que aquí les demos opciones para cultivar, ellos son los que arriesgan su dinero y los que tienen que aplicar las ideas de los investigadores al campo”, dijo. 

Durante la jornada del jueves intervino Santos Alcalá, licenciado en Administración y Dirección de Empresas y responsable de la Gestoría Alcalá, quien explicó a los asistentes las diferentes fórmulas para declarar los ingresos percibidos por la actividad trufera que puede ser como personas físicas o a través del régimen especial agrario, la sociedad limitada o la sociedad agraria de transformación. Especificó que cada vez hay más demanda de este tipo de información porque, por un lado, ha aumentado el número de productores y, por otro, hay interés por hacer las cosas bien.

También intervino Ricardo Forcadell, ingeniero de montes y responsable de la consultoría fiscal Qilex, quien detalló las consideraciones que hay que tener en cuenta antes de iniciar una explotación trufera. Entre las cosas que hay que contemplar está la posibilidad de riego o las condiciones ambientales de la parcela.

Doñate insta a poner en valor el producto para venderlo

Manolo Doñate, ingeniero agrónomo y gerente de Doñate Trufas,  lleva 15 años en el negocio de la compra venta y su consejo a los productores es la puesta en valor del producto. Instó a “evitar la prostitución de los precios”, algo que este año, en el que en Teruel está siendo una óptima campaña, se está produciendo. Especificó que las oscilaciones de precio esta semana son solo 70 euros entre lo que cobra el truficultor por kilo en bruto y lo que paga el cliente en Nueva York, un escaso margen que pone en peligro al sector.  Abogó porque el truficultor ponga en valor el producto seleccionado y diferenciando las trufas entre las de más de 20 gramos, las de menos de 20 gramos y las agusanadas. “Si va mezclado el precio es aleatorio, pero si sabes lo que estás vendiendo puedes exigir y yo si sé lo que compro puedo darle el valor que tiene. Lo del saco cerrado sin ver la trufa es del pasado, la cosa ha cambiado”, dijo.