

Manuel Murciano, en una imagen tomada en abril. Bykofoto / Antonio García
Muere el alcalde de Moscardón, Manuel Murciano, tras 45 de servicio a su municipio
El regidor asumió el cargo en el año 1979 y era el más veterano de Teruel
El alcalde de Moscardón, Manuel Murciano, falleció este miércoles 30 de octubre a los 83 años y después de 45 al servicio de sus vecinos. Se trata del alcalde más veterano de la provincia de Teruel puesto que accedió al cargo en las primeras elecciones democráticas del año 1979. El hombre sufrió un accidente de tráfico y, a consecuencia de las heridas, falleció días después.
Uno de los mayores orgullos de Murciano, según reconoció en una entrevista concedida a DIARIO DE TERUEL en el año 2022 era haber sido alcalde de su pueblo “de forma ininterrumpida y con mayoría absoluta”, un hito que volvió a lograr en mayo de 2023, donde sumó 29 de los 33 votos emitidos.
Nacido en Moscardón, emigró a Francia para buscarse la vida y, cuando volvió en el año 70 del pasado siglo, encontró un pueblo “que era como que no existía” y en el que él era la personas más joven. Aunque dio un vuelco importante al municipio en su casi medio siglo de gestión, lamentaba que “no se pueden hacer muchas cosas, porque los recursos llegan cuando llegan”, decía.
Murciano “nunca” hubiera sido alcalde durante la dictadura, pero cuando le fueron a buscar a casa, ya en democracia, “porque era el único joven que había en el pueblo”, aseguraba, no se lo pensó. Se presentó por UCD en el año 1979 y luego pasó al Partido Popular, formación por la que estuvo 20 años para, después, dar el salto al Partido Aragonés, por el que se presentó en los últimos comicios de mayo de 2023.
Murciano apostó por su pueblo y no sólo poniéndose al frente del Ayuntamiento, sino que montó su propio negocio, una granja de conejos que fue la primera en instalarse en la provincia. Su balance tras más de cuatro décadas en el Ayuntamiento era “bueno”, porque se ejecutaron importantes infraestructuras para el pueblo, como dos hoteles y un restaurante municipal. Su visión del pueblo contrastaba con la negatividad que muchos otros ediles han tomado por bandera: “Se habla del medio rural como si esto fuera el fin del mundo, pero hay muchas cosas a favor. Vivimos tranquilos, tenemos un monte a nuestros pies”, decía.
El teniente de alcalde de Moscardón, Andrés Pérez, ha colocado un lazo negro sobre las banderas en señal de duelo por una persona “que quería mucho a su pueblo”, especificó. Detalló que Murciano “fue un visionario” a la hora de desarrollar proyectos y apostar por el turismo rural cuando era algo impensable: “Se dio cuenta de que uno de los pilares de futuro de Moscardón era el turismo”, aseguró.
El presidente de la Diputación de Teruel, Joaquín Juste, indicó que Murciano, “es un modelo para todos” y desde la institución le rindió el “máximo agradecimiento a toda una vida dedicada al municipalismo”, concretó.
El diputado en las Cortes de Aragón por Partido Aragonés, Alberto Izquierdo, lo puso como ejemplo de “creerse Teruel y de aragonesismo” y un hombre que “toda su vida la ha dedicado al servicio público a cambio de nada”, dijo. Expuso que su muerte es una “gran pérdida” para toda la familia del PAR.
Llegó a un pueblo donde las calles eran de hierba y tierra y, en sus más de cuatro décadas con el bastón de mando, consiguió impulsar el desarrollo con la atracción de jóvenes. En el siglo XXI los habitantes no han crecido, pero se han mantenido y con una pirámide poblacional muy rejuvenecida, con una cuarta parte de sus vecinos en edad escolar. Un logro en un pueblo de alta montaña que, en los años 70 tenía todo a favor para quedarse vacío, menos a su alcalde, que en todos estos años ha demostrado que las ganas y las ideas, aunque a veces no sean las más tradicionales, son las mejores armas para dar vida a un pueblo porque, como aseguraba el propio Murciano, “quien no arriesga, no gana”.
Uno de los mayores orgullos de Murciano, según reconoció en una entrevista concedida a DIARIO DE TERUEL en el año 2022 era haber sido alcalde de su pueblo “de forma ininterrumpida y con mayoría absoluta”, un hito que volvió a lograr en mayo de 2023, donde sumó 29 de los 33 votos emitidos.
Nacido en Moscardón, emigró a Francia para buscarse la vida y, cuando volvió en el año 70 del pasado siglo, encontró un pueblo “que era como que no existía” y en el que él era la personas más joven. Aunque dio un vuelco importante al municipio en su casi medio siglo de gestión, lamentaba que “no se pueden hacer muchas cosas, porque los recursos llegan cuando llegan”, decía.
Murciano “nunca” hubiera sido alcalde durante la dictadura, pero cuando le fueron a buscar a casa, ya en democracia, “porque era el único joven que había en el pueblo”, aseguraba, no se lo pensó. Se presentó por UCD en el año 1979 y luego pasó al Partido Popular, formación por la que estuvo 20 años para, después, dar el salto al Partido Aragonés, por el que se presentó en los últimos comicios de mayo de 2023.
Murciano apostó por su pueblo y no sólo poniéndose al frente del Ayuntamiento, sino que montó su propio negocio, una granja de conejos que fue la primera en instalarse en la provincia. Su balance tras más de cuatro décadas en el Ayuntamiento era “bueno”, porque se ejecutaron importantes infraestructuras para el pueblo, como dos hoteles y un restaurante municipal. Su visión del pueblo contrastaba con la negatividad que muchos otros ediles han tomado por bandera: “Se habla del medio rural como si esto fuera el fin del mundo, pero hay muchas cosas a favor. Vivimos tranquilos, tenemos un monte a nuestros pies”, decía.
El teniente de alcalde de Moscardón, Andrés Pérez, ha colocado un lazo negro sobre las banderas en señal de duelo por una persona “que quería mucho a su pueblo”, especificó. Detalló que Murciano “fue un visionario” a la hora de desarrollar proyectos y apostar por el turismo rural cuando era algo impensable: “Se dio cuenta de que uno de los pilares de futuro de Moscardón era el turismo”, aseguró.
El presidente de la Diputación de Teruel, Joaquín Juste, indicó que Murciano, “es un modelo para todos” y desde la institución le rindió el “máximo agradecimiento a toda una vida dedicada al municipalismo”, concretó.
El diputado en las Cortes de Aragón por Partido Aragonés, Alberto Izquierdo, lo puso como ejemplo de “creerse Teruel y de aragonesismo” y un hombre que “toda su vida la ha dedicado al servicio público a cambio de nada”, dijo. Expuso que su muerte es una “gran pérdida” para toda la familia del PAR.
Llegó a un pueblo donde las calles eran de hierba y tierra y, en sus más de cuatro décadas con el bastón de mando, consiguió impulsar el desarrollo con la atracción de jóvenes. En el siglo XXI los habitantes no han crecido, pero se han mantenido y con una pirámide poblacional muy rejuvenecida, con una cuarta parte de sus vecinos en edad escolar. Un logro en un pueblo de alta montaña que, en los años 70 tenía todo a favor para quedarse vacío, menos a su alcalde, que en todos estos años ha demostrado que las ganas y las ideas, aunque a veces no sean las más tradicionales, son las mejores armas para dar vida a un pueblo porque, como aseguraba el propio Murciano, “quien no arriesga, no gana”.