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San Agustín cifra en 114.000 euros las pérdidas en el monte por el fuego y hay 25 solicitudes de daños a particulares San Agustín cifra en 114.000 euros las pérdidas en el monte por el fuego y hay 25 solicitudes de daños a particulares
Vista general de los pinares y del barrio de La García, que fue el más afectado por el gran incendio del pasado marzo

San Agustín cifra en 114.000 euros las pérdidas en el monte por el fuego y hay 25 solicitudes de daños a particulares

El Ayuntamiento recibe el informe de la consultora forestal que se ha contratado
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Cruz Aguilar

El gran incendio forestal que el pasado 23 de marzo se inició en la localidad castellonense de Villanueva de Viver y cruzó hasta la provincia de Teruel ha provocado pérdidas en los recursos forestales municipales de San Agustín por valor de más de 114.000 euros. Así se recoge en el informe elaborado por una consultoría forestal contratada por el consistorio y la cifra responde a la estimación del dinero que podrían haber ingresado las arcas municipales con la venta de los aprovechamientos forestales en los próximos 50 años, que es el tiempo que tardará el bosque en regenerarse.

Además, el pasado jueves concluyó el plazo fijado por el Ayuntamiento para presentar los expedientes de solicitud de indemnización por daños por parte de los particulares y el viernes contabilizaban los técnicos municipales un total de 25. En ellos se recogen daños en viviendas, tanto pérdidas totales como parciales, ganados, fincas truferas, colmenas o incluso un tractor, que fue pasto de las llamas.

Sin embargo, el alcalde de San Agustín, Dani Riera, manifestó que desconocen el volumen económico al que ascienden estas pérdidas puesto que los particulares no han indicado las cuantías. Por otro lado, comentó que aunque el plazo se cerró el jueves y el viernes todavía llegó documentación al consistorio.

Tanto el estudio realizado por la consultora como los expedientes privados serán entregados en la Subdelegación del Gobierno en Teruel y en las oficinas del Gobierno de Aragón para que puedan tener constancia de los daños que el incendio ha ocasionado en la localidad de San Agustín. Además, Riera comentó que el informe sobre las masas forestales municipales ya fue entregado el pasado miércoles en personal tanto al presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán, como al director provincial de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente, Pedro Polo.

En ese encuentro mantenido en San Agustín se comprometieron, según indicó Riera, a comenzar los trabajos de limpieza forestal de toda la zona quemada en cuanto el Gobierno de España declare la zona como afectada gravemente por una emergencia de protección civil, algo que se hará previsiblemente, como anunció Lambán, en el próximo Consejo de Ministros.

Otro de los compromisos avanzados en la visita a la zona quemada de esta semana es que será el Gobierno de Aragón, a través de Tragsa, el que desescombre las viviendas quemadas en el barrio de La García, que sigue sin poder ser ocupado por sus habitantes puesto que las estructuras de cinco inmuebles resultaron gravemente dañadas y deberán ser demolidos. “Hay que desescombrarlas porque es un peligro para el medio ambiente y también para los vecinos”, aseguró el alcalde de San Agustín.

El informe técnico de valoración de los daños ambientales y económicos ha sido realizado por la empresa Bioma Forestal y en el mismo se han analizado las pérdidas de las 214,4 hectáreas municipales que resultaron quemadas y que, sumadas a las particulares, hacen un total de 748,6 hectáreas calcinadas en el término municipal de San Agustín. También quemó 150 hectáreas en Olba y en conjunto, entre las provincias de Teruel y Castellón, ardió una superficie de algo más de 4.700 hectáreas.

Los técnicos han analizado los diferentes tipos de vegetación que hay en el monte público de San Agustín, entre la que destaca la superficie dedicada a pino carrasco (Pinus halepensis), cuyas pérdidas de producción (dinero que dejará de ingresar el Ayuntamiento en los próximos años) se eleva a casi 57.000 euros. El cálculo, como explican en el documento, se hace teniendo en cuenta la edad de los pinares y se considera que las pérdidas equivalen a las actuaciones teóricas que debieran haberse realizado en los próximos 50 años (edad que se calcula para los bosques de pino carrasco), que es el momento en el que la masa tendrá unas características similares a las previas al incendio.

Además de estas pérdidas directamente cuantificables, en el informe se hace referencia al daño causado en las funciones vinculadas a la conservación de la biodiversidad, que aunque es difícilmente presupuestable provoca “multitud de efectos negativos en la dinámica de los ecosistemas”, según refleja el documento.

Entre las afecciones está la provocada al coto de caza debido a que las especies cinegéticas “han perdido recursos necesarios para mantener la población”, además de los ejemplares que han muerto durante el incendio.

El documento presentado por la empresa refleja que los pinares afectados por el incendio se caracterizan por tener un sotobosque muy rico y denso y un alto porcentaje de regeneración “por lo que lo que se estima que la continuidad vertical del fuego es un gran riesgo en cuanto a la severidad del incendio”.  El estudio plantea que se han quemado entre el 60% y el 75% de las copas, un porcentaje que disminuye en el perímetro exterior, ya que en el centro de los pinares la propagación de las llamas debió de ser “de copa a copa, por lo que se han consumido prácticamente en su totalidad”.  Las pérdidas calculadas para los bosques de coníferas suman 61.000 euros

En cuanto a la mortalidad de la vegetación, gran parte de la estructura vegetal del pinar está muerta, aunque recalcan que al tratarse de un pinar con Pinus halepensis como especie principal “se espera que se regenere de forma natural debido al poder de sus piñas serótinas, que tienen la particularidad de aguantar el fuego durante cierto tiempo y los piñones, que son las semillas, permanecen a salvo de las llamas”. Esto también ocurrirá en los bosques de frondosas debido a su capacidad de rebrote.

En lo que se refiere a los bosques de frondosas, compuestos principalmente por carrascas (Quercus ilex) y quejigos (Quercus faginea), el estudio recalca que son muy extensas en el término y de ellas se obtienen multitud de aprovechamientos directos e indirectos. La cuantificación de los daños en las coníferos es de casi 53.000 euros.