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Termina con éxito el proyecto ‘belleza deshabitada’ del Instituto de Cantavieja Termina con éxito el proyecto ‘belleza deshabitada’ del Instituto de Cantavieja
Puesta en escena de Musicarte en la plaza de Cantavieja, por parte de los estudiantes del centro. Cristina Mallén

Termina con éxito el proyecto ‘belleza deshabitada’ del Instituto de Cantavieja

Todos los alumnos del centro han participado en el proyecto académico sobre despoblación
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La sección del Instituto de Enseñanza Secundaria (SIES) Segundo de Chomón de Cantavieja comenzó el pasado año en la enseñanza por proyectos trabajando el siglo XIX en la localidad. En este curso escolar ya contaban con la experiencia del anterior y de nuevo la implicación de los profesores ha sido clave, pero también de los alumnos, que han trabajado muchísimo tanto en las propuesta de actividades como en su desarrollo. Desde el primer momento estuvieron de acuerdo en continuar con el sistema, desarrollar un proyecto general para todo el Centro, aunque luego cada profesor hiciese sus proyectos de área. 

En septiembre comenzaron a perfilarlo, presentando ideas e intentando desarrollarlas y, a partir de diciembre empezaron el trabajo con el alumnado.  Este año se seleccionó el curso de 3º de la ESO porque el tema elegido fue la despoblación y al tener ellos en el currículo la asignatura de Geografía Humana era en el que mejor encajaba. Ellos han sido los que han llevado el peso del proyecto, aunque el resto del Instituto ha participado de una u otra manera. 

José Romeo ha sido de nuevo el coordinador. “Este año decidimos dar más voz a los alumnos y han trabajado desde el primer momento mucho más. Además el tema quizá era más interesante para ellos, ya que les toca muy de cerca”, explicó. 

Para empezar hicieron una dinámica con el objetivo de sorprenderles y despertar su curiosidad. Un día, sin avisar, todo el personal del Centro abandonó el instituto, alumnos de otros cursos, profesores, cocineras, el equipo de Orientación, y dejaron solos a los de 3º con algún profesor escondido para controlar por si pasaba cualquier cosa, todo con la idea de ver cuánto aguantaban solos y que decisiones tomaban.  “Al principio se lo tomaron a risa, luego no querían salir de allí, que les daba miedo, que les estaban tomando el pelo… La idea también era ver que se siente cuando se está solo y ver los recursos que tiene para salir de esto” comenta Romeo, “porque ellos cuando tienen un problema su recurso somos nosotros, pero en esos momentos no tenían a nadie. Y eso pasa también en el pueblo, que hay veces que necesitamos algo o a alguien y no lo tenemos, por ejemplo especialistas médicos, y hay que tomar decisiones. Además era fundamental empezar de una forma motivadora, diferente, y eso ya les gustó” apuntó.

El grupo de 3º, formado por 15 chicas y 2 chicos, también trabajó en poner un nombre al proyecto que, finalmente, y a través de una votación previa, fue Belleza deshabitada. Así, entre enero y abril empezaron las acciones, muchas de las cuales tendrían como colofón una jornada, que se celebró el 24 de abril, donde se expusieron los trabajos que habían realizado. 

Proyecto multidisciplinar

Prácticamente en todas las asignaturas trabajaron de una u otra manera el tema. En la asignatura de geografía vieron las migraciones, gente que se fue y gente que ha venido al Maestrazgo, también los que han dejado las masías para quedarse en el pueblo. Cada alumno entrevistó a una persona y la grabó. Luego con varias de ellas hicieron un vídeo con lo mejor, con historias “muy bonitas, emotivas e interesantes”. También recuperaron mediante grabación algunos sonidos ya casi desaparecidos, como el de los telares de Iglesuela, los cencerros, historias y refranes populares contados por las abuelas o un cuerno con el que se llamaban de masía a masía, entre otros, y por último, también en esta asignatura, retrataron a 200 personas del Maestrazgo, a cada uno de los cuales acompañaron de una razón por la que les gustaba vivir en el Maestrazgo. 

En Matemáticas realizaron estudios de estadística a partir de la demografía. Obtuvieron en el Ayuntamiento los padrones de varios años desde 1857 que es el más antiguo conservado, y extrajeron diversos datos de la población para ver cómo había evolucionado. Los analizaron y completaron con los datos del INE y vieron el cambio al realizar las pirámides poblacionales, como se había pasado de una pirámide progresiva a invertida. 

Por otra parte en la asignatura de Inglés estudiaron los diferentes lugares despoblados del mundo, hicieron unos paneles, y luego un video donde hablaban en inglés de lugares como el desierto de Gobi, el Sahara, Siberia o Laponia, región ésta última con la que se han intercambiado cartas con un Instituto para conocer las dos zonas.

En Biología y Geología compararon el hábitat rural con el urbano desde el punto de vista medioambiental. Aprovechando un viaje de estudios de los alumnos de 1º, 2º y 3º a Madrid, tomaron fotografías donde se ponían de relieve la contaminación, las basuras, los humos o las multitudes, y lo compararon con la situación en el medio rural. 

Aprovechando también la visita midieron los decibelios de Madrid y los compararon con los de Cantavieja para ver la contaminación acústica de las ciudades, esto fue dentro de la asignatura de Música. En Orientación se encargaron de organizar la Jornada Sociocultural del  24 de abril, donde presentarían los proyectos, pensando en las presentaciones, el cartel, el folleto y escribiendo a los participantes. Las cartas enviadas a los invitados las escribieron en clase de Lengua, donde realizaron también descripciones literarias de algunas de las personas que se habían fotografiado. Se trataba de hacer, a partir de ellas,  una historia, verídica o fabulada, con lo que les inspirase el rostro de esa persona. Luego también se expusieron en el aula.  

Una bonita jornada

Y llegó la esperada Jornada Sociocultural Belleza deshabitada del 24 de abril. La jornada comenzó con la exposición de trabajos en el Instituto y varios emplazamientos de la localidad. Fue entonces cuando enseñaron al pueblo y a  los compañeros la Exposición de retratos de los habitantes del Maestrazgo, Historias migrantes, Sonidos perdidos, Mapa sonoro, Estudio demográfico y Exposiciones de retratos y descripciones literarias. 

Para integrar en la jornada un elemento festivo y de reunión, se aprovechó que el SIES ha participado en el programa Musiqueando del Gobierno de Aragón, y sacaron la música a la plaza, donde acudieron numerosos vecinos, los internos de la Residencia de Ancianos y ATADI, los alumnos de 3º de ESO de Villafranca o los inspectores de Educación que les acompañaron ese día. A continuación tuvo lugar una mesa redonda en el Salón del Ayuntamiento para tratar los diferentes problemas del territorio con agentes sociales, sobre todo se incidió en el tema de la discapacidad y el sanitario. Participaron Gloria, que fue médico de Villarluengo hasta hace muy poco, el alcalde de Cantavieja, Ricardo Altabás, Jordi Sola de Casa Masas de Mirambel y Ángela Altaba del Camping la Rasmia de Castellote, emprendedores jóvenes de la zona, y también estuvo participando un miembro de una asociación de Teruel que trata problemas mentales en zonas rurales.

Por la tarde llegó el turno de la tertulia con los alumnos de la Escuela de Adultos, que habían trabajado también el tema de las migraciones, y les hablaron de la emigración de muchas personas del Maestrazgo y Cantavieja a la zona de la Litera y a otros territorios o de la emigración de Pakistán al Maestrazgo, dando lugar a muchas preguntas de los jóvenes. “Todas estas acciones trataban de conseguir involucrar a los vecinos del pueblo en lo que hace el Instituto”. 

El colofón de la jornada fue la interesante charla con el gran comunicador Severino Pallaruelo, que les habló de José, el último habitante de un pueblo del Pirineo, y con el que el profesor y escritor convivió muchos ratos, hablando de la soledad, el abandono o la subsistencia en parajes deshabitados. 

Para el profesor José Romeo “además de la Jornada Sociocultural, la actuación de Silberius de Ura, que realizó un taller con los clavales de 1º y 3º  el 11 de mayo, donde les mostró como hacer música a partir de instrumentos de lo más variado y su propia voz, y como se inspira en la soledad de los montes y se retrotrae a tiempos de soledades pasadas, hubo otra actividad estrella que esperaban con ansia: la acampada en las Casas de San Juan del Barranco. Esta actividad estaba incluida en la asignatura de Educación Física y, previamente, los alumnos trabajaron para organizar toda la intendencia necesaria para la acampada. Ese día bajaron en bicicleta hasta allí, montaron las tiendas, visitaron la antigua escuela y la ermita y junto con sus profesores realizaron diversos juegos y actividades y volvieron al día siguiente”. Antes de la partida estuvo con ellos en el Instituto Pilar Fabregat, de Cantavieja, que fue maestra en la escuela de las Casas de San Juan, contándoles cómo era la escuela y la vida allí. 

También visitaron en días posteriores los restos del antiguo pueblo de Santolea acompañados de personas que habían vivido allí, como José Aguilar, con quien vivieron momentos emocionantes recordando cómo era el pueblo, y descendientes de sus habitantes, como Laura Berne. Además el día de la Jornada Sociocultural también habían podido ver la exposición de fotografías de Santolea que preparó la Comarca del Maestrazgo, con lo que vieron el antes y el después del lugar. Igualmente se acercaron a Luco de Bordón, un pueblo con apenas 20 personas viviendo todo el año, donde les acompañaron Cristina Aguilar, habitante del pueblo desde hace dos años,  Antonia Ferrer, que lleva ya años viviendo allí y es de las más personas más mayores del pueblo, y Sofía Sánchez, la técnico de Patrimonio de la Comarca, con las que visitaron el patrimonio en riesgo de perderse.

Para Romeo, “los objetivos que se propusieron al iniciar el proyecto se han cumplido, porque las alumnas y alumnos han aprendido y han vivido muchos momentos que seguro serán inolvidables, porque a veces el instituto es monótono y no se vivencia. El tema lo han tratado, lo han analizado científicamente a través de diferentes asignaturas, se han organizado para hacer la jornada y les ha gustado mucho la experiencia. Este año estamos contentos porque ha sido una experiencia única, a mí me hubiera gustado tener una experiencia así en el Instituto. Y ahora el resto de los alumnos quieren hacer proyectos, envidiaban a los de tercero. Han creado el precedente de que hacer un proyecto es algo que vale la pena”.