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Teruel tiene 60 fuentes semilleras autorizadas para la plantación de diversas especies Teruel tiene 60 fuentes semilleras autorizadas para la plantación de diversas especies
Un operario realiza labores de desbroce

Teruel tiene 60 fuentes semilleras autorizadas para la plantación de diversas especies

Son la base para la producción de plantas que luego serán utilizadas para repoblación o reforestación
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La provincia de Teruel cuenta actualmente con un total de 60 fuentes semilleras repartidas por todo el territorio que sirven de base para la producción de plantas que luego serán utilizadas en cualquier repoblación o reforestación en el medio natural. Las gestiona el Servicio Provincial de Desarrollo Rural y Sostenibilidad. Actualmente se está modificando el Catálogo Nacional de Materiales de Base para incorporar y actualizar nuevas fuentes semilleras en especies tan emblemáticas como la sabina, el enebro, la encina, el pino negral o el pino moro, entre otros.

En la actualización del Catálogo Nacional de Materiales de Base en la provincia de Teruel se han tenido en cuenta especialmente las fuentes semilleras de encina (Quercus ilex) para poder suministrar semillas de procedencia del Sistema Ibérico a los viveros particulares que quieran producir encina micorrizada.

Para cualquier plantación en el medio natural de especies forestales en cualquier país de la Unión Europea es necesario seguir una trazabilidad de las semilla que asegure el origen de su procedencia y la calidad de la misma.

Esto se encuentra regulado en una Directiva Europea que se traspuso al ordenamiento español a través del Real Decreto 289/2003, de 7 de marzo, sobre comercialización de los materiales forestales de reproducción. Esta normativa establece que especies vegetales (listados) están sujetas a la trazabilidad de la semilla y el tipo de etiquetado, así como las normas de calidad.  

Esto quiere decir que sobre cualquier especie forestal que se plante en la provincia de Teruel será necesario conocer el origen y procedencia de la semilla, así como cumplir con una serie de estándares de calidad de la planta. Prácticamente todas las especies autóctonas de coníferas (pinos), quercíneas (encinas, robles) y las especies deribera (fresnos…) están en los listados.

Para poder acreditar el origen de las especies vegetales existen por cada especie forestal lo que se denominan regiones de procedencia (Sistema Ibérico, Pirineos…) que son unas zonas geográficas con unas condiciones ecológicas similares que hacen que las especies se encuentren adaptadas a esos parámetros climáticos y edáficos similares. En cada una de estas regiones de procedencia existen una serie de zonas en dónde se autoriza su recolección. Las zonas más comunes se llaman fuentes semilleros y rodales semilleros.

Garantizado el origen

Se trata de tener determinadas zonas dónde se pueda recolectar las semillas para su posterior utilización por parte de los viveristas. Estos espacios, denominados fuentes semilleros, se encuentran repartidos por toda la geografía turolense, de tal manera que queda garantizado que el origen de las semillas que se recolectan y que posteriormente se convierten en especies arbóreas sean de regiones de procedencia del Sistema Ibérico con condiciones ecológicas y climáticas similares a las de la zona donde se van a plantar. Estos aspectos contribuyen a la supervivencia de las plantas en el medio natural y a la conservación de los recursos genéticos forestales autóctonos.

Tanto los particulares como las administraciones que quieran recoger semillas (Material Forestal de Reproducción) en estos espacios para la creación de futuras plantas deben comunicarlo a la administración (Centro de Sanidad y Certificación Vegetal del departamento de Desarrollo Rural y Sostenibilidad).

Esta zonas de recolección se encuentran dentro del Catálogo Nacional de Materiales de Base, que es un registro administrativo público al que cualquier ciudadano puede tener acceso (página del ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente – Mapama-).

Si estas semillas son utilizadas por viveros particulares o de la administración para la realización de plantas, deberán de cumplir una calidad mínima en cuanto a la planta final (diámetro del cuello de la raíz, buena formación del sistema radicular), así como establecer un etiquetado para su comercialización que asegure el origen de esas semillas (estos dependiendo de la calidad genética de la planta son de color amarillo, verde, rosa y azul).

Con ello se pretende asegurar la viabilidad de la planta en el medio natural, preservando sus recursos genéticos, de tal manera que la introducción de plantas en el medio natural se realice siempre con plantas cuyo origen esta certificado y que se corresponda con unas zonas de condiciones ambientales y ecológicas similares a donde se van a realizar las plantaciones. 

Por ejemplo, en el caso de una plantación de encinas truferas es conveniente que, si se realiza en Teruel, las semillas tengan su origen en el Sistema Ibérico y no en el Levante, puesto que las condiciones climáticas y ecológicas difieren bastantes y es perjudicial para la supervivencia de la planta. 

Inversión de 60.000 euros

Las zonas seleccionadas como fuentes semilleras corresponden a masas maduras y bien conservadas de cada especie, con árboles en buen estado sanitario, situadas en zonas accesibles a través de pistas o caminos forestales y siempre en montes de utilidad pública para garantizar su conservación.

Además de garantizar su preservación desde la administración se han realizado trabajos de mejora en alguna de las fuentes semilleras que más demanda tienen, como las existentes en los términos municipales de Sarrión y Manzanera, que pueden suministrar bellotas a todos los viveristas de encina micorrizada. 

Los trabajos propuestos consisten en la realización de pequeñas actuaciones silvícolas  que contribuyan a una mayor y mejor producción de fruto (bellota) de calidad, así como de mejorar y favorecer los accesos a las citadas fuentes semilleras. El objetivo a largo plazo en estas fuentes semilleras es buscar una masa adehesada de encina mediante un fustal sobre cepa, que permita una mayor producción de material forestal de reproducción de calidad para satisfacer las necesidades en estas zonas geográficas de Teruel, y asegurar que el material empleado en las plantaciones de encinas truferas en las zonas cercanas cumple con la normativa española y europea en el ámbito de comercialización de los materiales forestales de reproducción.

Durante los últimos años el Gobierno de Aragón ha invertido más de 60.000 euros en actuaciones dentro de estas fuentes semilleras de Quercus ilex en el término municipal de Sarrión y se tiene previsión de realizar actuaciones similares en los rodales semilleros de Manzanera.

Las actuaciones para mejorar la producción de material forestal de reproducción han consistido en el desbroce y roza mecánica del matorral y rebrotes de Quercus ilex. Esta labor consiste en la eliminación de la parte aérea del matorral con ayuda de un tractor provisto de destrozadora que se desplaza actuando a lo largo de toda la superficie, centrándose en la vegetación arbustiva y  en aquellos rebrotes de quercíneas más abundantes a lo largo de todas las matas resalveadas.

A esto se añaden tratamientos puntuales realizados de forma manual sobre aquellas matas de quercíneas o matorral que no hayan sido eliminados por la roza mecánica, por las dificultades a su acceso en el interior de las matas o la pedregosidad, por ejemplo.

También se hacen tratamientos silvícolas consistentes en reservar tras las cortas los mejores pies de la masa de quercíneas  en cada mata, es decir los resalvos. En este caso se van a actuar sobre aquellas masas de monte bajo regular (matas) que no han aún no han sido tratados con anterioridad (generalmente mediante aprovechamientos de leñas vecinales). Sobre estas masa regulares de monte bajo se realizará una clara por lo bajo dejando los mejores pies o resalvos en la mata. Posteriormente a través del Plan de resalveo se deberá establecer el periodo de rotación de las claras.

Las inversiones se han destinado a su vez a obras complementarias como la mejora en los accesos. Así se han abierto pequeños caminos de accesos necesarios para la realización de los trabajos previstos de difícil medición en el momento de redactar el proyecto, pero que posteriormente se podrán utilizar para la recolección del material forestal de reproducción.