Un total de 60 herreros sembrarán flores de metal en el III Encuentro de Villanueva que se celebra desde el viernes

Un total de 60 herreros participarán en el III Encuentro de Herreros que tendrá lugar durante los días 20, 21 y 22 de septiembre en Villanueva del Rebollar de la Sierra. Hasta allí llegarán artesanos de diferentes lugares de España y Europa que sembrarán con sus yunques flores de metal en la obra colectiva, que este año se llamará Jardín de las sonrisas y estará dedicada a los niños enfermos de cáncer.

Se trata de una reunión que tiene carácter bienal y que desde la primera edición, realizada en 2015, ha crecido considerablemente en número. Así ese año fueron 35 los herreros que encendieron sus fraguas en Villanueva, una cifra que llegó a los 52 en 2017 y que será de 60 este año.

Entre las Comunidades Autónomas desde las que llegarán los maestros del metal están Aragón, Comunidad  Valenciana, Cataluña, Murcia, Castilla y León, Castilla la Mancha, Galicia, Asturias, País Vasco o Madrid. A ellos se sumaran dos personas procedentes de Ucrania y Suiza. 

Al igual que en anteriores ediciones, los herreros trabajarán, al aire libre y ante el público, en una obra colectiva que se formará con todas las piezas realizadas por los diferentes participantes durante el fin de semana. Este año sembrarán un Jardín de las sonrisas con motivos vegetales en homenaje “a los niños y niñas que luchan contra el cáncer”, según explicó el herrero de Villanueva del Rebollar e Impulsor de la actividad Diego Lóbez. La obra colectiva se colocará en el pueblo, al igual que ya están las forjadas por los participantes de las dos ediciones anteriores. 

El organizador destacó el carácter solidario de esta tercera edición en la que se venderán boletos para participar en un sorteo de diferentes piezas donadas por los propios herreros. El dinero recaudado se destinará a Aspanoa, la asociación que atiende a los niños con cáncer de Aragón y sus familias.

El objetivo del encuentro es “dar a conocer el oficio y el pueblo”, dijo Lóbez. El evento, que se lleva a cabo cada dos años, se ha convertido en un referente para los herreros de toda España. En este sentido, Víctor Acosta, profesor de la Escuela de Herreros de Toledo, destacó el “esfuerzo” que supone para los vecinos  organizar un evento de este calibre: “He estado en los dos que se han hecho y es uno de los que no me quiero perder”, sentenció.

Aunque se han inscrito 60 herreros, que es el número máximo al que se podía atender, no todos ellos encenderán fraguas ya que compartirán por grupos y se calcula que en total habrá una treintena. 

Como ya ocurrió en las anteriores ediciones, cada artesano traerá alguna de sus mejores piezas para exponerlas en una muestra colectiva donde arte y técnica se darán la mano. 

La organización del evento corre a cargo de la Asociación Cultural El Rebollar, que ha contado con la colaboración del ayuntamiento. Villanueva apenas llega a medio centenar de habitantes censados y la mayoría de ellos viven del sector agrario. De hecho, aunque la forja tradicional se ha convertido ya en un referente, tan solo Diego Lóbez se dedica a esta actividad.

El herrero local destacó la dificultad que entraña organizar el evento y comentó que para alojar a los asistentes se ocupan varias casas rurales de la zona y también las de algunos particulares.