Valdelinares busca una familia con niños para evitar el cierre de su escuela

Por encima de la experiencia laboral están los hijos y, sobre todo, las ganas de vivir en un entorno rural de alta montaña. Concretamente en el pueblo más alto de España, Valdelinares, que ha lanzado una oferta de trabajo para aquellas familias que puedan aportar al menos dos niños en edad escolar al municipio y, con ellos, salvar la escuela, que tiene ahora dos únicos niños tras la partida de un tercero con el que alcanzaban la cifra mínima fijada por el departamento de Educación del Gobierno de Aragón para mantener abierta una escuela.

El alcalde de Valdelinares, Pedro García Miravete, detalló que ofrecen viviendo social y trabajo en el Ayuntamiento, en invierno centrado en la limpieza de la nieve de las calles y en verano vinculado a las labores forestales en el monte. Solicitan en los aspirantes conocimientos de electricidad y de manejo de maquinaria, pero sobre todo lo que se va a valorar es que puedan aportar a dos niños en edad escolar para salvar la escuela.

Dos hermanos

Ahora acuden dos hermanos a clase, son mellizos y cursan ambos 2º de ESO y que al año que viene deberán hacer 3º ya en un instituto. Por eso, el regidor municipal es consciente de que, si logran encontrar esa primera familia, deberán ponerse a localizar al menos otra para garantizar la permanencia del colegio. Para ello tienen las esperanzas puestas en el hostal restaurante Casa Damián, que va a reabrir con una nueva gestión tras la jubilación de sus anteriores propietarios. La empresa que lo va a gestionar es de Sagunto y se ha comprometido a priorizar a los trabajadores que tengan niños y estén dispuestos a mudarse a Valdelinares.  El municipio contaba hace apenas una década con tres restaurantes y ahora, hasta que reabra Casa Damián, no tiene ninguno, pese a que hay varias casas rurales y es un polo de atracción turística sobre todo durante los meses de invierno por la cercanía a la estación de esquí.

En esta localidad el colegio siempre ha estado abierto y el Ayuntamiento quiere hacer todo lo posible por mantenerlo ya que, como recuerda Pedro García Miravete, ya peligró hace algunos años pero “llegó una familia con cuatro hijos que se asentó durante unos años” y, con ellos, la salvación.

El problema, señala el alcalde, es que las familias que llegan hasta Valdelinares no se asientan de forma permanente, un problema compartido con otros pequeños municipios de Teruel.