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Almudena Arribas, intérprete de viola turolense: “Los músicos tendremos que reinventar alternativas a los conciertos presenciales” Almudena Arribas, intérprete de viola turolense: “Los músicos tendremos que reinventar alternativas a los conciertos presenciales”
Como el resto de músicos, la actividad de la turolense Almudena Arribas y de Gustavo Lapresta ha quedado totalmente paralizada tras la alerta sanitaria

Almudena Arribas, intérprete de viola turolense: “Los músicos tendremos que reinventar alternativas a los conciertos presenciales”

La música afincada en Valencia comparte con el público actuaciones a cuatro cuerdas en Youtube
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Tras dos años en la Orquesta de Aachen (Alemania), la violista turolense Almudena Arribas había regresado a España donde combinaba las Orquestas de RTVE, la de Valencia o la del Liceu de Barcelona con otros proyectos musicales. Con todo parado tras el Covid-19, Arribas emplea parte de su tiempo libre en tocar adaptaciones a cuatro cuerdas junto al chelo de Gustavo Lapresta, que comparte con el público a través de Youtube. 

-¿Por qué se decidieron a empezar a colgar los vídeos en Youtube? ¿Es una terapia para el público o para ustedes mismos?

-Los primeros días de confinamiento la verdad es que estábamos fenomenal, de repente teníamos todo el tiempo del mundo para estar juntos en casa y para probar, por pura diversión, a leer y tocar temas, dentro de la literatura de la música, que nos encantan y que en nuestros conciertos con las orquestas o diferentes agrupaciones con las que actuamos no habíamos tenido la ocasión de interpretar. Empezamos haciendo un poco el tonto, enviando vídeos caseros por whatsapp a nuestros amigos, desde un cumpleaños feliz hasta el Canon de Pachelbel para un amigo a quien le encanta. Decidimos colgar los clips en YouTube simplemente porque cada vez pesaban más los vídeos y así era más fácil pasarlos por las redes sociales. Al principio fue en modo oculto y únicamente para amigos y familiares. Sólo pretendíamos mantenernos animados, no abandonar la música durante el encierro, y ya de paso, compartirlo con nuestros seres queridos cuando no podemos ni vernos ni abrazarnos. Luego llegó la versión de Stand by me, que es un tema que siempre ha enamorado a mi padre y que yo escuchaba miles de veces en casa desde muy pequeña. Esa versión gustó mucho a todos nuestros amigos y, especialmente a mi padre, quien sugirió compartirlo en Facebook. Y así fue como decidimos pasar el video a público en Youtube y dejar que corriese por la red, con la esperanza de entretener un poco a la gente en sus casas.

-Hacer un formato de cuarteto entre dos músicos no será fácil... ¿por qué lo eligen?

-Simplemente para poder interpretar una versión más completa de los temas que elegíamos. Con dos intérpretes nos quedábamos un poco vacíos en algunos temas, y cómo teníamos muchísimo tiempo libre, decidimos probar, a ver qué pasaba. Multiplica mucho la dificultad en cuanto a montaje y tecnología de video y sonido, nuevas aptitudes que hemos aprendido y desarrollado durante este confinamiento y que no nos habríamos planteado descubrir si no fuese por esta situación que nos toca vivir. Ha sido divertido intentarlo, y hemos estado muy entretenidos. Hemos hecho arreglos musicales adaptados a nuestros recursos, hemos visto tutoriales en YouTube sobre montaje de videos multipantalla, realizado un montón de tomas falsas porque, grabando en casa y sin la insonorización oportuna, de repente se oía un aspirador, el helicóptero de la policía o los altavoces a todo volumen de un vecino que intentaba animar al vecindario... La verdad es, que nos lo hemos pasado muy bien y nos mantenía ocupados muchas horas, cosa que se agradece en estos momentos. ¡Hay vida más allá de Netflix! 

-Compartís música de finales del Renacimiento pero también contemporánea, con una preciosa versión del clásico de  Ben E. King Stand by Me de la que ya has hablado; y un tema elegido con muy buen gusto de Piazzolla, a quien hacen justicia al sacar de su sempiterno Libertango… ¿a qué responde ese repertorio tan peculiar?

-La elección de los temas es graciosa, la verdad. Como ya te dije Stand by me le encanta a a mi padre y está muy asociado a mi infancia. Lo relaciono con estar en casa jugando con mi hermano y mis padres tomando un café o corrigiendo exámenes en la mesa del salón. Imagino que a todas las personas que están pasando el confinamiento lejos de sus familias les ha invadido la nostalgia en un momento u otro y conmigo no iba a ser de otra manera. Así que le propuse a Gustavo hacer un arreglo y versionar ese temazo pensando en mi padre y en hacerle más llevadero su confinamiento solitario. Además teniendo en cuenta la situación, nos pareció muy adecuado por la letra.. “no tendré miedo siempre que estés conmigo”. ¡Y fue un éxito! Muchos amigos y familiares nos felicitaron y animaron a seguir mandando videos, así que les dijimos que se aceptaban sugerencias. Entonces llegó la propuesta de Piazzolla por parte de mi tío José Andrés, un enamorado de la música y los ritmos de compositores y artistas latinoamericanos como Arturo Márquez, Alondra de la Parra o Astor Piazzolla. Y el último video que grabamos fue el dueto final de la Ópera La coronación de Poppea, de Monteverdi. Esta música es sencillamente preciosa, está cargada de amor, belleza y delicadeza. Como toda la música barroca, es de lo más complicado y difícil de ejecutar, es un tema que siempre me ha parecido brillante y que nunca me canso de escuchar. Con nuestras nuevas habilidades en el terreno tecnológico decidimos que era el momento de intentar aportar nuestra versión interpretativa del tema y que si no era ahora, quizá nunca tendríamos el tiempo ni la ocasión de realizarlo. 

- Tras dos años en la orquesta de Aachen, regresó hace uno y medio a España ¿Para usted ha sido un paso atrás o uno adelante?

-Mi paso por la orquesta de Aachen en Alemania ha sido muy importante, muy enriquecedor vital y profesionalmente. Pero también suponía estar lejos de mi familia, amigos, y pareja. Entre la carrera, el máster, prácticas profesionales de orquesta y este contrato en Alemania, he estado nueve años fuera de España. A mediados de 2018 a mi pareja le ofrecieron un contrato en la Ópera de Valencia y yo había conseguido entrar en la bolsa de trabajo de la Orquesta Sinfónica de RTVE en Madrid, así que decidimos que era el momento de arriesgarse y regresar a España. Yo lo tomo como un paso adelante en la vida. Hacía tiempo que pensaba en volver a España e intentar trabajar en las magníficas orquestas que tenemos, y esta nos pareció la mejor oportunidad que podíamos conseguir. 

-¿Logró trabajo en España?

-Dejé Alemania con un poco de incertidumbre en cuanto al tema laboral y cultural pero tengo que decir que, hasta que surgió la pandemia de la Covid19, no hemos parado de trabajar, de dar conciertos y de confirmar que habíamos tomado la decisión correcta.

-Ha fichado por la Orquesta de RTVE, aunque eso le obligaba, antes del confinamiento, a vivir a caballo entre Valencia y Madrid… ¿cómo llevaba eso?

-Pues he llegado a tener mis momentos de desesperación, sobretodo cuando me tocaba coger el AVE a Madrid de las 7.10 horas de los lunes. Pero si te soy sincera, echo muchísimo de menos eso de sentir que te falta el tiempo y que a pesar de ello llegas a todo. Los fines de semana express en Valencia; la preparación de los conciertos, a veces incluso durante los trayectos de tren, escuchando grabaciones de diferentes orquestas para aprender de diferentes interpretaciones; los ensayos; los compañeros; el público; los aplausos... ¡la música! No veo el momento de disfrutar de todo eso de nuevo. Está siendo muy duro sentir el mundo del directo tan parado.

- ¿Así de ajetreada era la vida para una música joven, talentosa y freelance como usted, antes de la pandemia?

-Era una vida muy llena. Muy ajetreada, de aquí para allá siempre viajando con la viola a la espalda. Compaginando las semanas en las orquestas, como la de RTVE, la de Valencia o la del Liceu de Barcelona, con otros proyectos musicales más personales. Justo antes de toda la crisis estábamos ultimando los ensayos del Victoria Ensemble para estrenarnos con una nueva formación, en cuarteto con piano. Es un proyecto que me hace especial ilusión porque es junto a unos músicos increíbles que son además grandes amigos y personas muy importantes para mí, y con un repertorio precioso con Mozart y Strauss como protagonistas. También echo mucho de menos las giras con la Orquesta de Cadaqués bajo la batuta de directores de un nivel internacional increíble de los que he aprendido infinidad de cosas, y visitando auditorios y salas de conciertos de renombre por toda Europa, durmiendo prácticamente cada día en una ciudad diferente y a veces incluso en países diferentes. Era una maravilla de vida que he tenido la suerte de experimentar, en la que nunca dejas de conocer gente nueva de la que aprender y con la que inspirarte.

-Y del todo a la nada… ¿en qué situación estás ahora, con salas cerradas, ensayos parados y ciclos de música cancelados? 

-Pues eso, del todo a la nada. Ahora mismo estoy preocupada por el futuro de la cultura en nuestro país y en general, en todo el mundo. No sabemos cuando dejará de ser peligroso abrir un auditorio o una sala de conciertos. En nuestro país, desafortunadamente, la música clásica no suele ser del interés de los más jóvenes, y el público que acude semanalmente con su abono a los auditorios suele ser un público mayor que, no hay que olvidar, forma parte de un colectivo de riesgo. Abrirles las puertas de nuestras sedes musicales sería un poco temerario en el futuro inmediato. Por ese motivo imagino que, a corto plazo, los músicos tendremos que reinventar alternativas menos cercanas al público pero que sigan siendo una experiencia única y en directo, como pueden ser los conciertos a puerta cerrada en streaming y en directo por la televisión o la radio. O la grabación de espectáculos para comercializar en DVD y disfrutar desde casa. De todas formas, no me cabe duda de que en un futuro un poco más lejano, volveremos a los escenarios. Y volveremos reforzados, con un público hambriento y entregado que pueda disfrutar de las vibraciones de un directo en vivo. Al final la cultura alimenta la vida, y lo hemos visto reflejado claramente en el día a día de este encierro en el que cine, libros, música y documentales nos han mantenido con esperanza.

- ¿Cree que el público reaccionará positivamente cuando acabe todo? ¿Volveremos a ser los mismos?

-Creo que al final todo será como un mal sueño, pero que habrá durado más de lo que nos gustaría. Supongo que el público será más responsable a la hora de elegir acudir a un concierto o evento cultural, pero al final veremos la luz y, como todo, con el tiempo pasará. Confío en que la gente no pierda las inquietudes culturales de las que se nos está privando tanto en estos tiempos. Es más, yo creo que el público no dejará escapar la oportunidad de ver una ópera o una exposición de artes plásticas en directo. Antes del coronavirus por el ya iré mañana hemos dejado pasar oportunidades que después no hemos podido recuperar. Así que imagino que el público no querrá desaprovechar ninguna oportunidad y que esta pandemia habrá creado un precedente. O al menos me gustaría que así fuera, sentir el apoyo del público es lo más bonito que tiene un artista.

- La música está siendo la primera línea del frente para combatir los efectos del confinamiento, y en muchos casos de forma gratuita. ¿La sociedad lo recordará y actuará en consecuencia cuando todo esto acabe?

-Yo confío en ello. Confío en que se acuerden de lo que vale la cultura, de la importancia que tiene, de lo que les ha ayudado en el confinamiento. La sociedad tiene ganas de volver a la vida, de salir a las calles, disfrutar las pequeñas cosas y alejarse de las preocupaciones. Pero quienes deben recordarlo son nuestros políticos. Creo que deberían recapacitar sobre la importancia que tiene la música y la cultura en general en la vida de la gente. Que la música y los espectáculos son muy bonitos pero la imaginación o los aplausos no pagan las facturas. Creo que este país no debería permitirse el cierre de ninguna institución cultural, la cultura es un servicio vital que debería ser público y al alcance de todos. No es algo que tenga que ser rentable ni lucrativo para la economía del país, sino algo rentable y enriquecedor para la vida de las personas. 

-Todo esto se relativiza cuando uno mira la cara más dolorosa de la pandemia, a la que usted también se ha enfrentado...

-Sí, ha sido muy duro perder a mi abuela en tiempos de Coronavirus. Ha sido duro por las circunstancias, por no poder despedirla ni acudir a su entierro por las restricciones del momento. Pero al final hay que pensar que es ley de vida, que era mayor y que ha sido una mujer muy feliz y muy querida. Yo he tenido la oportunidad de conocerla muchos años y de disfrutar siempre de su cariño, de su amor, de su sonrisa y como no, de sus recetas. Siempre nos acordaremos de las croquetas de la yaya Curri, una mujer que sobrevivió a una guerra, una posguerra y una dictadura. Todo un ejemplo para mí de fortaleza y de lucha que me anima a seguir persiguiendo mi sueño en el mundo de la música. Esté donde esté siempre la tendremos en la memoria.