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Artistas nórdicos disfrutan del alabastro en un taller internacional de escultura Artistas nórdicos disfrutan del alabastro en un taller internacional de escultura
Stefano Beccari (4d) y Santiago Martínez (d), junto a los participantes Britt Wede, Eva Granath, Riber Hansson, Anna Lowdin, Eva Lillman , Jöns Magnus Ringborg, Vlade Naoumofski y Yvonne Nimar. M. Navarro

Artistas nórdicos disfrutan del alabastro en un taller internacional de escultura

El afamado Stefano Beccari da a conocer el material autóctono y destaca la labor del CIDA
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Ocho escultores escandinavos conocen el alabastro durante 15 días en Albalate del Arzobispo a través de uno de los talleres de Stefano Beccari, ideólogo de la corriente Global Stone Workshop que organiza este tipo de iniciativas por todo el mundo, siempre dedicadas a materiales de gran rendimiento artístico como la piedra autóctona del Bajo Martín.

El taller (workshop en inglés) de Beccari es una más de las actividades de dinamización del Centro Integral para el Desarrollo del Alabastro (CIDA) que desde febrero de 2018 potencia el Proyecto Alabastro, conformado por la Comarca del Bajo Martín, los Ayuntamientos de Albalate y La Puebla de Híjar y el grupo de acción local Adibama, que aportan fondos propios y del programa europeo Leader 2014-2020. 

En concreto, es el segundo año consecutivo que un taller de Beccari recala en Albalate. El afamado escultor a nivel mundial quedó prendado de la translucidez y maleabilidad del alabastro hace 12 años y, desde entonces, sitúa siempre uno de sus talleres en el área de producción por excelencia de este mineral: el noreste de la provincia de Teruel y la ribera del Ebro. 

Beccari –con obras permanentes en las colecciones de la Biblioteca Nacional de París, el British Museum de Londres o la Fundación Joan Miró de Barcelona, entre otros– fundó en 1996 Global Stone Workshop, una organización que vela por la constante formación de escultores amantes de la talla en piedra, brindándoles herramientas y consejos para llevar a cabo su obra, siempre respetando el proceso personal del creador. 

“No enseñamos nada, cada uno tiene que saber trabajar la piedra”, destacó el italiano, que en la actualidad programa once talleres anuales repartidos entre Suecia, Marruecos, Italia, Portugal, España, Vietnam y La India. En cada uno de ellos se centra en una piedra autóctona en concreto y confiesa que el alabastro le tiene fascinado.

Una iniciativa “top”

Beccari no enseña, pero sí asesora. “Estoy tratando de que los ocho participantes (Britt-Inger Wede, Eva Granath, Riber Hansson, Anna Lowdin, Eva Christina Lillman, Jöns Magnus Ringborg, Vlade Naoumofski e Yvonne Nimar) no hagan las mismas cosas que hacen con el mármol en Italia, porque el resultado no es bueno. Cada piedra es diferente”, advirtió.

El veterano escultor lleva más de 30 años trabajando la piedra y conoció el alabastro hace una docena de años en Volterra (Italia), donde, “sin saberlo, estaba trabajando con el alabastro de Fuentes de Ebro (Zaragoza). Y me fui allí hace unos diez años para comprobar que era justo el mismo material que importaba Italia. ¿Para qué ir a Volterra cuando podemos venir aquí?”, se autoconvenció.

En su periplo por los términos municipales que producen bloques de alabastro en Aragón, el año pasado dio con el CIDA, un centro al que no duda en calificar como referente, tanto por la infraestructura y las herramientas que ofrece como por la calidez y cercanía que ha encontrado en todos los socios del Proyecto Alabastro, al que pertenecen también las empresas locales que extraen y sierran el mineral en una elaboración primaria a la que el miniclúster en formación pretende extraer todo el valor añadido. 

“El centro es perfecto, es una apuesta segura. He hablado con el anterior alcalde de Albalate y con la alcaldesa actual y les he dicho que han hecho una cosa fantástica, única. Me gusta muchísimo, y yo que estoy acostumbrado a trabajar en distintos lugares y países puedo decir que es top, verdaderamente”. relató. 

Pero lo que realmente tiene encandilado al artista es la translucidez y los acabados que ofrece la piedra turolense. “No da sombras, la luz pasa, es blando de trabajar y se puede colorear”, valoró. Pero necesita “paciencia”  a la hora de obtener brillantes acabados, algo que “hay poca gente que tiene”, por lo que este mineral “necesita un interés especial” por parte del escultor. 

Un interés que sí han demostrado personas como Britt-Inger Wede, una oficinista sueca que tiene el trabajo artístico como un entretenimiento al que no duda en dedicarle sus vacaciones. 

“El alabastro es una piedra fantástica, es una de mis favoritas. Se trabaja bien y el resultado es muy bello”, opinó la aficionada. En cuanto al centro, “es perfecto y puedes usar todas las máquinas y herramientas”. Además, “la gente es maravillosa y la zona es genial, me gusta todo”, dijo encantada. Sólo un pero: las altas temperaturas de estos días a las que no están acostumbrados suecos y noruegos. 

Y es que si algo valoran los artistas en este tipo de estancias, además de buenos resultados escultóricos, es la socialización y la amistad que se forja entre ellos. “Desconectan de su rutina normal y eso es una manera de encontrar otras personas y hacer amigos”, explicó Beccari.

Entre los participantes se encuentra el caricaturista Riber Hansson, “campeón del mundo” de sátira política en 2007 por su trabajo en diarios y revistas europeas desde su oficina freelance en Estocolmo (Suecia).

Trabajo multidisciplinar

El gerente del Proyecto Alabastro, Santiago Martínez, destacó la “gran satisfacción” que le produce “repetir el workshop que se inició el año pasado” durante el primer año del Proyecto Alabastro, que tiene fecha de caducidad en febrero de 2020 aunque la voluntad de todas las partes es prorrogarlo porque “únicamente estamos iniciando el camino” de la puesta en valor del recurso autóctono. 

Talleres como el de Global Stone “nos ayudan mucho no solamente en cuanto a la repercusión que pueden tener en el extranjero con los participantes que vienen a formar parte del workshop, sino que también nosotros aprendemos mucho porque estamos colaborando con gente de la talla de Stefano y eso es una experiencia única”, añadió. 

Las utilidades del alabastro son múltiples. El campo de la creación artística es el que le da “mayor visibilidad” por cuanto el material “ha estado vinculado” a toda la historia del arte, pues “somos referente en la elaboración de retablos, sepulcros, esculturas”, explica Martínez. Sin embargo, esta vertiente no es la única, ya que esta piedra ornamental tiene múltiples aplicaciones en el diseño, la arquitectura, la restauración patrimonial, la industria e incluso la I+D+i. No en vano, Proyecto Alabastro ha iniciado una línea de investigación para usar este material en el tratamiento de purines.

Por tanto, la iniciativa está en contacto con la Universidad y las empresas en el intento de empujar para sacar el máximo valor añadido a un recurso que, con todas las sinergias bien entrelazadas, puede generar más riqueza y empleo en el norte de la provincia que los 55 puestos de trabajo actuales. 

Solo está empezando

“El objetivo” de Proyecto Alabastro “es continuar” más allá de 2020, pues “estamos dándole al CIDA una actividad continuada durante todo el periodo, trabajando muy intensamente con la ilusión de que pueda asentarse”. De hecho, “esta primera fase nos la tomamos de experimentación y apertura de vías posibles para favorecer el desarrollo del alabastro”, comentó el gerente. Martínez se puso a disposición de las empresas para tramitar “formación a demanda” a través del Inaem y recordó que el CIDA es “centro de formación homologado” para la expedición de certificados de profesionalidad.