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Atrapavientos fomenta la lectura en el Jardín de los Amantes con el intercambio de libros Atrapavientos fomenta la lectura en el Jardín de los Amantes con el intercambio de libros
La actividad Libros que importan se desarrolló durante todo el sábado en el Jardín de los Amantes. Bykofoto/Antonio García

Atrapavientos fomenta la lectura en el Jardín de los Amantes con el intercambio de libros

La iniciativa invita a compartir sensaciones con las lecturas favoritas de los participantes
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La Asociación Atrapavientos de Zaragoza desarrolló este sábado la actividad Libros que importan en el Jardín de los Amantes, con la colaboración de esta Fundación y del Ayuntamiento de Teruel, cuyo objetivo es fomentar la lectura y compartir las sensaciones que se sienten al leer un libro con otras personas como si de amigos invisibles se tratara. El responsable de la asociación, Jorge Gonzalvo, destacó la buena acogida que había tenido esta iniciativa, que es la primera vez que se realiza en la provincia aunque cuenta con una larga experiencia en otras ciudades españolas, así como en Ciudad de México, Estocolmo y Utrecht, que son algunos  de los sitios a los que se ha llevado.

Los primeros en participar en esta actividad fueron los representantes institucionales, que fueron puntuales y a las diez de la mañana acudieron al Jardín de los Amantes con sus libros envueltos en papel de regalo, los depositaron en la mesa habilitada por la Asociación Atrapavientos, y recogieron otros volúmenes también envueltos sin saber su contenido.

Previamente cada participante debía registrarse telemáticamente, puesto que los libros tienen que tener una importancia especial para quien los entrega, e ir dedicados. Con posterioridad se elegirá la mejor dedicatoria y su autor recibirá como premio una estatuilla de la artista Pepa Muñoz y un cheque regalo de cien euros para que pueda canjearlo por libros en su librería favorita.

Colaboraciones

Jorge Gonzalvo explicó que hacía tiempo que querían traer esta iniciativa a Teruel, y que en esta ocasión ha sido posible gracias a la colaboración de Amazon Web Services. El representante de Atrapavientos hizo su aportación con un libro de Julio Cortázar, Historias de cronopios y famas, en cuya dedicatoria deseaba a quien le hubiese tocado que esperaba que le gustase porque cuando conoció como lector al autor le “cambió la mirada totalmente”.

Le gerente de la Fundación Amantes, Patricia García, cuyo Jardín del complejo de San Pedro acogió la actividad durante todo el día de ayer, comentó que cuando les llegó la propuesta lo vieron interesante. Recordó que en la Fundación trabajan con otras actividades culturales y era la oportunidad de hacerlo con el tema de la literatura. “Nos pareció muy especial el hecho de que fueran libros importantes para cada una de las personas”, comentó, en lugar de ser un mero intercambio. Además, opinó que las dedicatorias siempre entroncan con mensajes de amor hacia la literatura o las personas, algo que “con la Fundación Amantes va claramente relacionado”.

En su caso eligió la novela Historia de una maestra, de Josefina Aldecoa, un libro que aseguró que a ella le había marcado “mucho” cuando lo leyó y que recuerda “con especial cariño”.

Entre las primeras lectoras que entregaron libros y que recogieron otros como contrapartida, en todos los casos envueltos en papel de regalo y sin saber de qué obra se trataba, estuvo Beatriz Gómez, que eligió como regalo La sombra del viento, de Carlos Ruiz Zafón. Explicó que el motivo fue por tratarse del primer libro que le “enganchó en la lectura”. Dijo que fue la obra que despertó su afición por leer. En la dedicatoria explicó su vínculo con el libro. Gómez comentó que no conocía esta iniciativa de los Libros que importan y al descubrirla sintió interés.

Club de lectura

Begoña Redolar entregó la novela Librería Jover, de Víctor Juan. Comentó que había sido el último libro en leer dentro de un club de lectura que ella coordinaba y que lo eligió porque le tenía un “cariño especial” debido a que a partir de ese momento dejó el club de lectura como hace el protagonista de la novela, que deja todo lo que está haciendo en su vida profesional para montarse una librería.

Redolar calificó de “maravilloso” el libro y reconoció que la lectura de obras de ese tipo pueden influir en parte en la vida de quienes los leen. Allí mismo abrió el paquete que había cogido y tras desenvolverlo apareció un ejemplar de La metamorfosis de Kafka, que no había leído todavía. Dijo que tener esa publicación le parecía “fenomenal” porque supone recibir de alguien que no conoces “un regalo tan bonito como la lectura”. Tratándose además, precisó, de una pesona con la que no se tiene relación, puesto que lo normal es hacerlo con las amistades, la familia y los compañeros de trabajo.

Mariví Elena llevó un ejemplar de Con ojos de niño, de Francesco Tonucci; una obra que leyó por primera vez cuando estudiaba Magisterio puesto que es maestra. Además, apuntó que es de los primeros libros que utilizó cuando le tocó dar charlas a profesores. Indicó que ese libro le marcó en la línea de “reflexionar y compartir”.

Elección por el papel

El libro envuelto que eligió lo hizo al azar por el papel que llevaba, de lunares blancos y rojos, y al abrirlo descubrió la obra De parte de la princesa muerta, de Kenizé Mourad, si bien la dedicatoria se reservó a leerla en la intimidad. Aseguró que lo que más le interesaba era conocer por qué lo había regalado la persona que lo llevó. Indicó que le “encantaban iniciativas así” porque quienes participaban lo que hacen es “compartir”. “Más que el libro en sí, lo interesante es la convivencia, el ponernos como en un punto de encuentro”, opinó esta maestra que consideró que habría que “leer mucho más y recuperar la literatura clásica”.

Entre los participantes también hubo autores que regalaron los libros que han escrito, como David Martínez, que entregó su obra La plantación Myrtles. Comentó que lo había hecho porque había invertido “tantos cachitos propios de vida y tanto sentimiento, que me apetecía compartirlo y entregar esa porción de mi persona en esta iniciativa”.

El concejal de Fiestas del Ayuntamiento de Teruel, Eduardo Suárez, llevó el último ejemplar de la revista Turia como reconocimiento también a la labor que hace esta publicación turolense, que ganó en su día el Premio Nacional de Fomento a la Lectura, como lo hizo Libros que importan en el año 2022. Le acompañó la concejala de Hacienda, Carmen Romero, que entregó un libro de Carmen Posadas, porque comentó que le gustaba leer los Premios Planeta.