

Bordón Negro reinventa el flamenco y lo funde con el bajo eléctrico y el violín
La formación alcañizana intentará comenzar la grabación de su segundo disco a finales de añoPor si un trío flamenco en pleno Bajo Aragón, con laud además de guitarra, no sonara los suficientemente exótico, Bordón Negro ha terminado de rizar el rizo. La formación cuyo embrión se formó a finales de 2010 por el alcañizano Óscar Soriano (laud), el calandino Antonio Lahoz (percusión) y el caspolino Miguel Jariod (guitarra) ha incorporado a la violinista originaria de Polonia Annia Placzkowska y al bajista zaragozano Juan Manuel Caballero, dándole al grupo una sonoridad y una personalidad inimitable que va mucho más allá del flamenco, y que fusiona ritmos y sonidos llevándolos a su propio terreno.
La pasada semana ofrecieron un concierto en el Teatro Municipal de Alcañiz, en el que además colaboró la cantante Almudena Bondía, donde el público se sorprendió gratamente por el paseo por territorios musicales poco explorados en tan peculiar compañía.
La formación interpretó más de una docena de temas, diez de ellos extraídos del único trabajo discográfico que han editado por el momento (A los maestros, 2016), y otros todavía inéditos, como Yedra o Fuego de piel, compuestos por los músicos bajoaragoneses y que están pasando la prueba del directo antes ser reunidos en un nuevo elepé, que Bordón Negro quiere comenzar a grabar a partir del próximo mes de diciembre.
Óscar Soriano, miembro de la formación, se muestra convencido de que con la reciente incorporación de Caballero y Placzkowska, Bordón Negro ha encontrado su auténtica identidad y cuanta con toda la paleta de colores necesaria para expresarse con el carácter propio que ha ido forjando durante los últimos años.
“El bajo era esencial porque con guitarra y laud nos faltaba peso, nos faltaba quien uniera el resto de instrumentos”, explica Soriano. “Y en cuanto al violín, Annia es una virtuosa y da un toque a Bordón Negro que lo hace absolutamente original. Los dos músicos son fueras de serie y eso se nota en el escenario”.
A pesar de que A los maestros está precisamente dedicado a ellos, a autores como Paco de Lucía, Vicente Amigo, Gerardo Núñez o Josemi Carmona que han servido de inspiración a Bordón Negro, la formación no es purista y a la hora de interpretar sus soleás, tanguillos o alegrías las reinterpretan tanto como sea necesario, sabiéndola llevar a su terreno. “Ya empezamos profanando un poco el flamenco clásico con el laud”, bromea Óscar Soriano, que es precisamente el intérprete de este instrumento de doce cuerdas precursor de la bandurría, “así que ahora con el bajo eléctrico y el violín ni te cuento. Pero hemos logrado lo que buscábamos: hacer un determinado tipo de música que además homenajeara a una serie de grandes autores, pero desde una perspectiva totalmente personal y original”.
En el disco esos temas de autores que han engrandecido el género, arreglados y adaptados, se funden con otros de composición propia, escritos por Miguel Jariod, e incluso un poema musicado titulado Orilla, escrito por José Manuel Soriano, poeta y hermano de Óscar.
En cualquier caso, Bordón Negro juega con la sorpresa y consigue ensimismar al entendido y a quien no lo es. “Cuando hablas de flamenco, sobre todo en Aragón, todo el mundo piensa en lo mismo. pero se pueden hacer muchas cosas, y algunas muy diferentes, sin dejar de ser muy respetuoso con el estilo”.