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Carlos Ollés, escritor de Valderrobres: “Los mayores son la mejor fuente de información sobre lo misterioso y lo oculto” Carlos Ollés, escritor de Valderrobres: “Los mayores son la mejor fuente de información sobre lo misterioso y lo oculto”
Imagen del escritor de Valderrobres Carlos Ollés

Carlos Ollés, escritor de Valderrobres: “Los mayores son la mejor fuente de información sobre lo misterioso y lo oculto”

El escritor presentó en Librería Serret ‘Matarraña Secreta’, donde desgrana lo mejor de la comarca
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Carlos Ollés es escritor y colaborador en diversos medios de comunicación. Interesado en la cara B de los lugares y en el origen de las leyendas que se han contado a través de los siglos, el pasado fin de semana presentó en Valderrobres Matarraña Secreta, una guía atípica para viajeros que quieren ir más allá de lo superficial y lo aparente. 

- ¿Qué cuenta en ‘Matarraña Secreta?

- Va en la línea de otros libros que he escrito, como Lugares mágicos de Aragón, 50 lugares mágicos de los Pirineos, 50 lugares mágicos de Baleares o Aragón Sobrenatural. En ellos trato de mostrar las posibilidades que tienen algunos lugares para hacer un turismo diferente y alternativo, que no se limita a ver lo que ve todo el mundo, sino de acercarse a lo misterioso, lo oculto y lo curioso. Es una forma de llevar a la gente a los sitios donde ya han estado, pero verlos de otro modo, darles una lectura apócrifa que está allí, y que solo es necesario que alguien nos la cuente para verla. 

- ¿Por qué elige en esta ocasión el Matarraña?

- Sobre todo porque yo soy de Valderrobres y mi niñez y mi juventud han estado ligadas a esa zona. He vivenciado muchas de las cosas de las que hablo en el libro de forma directa, y otras de forma indirecta, a través de mis abuelos, que me han contado numerosos ritos o tradiciones que se han perdido o están a punto de perderse. 

- ¿Se basa en ese tipo de testimonios?

- Las personas que más sabiduría tienen son los mayores, es la fuente más valiosa y los que me ponen sobre la pista de muchos fenómenos sobre los que luego me documento. La mejor oficina para empezar este tipo de investigaciones son los bancos de los parques, tomando el sol. Cuando escribí 50 lugares mágicos de Baleares me ayudó mucho hablar el chapurriaú, que es un idioma que nos une a ambos territorios. Ese vehículo me permitió hablar con muchísimas personas mayores que me ponían sobre la pista de cosas muy interesantes, que luego me permitían cotejarlos con los datos históricos. En ocasiones creemos que si vamos preguntando cosas nos van a tomar por locos, pero la gente estamos deseando hablar y contarnos cosas, sobre todo las personas mayores. 

- ¿Suele haber correlación entre la tradición oral y lo que luego aparece en los archivos históricos?

- Cuanto más antigua es la leyenda o la tradición más suele haber variado, pero siempre hay documentos donde se puede contrastar la información. La Biblioteca del Arzobispado de Zaragoza, por ejemplo, contiene legajos muy antiguos que los sacerdotes recopilaban. Allí he encontrado muchísimas referencias a tradiciones que, en ocasiones se han desvirtuado a través de la narración oral, y en otras no tanto. 

- ¿Cómo articula la obra?

- Por poblaciones, haciendo un alto en cada uno de los 18 pueblos de la comarca, narrando algunos de los elementos mágicos que posee. Pero no lo cuento todo, porque quiero que la gente se involucre en la búsqueda, descubra cosas por su cuenta y se divierte conociendo los sitios. 

- Dígame algún lugar que le parezca realmente especial

- Podría mencionar muchos, pero diré Torre de Arcas. Tiene una peculiaridad que no ocurre en casi ningún sitio, y es que la iglesia mayor y la ermita están bajo la misma advocación, la de San Bernabé de Claraval, quien redactó los estatutos del Temple. Existe una especie de fijación con ese santo. En esa ermita hay mucho altorrelieve en piedra que se salvó de la destrucción que provocó la guerra civil, y en esos altorrelieves podemos ver que es un templo dedicado a la diosa Isis. En el altar hay una figura de la virgen amamantando a San Bernardo. Es un acto que representa a Bernardo tomando la sabiduría de un ser superior para redactar esos estatutos. Esa ermita es un compendio apócrifo, apartado de las líneas habituales de la Iglesia Católica, donde la luz y la asoleación a determinadas horas de determinados días crea efectos muy especiales. Para cualquiera que entre es una ermita normal, pero esta lectura B indica que es un templo totalmente apócrifo. 

- ¿Narra también ritos relacionados con la naturaleza?

- Sí, desde luego. En Valderrobres hay un roca sobre una montaña que le llaman la Caixa. Yo no llegué a verlos, pero mi padre fue testigo de ritos de sanación de animales. Cuando una caballería enfermaba podía ser una desgracia para la familia, por la pobreza que había. Y mi padre vio como la gente se reunía y subía al animal hasta la Caixa, con poleas para sortear las paredes verticales de diez metros. Ese tipo de rituales en promontorios rocosos vienen de la edad del Bronce, y si han llegado hasta el siglo XX es porque funcionaban. Porque si algo tan complicado no funciona, la gente deja de hacerlo. 

- Hace unos años hubo un boom de ficción literaria sobre asuntos mágicos y religiosos. ¿No tiene miedo de que esté colmado ese nicho?

- Es verdad que se ha abusado de estas cosas, y se ha llevado lo mágico y lo misterioso hasta el extremo de convertirlo en un circo de frikis. Pero lo que yo escribo en el libro lo he visto, lo he documentado y tengo referencias directas, muchas de ellas de investigaciones científicas. Lo que he procurado hacer es reunir lo que sabemos a través de los documentos con lo que sabemos a través de lo que nos cuentan nuestros abuelos.