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David Chapín y Sergio Falces, editores musicales: “El patrimonio inmaterial de Teruel está, sin lugar a dudas, a la altura del resto” David Chapín y Sergio Falces, editores musicales: “El patrimonio inmaterial de Teruel está, sin lugar a dudas, a la altura del resto”
David Chapi´n y Sergio Falces son el alma mater de Aragón Musical. Jal Lux

David Chapín y Sergio Falces, editores musicales: “El patrimonio inmaterial de Teruel está, sin lugar a dudas, a la altura del resto”

Huesca acoge este domingo los Premios de la Música Aragonesa 2020 que organiza Aragón Musical
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“Somos unos apasionados de nuestra música más cercana. También de la radio. Cuando descubrimos Internet nos pareció que cambiar la radio por esta nueva forma de hacer las cosas podría dar mucho juego. Nos parecía que contar con un medio musical independiente era buena idea. Pasados 16 años podemos confirmar que, efectivamente, fue una gran ocurrencia”. Así se presentan Sergio Falces y David Chapín, fundadores de Aragón Musical que este domingo celebra en Huesca la gala de los 21º Premios de la Música Aragonesa, una apuesta entusiasta y generosa que pone en valor a los creadores de la diversidad de sonidos que ofrece nuestra comunidad.

-¿Sabían que Falces pertenece a Olite, Navarra, y tiene más de 2.000 habitantes?

-Sergio Falces: He ido alguna vez a hacerme fotos en sus carteles de entrada a la localidad, porque, encima, la gente me suele llamar por mi apellido. Se come muy bien y cuando vas a pagar con tarjeta, ven tu apellido, y encima te invitan. Son buena gente, de hecho mi familia paterna viene de ahí (risas). Se trasladaron a Arguedas donde mi bisabuelo murió con 27 años ayudando a sacar un carro del barro en una noche de lluvia. De ahí irían a Ejea, donde vivía la familia de su mujer, y terminarían en Zaragoza, donde nacería mi padre.

-¿Y sabían que Chapín es un pez marino tropical parecido al cofre?

-S. F.: De Chapín cualquier cosa.

-David Chapín: No, no lo conocía. Es curioso. Sí pudimos comprobar en nuestro viaje a Guatemala por la gira de regreso de Héroes del Silencio en 2007, que los guatemaltecos se llaman con orgullo Chapín de forma coloquial. Lo que tengo claro es que no tengo un apellido muy común por las veces que tengo que deletrearlo. 

-¿Qué tipo de música acostumbran a escuchar?

-S. F.: Estoy enganchadísimo a Spotify. Tengo listas para casi todo. Buscando mi nombre en esta plataforma puede observarse que tengo guardados listados para todos los gustos. Reconozco, no obstante, que me apasiona especialmente la música actual. Cada playlist de cada año me traslada a momentos concretos y me gusta vivir al día y descubrir nuevos sonidos con los nuevos tiempos. Soy de los apasionados del rock que adoran, además, el trap.

—D. Ch.: Yo de todo tipo. Ya de muy joven hacía radio y siempre escuché y locuté todo tipo de grupos y estilos musicales. Obviamente desde hace más de 16 años, de lo que más escucho y disfruto es de lo más cercano. De la gran variedad y calidad musical de los grupos de Aragón. 

-¿Y programas radiofónicos o a la carta?

-S. F.: Música y Significado, con Luis Ángel de Benito, es lo más maravilloso que he escuchado nunca y eso que soy gran consumidor de podcast. Él me adentró en el mundo de los tópicos musicales que le dan mucha información relevante a piezas clásicas que pensaba que conocía profundamente. Me encanta también El Descampao, con Sergio Mena; un análisis exhaustivo de discos de ritmos contemporáneos. Tampoco me pierdo 180 grados, con Virginia Díaz, para estar más al tanto de la actualidad. Club Etiqueta Negra, con Fran Navarro, es una verdadera pasada desde Aragón Radio. Y tantos más.

-D. Ch.: Yo soy muy de radio y en directo. Me cuesta sacar tiempo para lo que no puedo escuchar en el momento. Voy mucho en coche y siempre está la radio puesta, curiosamente no es música, suele ser radio convencional.

-Les sale un hijo que quiere ser músico. ¿Qué le dicen, a bote pronto?

-S. F.: Que la música es algo muy serio. Se puede vivir perfectamente, aunque demasiadas veces precariamente, de ella. Adelante, pero requiere muchas horas de preparación, como con tantos oficios. Es importante tenerlo en cuenta antes de plantearse comenzar cualquier carrera artística.

-D. Ch.: ¡Adelante! Creo que saber tocar un instrumento, ser músico, tener creatividad, es una gran virtud. El problema no es ser músico, es la sociedad de este país, la que no ve o considera a los músicos como se merecen. A este respecto, me gusta mucho la cultura musical de nuestros vecinos franceses  y el tejido cultural tan interesante que tienen.

-¿Cómo está siendo este horrible 2020, musicalmente hablando?

-S. F.: Respecto a discos grabados, hay un verdadero nivelón. El encierro en casa ha servido de caldo de cultivo para mentes creativas. Pero, claro, sin música en directo no hay disco que valga y en eso el estado de alarma no ha hecho, en realidad, más que comenzar. La situación es realmente grave y no se ve luz al final del túnel.

-D. Ch.: Es una bofetada de realidad que nos sacudió a todos en marzo. A nosotros los primeros a 24 horas de hacer una gala y en la que estábamos tan inmersos, que dos días antes de que Sánchez proclamara el estado de alarma seguíamos preparando todo. De hecho, todo estaba montado. Vivimos tan al día que no hemos pensado que algo así podía pasar. La cultura, la música, como siempre pero ahora más, será lo último en llegar a una futura normalidad. Se han hecho esfuerzos por hacer conciertos y otras actividades, pero sin tener aforos completos, económicamente es poco viable. A pesar de todo, los músicos nos han regalado sus composiciones online y han seguido publicando nuevos discos de calidad. 

-Los Premios de la Música Aragonesa. ¿Cómo nació este proyecto que sobrepasa ya las veinte primaveras?

-S. F.: Servidor tenía un programa de radio y organizaba una fiesta anual de celebración. En ella, entre multitud de actuaciones, entregaba dos premios, Proyección y Difusión, a una propuesta aragonesa que estuviera comenzando y a otra consolidada respectivamente. Daba placas que compraba en la sección de trofeos del Galerías Primero pagándolas de mi bolsillo. La primera edición tuvo lugar en la sala Morrissey de Zaragoza y el primer grupo en actuar fue Puravida, con Pedro Andreu al frente. La cosa comenzó alta. En aquella primera edición se estrenó el grupo Malamente con su formación definitiva con Nacho Estévez El Niño, todo nervioso, como última incorporación. Tela.

-¿Para cuándo un mantón musical a la Virgen del Pilar? Ya tardan.

-S. F.: Cuando contemos con un presupuesto que permita esos detalles extras. La Virgen lo merece. Ojalá algún día.

-D. Ch.: Eso sí sería un milagro.

-¿O una categoría Antón García Abril que premie las bandas sonoras?

-S. F.: Tuvimos el privilegio de entregar el Premio Especial a la Trayectoria a Antón en 2013. Ya solo el hecho de contar con la oportunidad de poder conversar con él fue toda una experiencia. Su nombre bien merecería una categoría, pero igual que los Premios Simón de la Academia del Cine Aragonés decidieron no dar Mejor Videoclip, que entregan ellos en la gala de los Premios de la Música, nosotros nunca añadiríamos Banda Sonora a los de la música, que entregamos en su gala. Creo que entre los distintos premios culturales de Aragón hay algo difícil de encontrar por esta tierra: buena sintonía y trabajo continuo.

-D. Ch.: Recuerdo cuando le comentamos que le dábamos el premio, que nos decía no entender mucho un premio así para él, en una gala de música moderna. Cómo no premiar al gran Antón. Fuimos afortunados en ver a un emocionado García Abril recibir su merecido premio ante sus compañeros de profesión y un público tan diverso. 

-¿Cómo se han ido enriqueciendo sus propósitos en todo este tiempo?

-S. F.: El propósito inicial fue uno solo: disfrutar. Ni siquiera servir de apoyo y reconocimiento a gente de la cultura. Todo eso vino después y resultó una responsabilidad de peso que no habíamos previsto. Estos premios crecieron muy pronto y nos tocó a los organizadores crecer a pasos agigantados. 

-D. Ch.: Hay que reconocer que todo lo ocurrido en estos años fue apenas sin darnos cuenta. Vimos claramente en el 2004 que hacía falta mover el tejido musical en Aragón y empezar con eso nuevo de Internet a publicar noticias, hacerle más caso y que no dependiera de los medios entonces convencionales. Al mismo tiempo y porque se hacía desde el cariño, el simple hecho de hacer, difundir y promover  nos llena. No es fácil. Se le dedica mucho tiempo a pesar del poco que tenemos por nuestros distintos trabajos.

-¿Qué servicio da a su sector? ¿Cuál es la principal virtud de estos premios?

-De cada gala salen contratos de conciertos con gente del sector, entrevistas e, incluso, nos pide habitualmente gente premiada certificados tanto para currículums como para sumar méritos en distintos concursos públicos y oposiciones. Esto hablando de situaciones concretas. En general hay que tener en cuenta que cada edición es seguida por distintos medios ya desde el acto de nominaciones y transmitida por Aragón TV. Al final hay a gente a la que se le van quedando nombres en la cabeza a veces de modo más consciente, otras sin querer. Hoy el objetivo final sería que se hablara algún día desde el mercado, las aulas y el gimnasio de lo que pasa en cada edición. Tenemos mucho talento local y es una excusa para que seamos conscientes de ello. A ver si nos queremos más.

-Este año, en el Palacio de Congresos de Huesca se celebra por fin la gala, para tiempos de pandemia.

-Considerando años anteriores, se trata de una edición de los Premios de la Música Aragonesa del todo atípica. Primero por salir al fin de Zaragoza, que es como nos hubiera gustado que se recordase. Pero va a ser la de la pandemia y el hecho de que se celebre pienso que es muy importante para que la moral del sector no decaiga definitivamente. Tenía que celebrarse como fuese y no sirve un marco virtual. A una distinción le da también valor la calidad de la ceremonia de entrega de la misma. La gente nominada ha trabajado mucho y nosotros les debemos una gran gala.

-Show que se retransmitirá en riguroso directo vía streaming, desde la plataforma Aragón Cultura de la Corporación Aragonesa de Radio y Televisión.

-Este año no hemos sacado entradas a la venta. El aforo va a estar por debajo incluso de lo que recoge la ley. Queremos hacer las cosas bien. La gente que trabajamos en la cultura somos especialmente responsables. La labor de la Corporación Aragonesa de Radio y Televisión a la hora de recoger en directo y de forma gratuita el acto más allá de las cuatro paredes del Palacio de Congresos de Huesca es más importante que nunca. El día 9 de octubre, viernes, se transmitirá, además, a través de Aragón TV. La Corporación es otra de las entidades que se han embarcado en esta locura, hace ya unos años, y no podemos estar más agradecidos.

-Y este año se les suma la Universidad San Jorge como entidad patrocinadora.

-Hay muchísima sintonía con la Universidad San Jorge, la verdad. De hecho trabajaremos conjuntamente más allá de la gala. Tanto la San Jorge como nosotros tenemos muchas ganas de hacer cosas y esa actitud funciona como un imán que atrae inevitablemente. No va a ser un matrimonio de dos días. Van a salir cosas muy bonitas. 

-¿Qué destacarían de los nuevos profesionales nominados?

-Otro año más vuelve a haber sonidos dispares, trabajos muy diferentes entre sí, gente joven compartiendo listado de nominaciones con nombres que admiran. El Aragón musical es diversidad y, de nuevo, este hecho queda reflejado. Luego está el tema del talento: las corrientes culturales que se dan en Aragón difieren de lo habitual y disfrutarlas de cerca es un gran privilegio.

-En su evento siempre hay sorpresas y tono de fiesta.

-Desde hace ya años ni siquiera avanzamos una sola actuación y dejamos premios especiales sin despejar, incluso, a veces, hasta para quién lo va a recibir. El factor sorpresa nos parece importante porque una entrega de premios, para qué engañarnos, es siempre aburrida. En esta gala intentamos que cuando a alguien le vayan a entrar ganas de bostezar piense que la gran sorpresa puede estar muy cerca. Quizás, quién sabe, se vuelva a casa con un premio sin saberlo (risas) o, como mínimo, descubriendo a jóvenes grandes artistas. El tono debe ser de fiesta, intentamos que suponga la fiesta anual de una parte de la música aragonesa.

-¿Qué es lo más bonito que les han dicho en todo este tiempo?

-S. F.: Leer una entrevista con José Ángel Delgado, uno de los fundadores de los Premios Simón, en la que afirmaba que los Premios de la Música Aragonesa tienen mucho que ver en el inicio de los Simón. Creo que más importante que el trabajo de uno es la inspiración para que otra gente inicie proyectos.

-D. Ch.: Yo recuerdo con especial cariño las palabras que entre otros, siempre nos regala Antón Castro.  Se declara además fan de estos Premios.

-¿Alguna anécdota resultona que haya sido sonora?

-S. F.: Cada año participan en la gala artistas de fuera de Aragón, bien para hermanarse con Aragón, bien para recibir el Premio Global de la Música Aragonesa, bien para ambas cosas a la vez. Y siempre se sorprenden del nivel de la gala. En la mayoría de territorios de España no hay algo así, afirman. Nos hace valorar lo que hacemos y la música de nuestra tierra.

-D. Ch.: Yo recuerdo una muy graciosa el año que entregaron juntos Carbonell y Labordeta. Este año que se nos fue Joaquín, ya sabéis que le encantaba hablar y José Antonio le tuvo que cortar para decirle “Joaquín aquí hemos venido a entregar un premio, no para escucharte”. 

-Confesión: ¿Con qué premio lloraron?

-S. F.: En cada gala. Con muchos. Es difícil expresar lo que se siente al ver la reacción de gente que se ha dejado la piel y esa noche, al menos, recibe un reconocimiento. Al día siguiente le tocará seguir trabajando duro lejos del glamour, pero, al menos, alguien le dijo una vez en público: tú vales. Y recibió un aplauso por ello, por valer. También he llorado por personas que me ha parecido muy injusto que no se llevasen nada; pienso que esa es la mayor miseria y, a la vez, la mayor grandeza de cualquier concurso o entrega de premios. 

-D. Ch.: Para mí, uno de los momentos más emotivos, fue darle el premio póstumo concedido a José Antonio Labordeta a su viuda Juana en el patio de butacas del Teatro Principal. Un premio a la trayectoria ya previsto y que no nos dio tiempo a dárselo en vida. Me tocó a mí bajar a entregárselo por no poder subir ella al escenario y estar rodeado de todo el público emocionado y aplaudiendo, fue un momento impactante.

-¿Cómo ven a Teruel en lo que a música se refiere? Artistas, certámenes, directos, etc. 

-S. F.: Este año he estado escuchando mucho a EFFE. Son muy de verdad. Están, además, nominados a esta edición de los premios. Les programamos un concierto en la Azotea del IAACC Pablo Serrano en pleno verano del año pasado, y las altísimas temperaturas no pudieron con su energía. Isabel Marco ha firmado dos discos en solitario más que destacables. Azero son ya unos clásicos con nueve discos desde La Codoñera. Me encantan también Los Drunken Cowboys y Chocabeat.

-Y también géneros: pop, rock, blues, rap, swing, cantautor, música popular, sonidos celtas, sefardíes, copla… Teruel vive un momento dulce en su universo sonoro.

-Como sucede en el resto de Aragón, hay estilos muy diversos en Teruel. La pena es que por falta de infraestructuras que haga más fluida la comunicación haya personas que puedan pensar que somos tierra de segunda, cuando la gente que conocemos bien el territorio sabemos que no es excepcional solo en paisajes y patrimonio artístico, el patrimonio inmaterial está, sin lugar a dudas, a la altura del resto. Estamos viviendo un momento dulce en Teruel que ojalá sepa apreciar también la gente que no vive en Aragón.

-Y este año con AliciaGe, Elem, Erin Memento, Viki Lafuente… se constata la gran cantera que siempre oferta la música aragonesa, en continua reinvención y proyección.

-Lo tenemos comprobado. Cada generación de grupos y solistas supera a la anterior. No solo porque toquen mejor, a nivel creativo son bestiales y como tienen acceso continuo a mucha información no descartan nada a la hora de mezclar estilos. Los grupos aragoneses de ahora crean sin cortapisas estilísticas ni prejuicios musicales.

-Chicas componiendo y tocando, cada vez más en desbordada paridad. 

-Siempre ha habido, pero nunca en tanto número. Por ejemplo, las propuestas que has nombrado en la pregunta anterior se creen la música hasta el punto de darlo todo por ella y tener claro que es a lo que quieren dedicarse. Desde luego, pueden planteárselo, porque su nivel es el máximo.

-En el apartado de videoclip, ¿no faltan los de Curro Fatás, ‘Un murciélago, un pangolín y un chino’, ‘Coronavirus’ o El baile de la nueva normalidad? (Risas)

-Pues sí (risas). Lo cierto es que hay solo cuatro nominaciones y se quedan, al final, muchas fuera. En esta y en otras muchas categorías más. Curro Fatás es un grande de la cultura y habrá que reconocérselo oficialmente antes o después para que la gente tenga claro el talento que tiene en su tierra.

-Un mensaje a las salas, a las que también reconocen, en estos tiempos duros de pandemia.

-Su situación es grave. Se ha estigmatizado el sector injustamente. El mensaje es la reinvención, pero no siempre es posible, también hay que ser realistas. Nosotros formamos parte de la franquicia de MondoSonoro Aragón. En este sentido, nuestra situación es también extrema. Vamos de la mano de las salas, que son las que confían en la revista ingresando publicidad. Y a través de las salas, y otros sitios relacionados con la cultura, repartimos, además, la revista. No solo las entendemos; en este viaje vamos juntos y nos hundimos a la vez. Esperemos salir a la superficie antes de quedarnos sin oxígeno. 

-Aunque, como dijo Bunbury, “es mentira que el deseo siempre es verdad”, ¿una ilusión prudente para terminar el año tras la gala?

-S. F.: Nos gustaría dar una imagen del sector en la gala de gente trabajadora y responsable. Si alguien toma buena nota y nos dejan hacer más actividades nos daremos por muy contentos. No sé si es una ilusión prudente, pero es que la ilusión, ilusión es.

-D. Ch.: Deseo que se pueda seguir avanzando. Sin miedos. Con prudencia pero decididos a continuar, en la vida y en lo cultural también.