

De cuando el Torico estuvo en Calamocha para librarse de los bombardeos de la Guerra Civil
Un artículo del último número de la revista ‘Xiloca’ narra cómo Víctor López Izquierdo lo protegióEmpezó todo con una anécdota. Cuando la profesora Mª Victoria Isabel López González explicaba los avatares de la vida de su abuelo Víctor López Izquierdo, secretario durante 25 años en el Ayuntamiento de Calamocha (1917-1942). Hijo adoptivo de la villa de la que siempre guardó un grato recuerdo, como de pasada, nos contó que durante la Guerra Civil recibió la orden del gobernador el 10 de julio de 1938 de compatibilizar ese cargo con el mismo pero, interinamente, en el Ayuntamiento de Teruel. Así estuvo hasta finales de este mismo año.
Lunes y viernes por la mañana trabajaba en Calamocha y el resto de la semana en la capital de la provincia que se hallaba en plena reconstrucción tras la batalla y prácticamente en ruinas. En esas condiciones, la imagen del Torico que campeaba como siempre sobre la columna de la plaza principal, se hallaba a merced de bombardeos o tiroteos que podían deteriorarla o destruirla. De ahí que tomara la decisión de llevarse a su casa de Calamocha, en la plaza España junto al Ayuntamiento, esa imagen tan emblemática para los turolenses. Allí se conservó hasta que, cinco meses después cuando la ya ciudad de Teruel empezaba a recuperar la normalidad, la devolvió a su ubicación habitual.

Una anécdota curiosa que recogía Mabel en su artículo que firma junto a su hermana María Milagros, científica del Instituto Valenciano de Investigaciones Agronómicas (Ivia) anexo al CSIC y por Gerardo Caja López, asimismo nieto de Don Víctor y catedrático emérito de Zootecnia en la Facultad de Veterinaria de la Universidad Autónoma de Barcelona. Todos ellos emotivamente presentes en el acto, junto a otros familiares que quisieron así aprovechar la presentación de la revista para volver a la villa de sus orígenes con la que se sienten plenamente identificados.
¿Por qué la presentación de Xiloca en el salón de actos del IES Valle del Jiloca? Muy sencillo, porque entre los artículos de la revista se incluía una concienzuda crónica de este Instituto de Educación Secundaria desde 1990 hasta 2025, realizada tras su reciente jubilación por Patrocinio García Muñoz, antigua alumna del centro y luego profesora de Inglés del mismo. A lo largo de su investigación, que divide en siete etapas, describe y analiza desde una perspectiva personal y apasionada lo que fueron esos 35 años de vida académica. Desfilan por la crónica directores, profesores, personal no docente, alumnos … con los problemas que se iban planteando en cada momento y las soluciones que, a menudo sobre la marcha, debían ofrecer pensando siempre en el beneficio del alumno.

De toda su brillante intervención nos quedamos con lo que podemos llamar “la soledad del claustro” cuando debía abordar importantes cuestiones docentes y no docentes. A menudo “solos ante el peligro” conscientes que la Administración educativa no siempre llegaba a tiempo para resolverlas.
El acto resultó, como decimos, muy emotivo. Por un lado, por la notable presencia de buena parte del claustro profesoral con su directora Yolanda a la cabeza, docentes que de esta forma quisieron testimoniar su homenaje particular a Patro. De otra, por lo que suponía para la descendencia del antiguo secretario Don Víctor López y del Doctor Caja reencontrarse con sus orígenes a orillas del Jiloca.
Una bella presentación que fue presidida también por Mercedes Rubio en representación del Centro de Estudios del Jiloca, institución que trata de reforzar sus lazos con los profesores de los institutos y escuelas de la comarca, así como con la descendencia de sus hijos más preclaros.
No lo olviden los turolenses, la imagen totémica de su Torico también ha estado en Calamocha.