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De la Fundación de la Villa al Sermón de las Tortillas, historias de Teruel con gracia De la Fundación de la Villa al Sermón de las Tortillas, historias de Teruel con gracia
Los médicos no consiguen sanar al rey Jaime I El Conquistador que en su visita a Teruel se encuentra indispuesto. Bykofoto/A.G.

De la Fundación de la Villa al Sermón de las Tortillas, historias de Teruel con gracia

Albishara lleva su espectáculo de leyendas y tradiciones a las pedanías los domingos de mayo
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¿Cómo se funda la ciudad?, ¿Por qué hay un portal que se llama de la Traición?, ¿qué significa el Sermón de las Tortillas?. Estas son algunas de las preguntas que se ha hecho el grupo de teatro Albishara y a las que dan respuesta -eso sí, a su manera- en el espectáculo Historias y Leyendas de Teruel. Este ciclo de  teatro promovido por la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento, que durante todos los domingos de mayo va a llegar a los diez barrios pedáneos turolenses, comenzó ayer en Castralvo y Aldehuela.
Seis actores y actrices de la compañía teatral turolense interpretan a diferentes personajes históricos para narrar de una forma amena y divertida estas historias y leyendas, que han pasado de generación en generación, pero que no son muy conocidas por la gran mayoría de los turolenses. Con guiños al presente, intercalan figuras históricas, como los reyes Alfonso II El Casto o su nieto Jaime I El Conquistador, con otros inventados como la Provi, la cocinera que eligió el sitio donde se fundó la ciudad de Teruel. O lo que es lo mismo, la Providencia.
El concejal de Cultura, Carlos Méndez, explicó que el objetivo de este ciclo de teatro es llevar espectáculos culturales a los barrios rurales y qué mejor manera de hacerlo que con historias de Teruel menos conocidas, porque no son tan famosas como la de los Amantes y la de la construcción de las torres mudéjares. Este además no va a ser el único ciclo que se hará en las pedanías porque se han previsto otros nuevos para más adelante. 
En la propuesta que ahora se ha puesto en marcha a las dos actuaciones que se realizaron ayer les seguirán el 9 de mayo por la mañana en Caudé (frontón) y por la tarde en Concud (zona de las escuelas), el 16 de mayo por la mañana en San Blas (frontón) y por la tarde en El Campillo (recinto fiestas), el 23 de mayo por la mañana en Tortajada (salón festejos) y por la tarde en Villalba Baja (frontón), y el 30 de mayo por la mañana en Villaspesa (frontón) y por la tarde en Valdecebro (frontón). Las de la mañana son a las 12 horas y las de la tarde a las 18 horas. 
En los casos en los que la instalación no sea cubierta se ha buscado una alternativa en la misma localidad en caso de lluvia. En todos ellos, además hay que entrar con hidrogel y las sillas se han colocado siguiendo las agrupaciones y el aforo permitido. Se ha calculado una entrada de cien espectadores. Ayer en Castralvo había aproximadamante la mitad.
El formato además, con  cuatro historias cortas de entre 10 y 20 minutos, se adapta muy bien a los espectadores que pueden acudir a este tipo de actuación al aire libre. Pensado para todos los públicos, ayer por la mañana acudieron familias con niños, pero es un espectáculo que llega a todas las edades.
La actuación arranca con la leyenda sobre la Fundación de Teruel. La cocinera del rey Alfonso II El Casto le está preparando las viandas para ir a la batalla cuando a este le llega la “inspiración” y decide crear una ciudad. Primero piensa en el lugar donde se juntan dos ríos -el Guadalaviar y el Alfambra- pero la Provi le convence de que es mejor un lugar más alto. A la hora de elegir el nombre juegan con las palabras toro -del ganado de la zona-  y Actuel, la estrella que ven en el cielo. “Esta villa tendrá sus fueros”, asegura el rey. Y se levantará donde ha dicho la Provi,... La Providencia.
El nieto de Alfonso II, Jaime I de Aragón, protagoniza la siguiente historia, que narra cómo se curó de una extraña dolencia en el brazo. La interacción con el público y los guiños a la localidad donde están actuando son dos ingredientes básicos de esta puesta en escena. Aquí, una bruja del lugar logra curar al monarca, de paso hacia la conquista de Valencia, después de que diferentes galenos no lograran sanarlo. Y en un salto al presente logran ver con un “extraño artilugio” cómo dos soldados llegan a Valencia a robar los ajos. “Hay que volver a pagarlos porque conquistar sí pero robar no”, dice el rey, curado de su mal con las sopas turolenses.
Siglos más tardes los reyes Pedro IV el Ceremonioso de Aragón y Pedro El Cruel de Castilla se enzarzaron en una guerra, que en Teruel conllevó una traición. Siempre se ha echado la culpa al juez que gobernaba en este momento, pero en esta propuesta teatral se pone en entredicho que fuera directamente él el culpable del asedio de la ciudad. Eso sí, el portal de San Miguel sigue llamándose Portal de la Traición. Por algo será.
De un juez, de cuyo nombre no se acuerda la ciudadanía más allá de que fuera un traidor, a otro que dirimió con su escribano lo que luego sería el Sermón de las Tortillas, una fiesta local, que se celebra el martes de Pascua, y que obedece a varios acontecimientos históricos que se celebraban en esa fecha. Para Albishara responde a un exceso de producción de huevos y otro de tubérculos -que sospechosamente se parecen a las patatas- y que acaban transformándose en tortillas para el día del sermón.