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De Roma a Irak: Prames recorre la historia de España a través de 25 batallas De Roma a Irak: Prames recorre la historia de España a través de 25 batallas
Infografía sobre las localizaciones tácticas de la batalla de Cutanda, que tuvo lugar en las proximidades de la actual localidad del mismo nombre

De Roma a Irak: Prames recorre la historia de España a través de 25 batallas

Varios autores turolenses participan en una obra que destaca la victoria de Alfonso I en Cutanda
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Desde el sitio de Sagunto (218 a. C.) hasta la caída de Numancia (134 a. C), que significaron el inicio de la hegemonía romana en el sur de Europa y la completa romanización de la península ibérica, respectivamente, hasta la batalla de Najaf (2004), en el contexto de la polémica invasión de Irak, la historia de España ha estado jalonada por infinidad de batallas que, por su importancia estratégica, por el factor táctico o por su contexto, han tenido gran impacto en su devenir histórico posterior.  

La editoria Prames ha elegido 25 de esas batallas, que abarcan un arco cronológico de más de 2.200 años, y ha publicado 25 batallas en la historia de España. De Roma a Irak. En el volumen participan especialistas turolenses como el historiador Rubén Sáez o el arqueólogo Javier Ibáñez, y otros con estrechas vinculaciones con la provincia, como Miguel Ángel Santamaría –subdelegado de Defensa en Teruel entre 2009 y 2015– o Fernando Martínez de Baños –especialista en la batalla de Teruel y autor de la última biografía publicada de Rey D’harcourt. La provincia de Teruel es la única, junto con Jaen, que repite batalla en este libro, con la Batalla de Teruel y también la de Cutanda.

25 batallas en la historia de España sintetiza esos momentos clave de la historia en 250 páginas, con abundante material gráfico e infográfico, por lo que necesariamente aporta un primer acercamiento con eminente caracter divulgativo. Según el editor, Rafa Yuste, “la intención de la obra desde el primer momento fue plantear una obra divulgativa dirigida a un amplio espectro de público, con la premisa de que los autores –cerca de una veintena de historiadores, escritores y militares– fueran expertos y capaces de hacer ese esfuerzo de resumir y sintetizar el discurso histórico para hacerlo muy accesible”. 

Miguel Ángel Santamaría, coordinador de la obra, coincide con Yuste en que existen monografías suficientemente exahustivas sobre cada una de las batallas referidas en el libro, “por lo que no es una obra dirigida a expertos, sino destinada a dar apuntes” con el doble objetivo de proporcionar una base histórica y táctica sobre cada conflicto “y servir como punto de partida para que, cada cual, profundice en determinados temas según sus propios intereses”. 

En este sentido los 25 conflictos elegidos se seleccionaron atendiendo a varios criterios: “Había batallas que tenían que estar por su importancia histórica, o por la necesidad de divulgarlas por ser especialmente desconocidas; también tenían que estar presentes los descubridores del nuevo mundo, las guerras carlistas...”, explica Santamaría.  “La idea era cubrir todo el arco cronológico desde las guerras romanas hasta la actualidad, y también todo el arco geográfico de interés para España”, matiza Yuste. 

La batalla de Cutanda

Entre las batallas especialmente desconocidas en la historiografía habitual figura la de Cutanda, que tuvo lugar en la comarca del Jiloca en el verano de 1120, en la que el emir almorávide Ali ibn Yusuf fue derrotado por Alfonso I, que decantó la balanza a favor de este último en los territorios de la actual Comunidad de Aragón. Según Yuste, “en la historiografía sobre la Reconquista se habla de las grandes batallas de Simancas o las Navas de Tolosa, pero el papel de la Corona de Aragón queda relegada, pese a que batallas como la de Cutanda, aunque solo fuera por el gran número de efectivos que se enfrentaron, tuvo importancia”.

El arqueólogo Javier Ibáñez y el historiador Rubén Sáez son los encargados del capítulo sobre Cutanda. Ambos dirigen desde hace seis años el proyecto que se dedica a investigar este capítulo histórico, y para el segundo es “un honor y un logro que la batalla de Cutanda aparezca en un libro como este”, porque le otorga auténtica carta de identidad. “Hace seis años nadie sabía de la existencia de esta batalla, pese a la expresión popular peor fue lo de Cutanda cuyo origen se desconocía”, explica Sáez. 

En el siglo XIII Cutanda no hacía referencia a la pedanía de Calamocha que es hoy, sino a una especie de demarcación comarcal de entre 150 y 300 kilómetros cuadrados en torno a su castillo. Aunque los investigadores todavía no han encontrado el lugar exacto de la batalla, la mayro fuente de datos a través de material arqueológico, sí está localizado el campamento almorávide que fue saqueado por los cristianos tras la batalla. Está al amparo del castillo, en una localización denominada Las Celadas, donde han sido hallados miles de fragmentos de cerámica, “el ajuar del campamento que desecharon los cristianos tras el saqueo”. Se sabe que allí no tuvo lugar la batalla en sí, porque durante las catas no se han encontrado restos humanos, “pero el escenario estará probablemente a no más de tres kilómetros de ese campamento”.

El Proyecto Batalla de Cutanda todavía no ha despejado las dudas más importantes sobre el episodio, pero avanza poco a poco. “Otras batallas tienen muchas fuentes documentales, pero la crónica más extensa de esta batalla, que se escribió solo 20 años después, la despachó con cuatro líneas”.  

Sin embargo tuvo su importancia, no solo porque significó que los almorávides renunciaran definitivamente a reconquistar Zaragoza sino “por el número de soldados y bajas que se dieron, que se estima muy elevado”, añade Santamaría. 

Otra de las batallas que tuvieron lugar sobre suelo turolense y que se reseñan en la obra es la Batalla de Teruel, una de las más importantes y conocidas de la historia reciente de España. Su autor es Fernando Martínez de Baños, zaragozano autor de numerosos artículos sobre el maquis, la guerra civil o la última biografía escrita sobre el coronel Rey D’harcourt, oficial al mando de la defensa del sitio de Teruel en el invierno de 1937 a 1938,e incluye el ataque inicial republicano, la batalla del Alfambra y la ofensiva de Franco que puso fin a la batalla y que abrió el frente del Ebro. De igual modo que las otras 24 batallas, el relato cuenta con abundante material fotográfico y un estilo poco técnico y orientado a que sea fácil de leer y de entender por un público no especializado.

Otra de las peculiaridades de 25 batallas en la historia de España es que incluye una no-batalla; en concreto la de Covadonga, en la que el historiador José Luis Corral aporta su punto de vista, cada vez más extendido entre especialistas sobre la historia, en cuanto a que esa batalla, que tradicionalmente se toma como el inicio de la expansión cristiana por la península Ibérica en poder del Islam, realmente nunca tuvo lugar, sino que fue un mito inventado para inspirar el expansionismo territorial de los reinos cristianos. 

Para Miguel Santamaría “esa es una visión muy interesante, y bien argumentada”, aunque no compartida por todos los historiadores. “Este relato entronca muy bien con la filosofía del libro porque no pretendemos convencer a nadie de nada. Simplemente se presenta esta línea de investigación para que quien quiera profundizar lo haga” a través de obras más exahustivas de Corral u otros historiadores. “En cualquier caso”, apunta Miguel Ángel Santamaría, “hay muchos casos en los que la historia termina confundiéndose con la leyenda. Muchas crónicas hablan de batallas que enfrentan a 100.000 soldados, y hoy en día sabemos que es muy difícil mantener a ejércitos tan numerosos, especialmente durante el pasado”. Para el exsubdelegado de Defensa en Teruel, una de las labores fundamentales de los expertos es delindar la historia del mito, “porque es muy habitual que la historia vaya mayorando esos números con el objetivo de construir mitos”. Por su parte, Rafa Yuste subraya que “estas visiones alternativas a la historigrafía tradicional son muy necesarias, sobre todo cuando vienen de un doctor en Historia y profesor universitario. Es necesario ponerlas sobre el papel para divulgarlas y suscitar el debate si es necesario”.

25 batallas en la historia de España incluye además cinco capítulos extra, marcados en rojo y que de algún modo se salen de ese objetivo de explicar parte de la historia de España a través de batallas concretas. Se trata de capítulos como las guerras sertorianas, la figura del Gran Capitán, el nacimiento del eército nacional en el siglo XIX o la no intervención de España en las guerra mundiales. “Una vez seleccionadas las 25 batallas que queríamos reflejar”, explica el editor del libro, “nos quedaban algunos flecos que creíamos necesarios explicar a través de una serie de encartes, que no son estrictamente el material que presenta el libro, pero que lo complementan perfectamente”.

Veinticinco batallas, cinco capítulos extra y dieciséis expertos en la materia

Las batallas que repasa la obra 25 batallas en la historia de España (Prames) son Segunto, Numancia, Guadalete, Covadonga, Simancas, Cutanda, Navas de Tolosa, Otumba, Pavía, San Quintín, Lepanto, Breda, Almansa, Cartagena de Indias, Pensacola, Bailén, Ayacucho, Bilbao, Baler, Alhucemas, Jarama, Teruel, Ebro, Krasny Bor y Najaf. Además se incluyen capítulos especiales sobre la guerra Sertoriana, el Gran Capitán en Italia, el nacimiento del ejérctio nacional en la batalla de San Marcial, la guerra hispano-norteamericana y la no intervención de España en las dos guerras mundiales. 

En cuanto a los autores que han colaborado en el libro son Miguel Ángel Santamaría, Gabriel Sopeña, Guillermo Fatás, José Luis Corral, Rubén Sáez, Javier Ibáñez, José Ramón Ortiz, María Pilar  Belenguer, José Calvo Poyato, Ángel Aparicio, José Manuel Guerrero, Manuel Alamán, José Ramón Urquijo, Fernando Martínez de Baños, José María Maldonado y Carlos Ruiz Lapresta, que falleció de cáncer poco antes de que el libro saliera a la calle y a cuya memoria se dedica.