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El Centro del Alabastro recupera su actividad con un bajorrelieve a seis manos El Centro del Alabastro recupera su actividad con un bajorrelieve a seis manos
Jorge Egea, Joaquín Hernández y Adrián Arnau trabajan a seis manos en el Centro Integral para el Desarrollo del Alabastro. Proyecto Alabastro

El Centro del Alabastro recupera su actividad con un bajorrelieve a seis manos

Jorge Egea, Joaquín Hernández y Adrián Arnau realizan un medallón por encargo de Albalate
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El Centro Integral para el Desarrollo del Alabastro (CIDA) de Albalate del Arzobispo empieza a sacudirse los efectos de la pandemia y durante dos semanas retoma su actividad acogiendo a los escultores Jorge Egea, Joaquín Hernández y Adrián Arnau, inmersos en un bajorrelieve colectivo realizado en la piedra por antonomasia del norte de Teruel.

Se trata de un encargo del Ayuntamiento de Albalate para ser ubicado en los porches del almudín del ayuntamiento de Albalate, un lugar emblemático que para el alcañizano Egea será “un honor poder ocupar” con un óvalo de 2x1,30 metros realizado a seis manos junto al maellano Hernández y el castellonense Arnau. Una asociación artística que lleva “muchos años compartiendo exposiciones y colaborando en distintas cosas”, como la muestra 3 Miradas Escultóricas. Interpretaciones de la figura humana que ya acogió el castillo arzobispal en 2018 con motivo de las fiestas de la capital cultural del Bajo Martín.

Egea, firme defensor de la piedra autóctona, practicará junto a sus colegas hasta finales de esta semana la talla directa sobre la piedra con maza, escarpa, gubia y formón. Juntos elaboran una obra que llevará por título Redoblarán los tambores, en la que se refleja la Semana Santa de la localidad mediante un hombre y una mujer que tocan el tambor mientras se dirigen a la localidad, representada por sus elementos patrimoniales: el castillo, la iglesia y el puente sobre el río Martín. Junto a las aguas juegan unos niños, y en otro sector del medallón aparece un vareador de oliva. De esta forma, los elementos arquitectónicos y figurativos se entremezclan en una “perspectiva imposible” de estos tres artistas realistas o figurativos.

“El relieve permite jugar con la perspectiva”, admite Egea, que en abril de 2019 ya impartió en el CIDA un curso sobre talla de bajorrelieve. Allí se enamoró de un bloque de alabastro al que dio forma en otra residencia veraniega de tres semanas para desarrollar su proyecto personal Resistencia, de nuevo figurativo.

Unidad figurativa

Redoblarán los tambores se inspira en “las esculturas del siglo XIX, hechas entre varios artistas”, algo que en esta ocasión ha sido posible gracias a que los tres escultores comparten “el mismo lenguaje, que es el arte figurativo”, de modo que “aunque tengamos características diferentes hay una unidad de conjunto”.

Antes de viajar a Albalate, en el estudio de Barcelona de Egea hicieron un prototipo en barro. Ya en el Bajo Martín, la empresa Yesal les preparó un óvalo dividido en tres tercios, uno para cada escultor.

Dado que las tallas directas “son únicas” y “nunca se vuelven a replicar”, la reproducción no será exacta con respecto a la prueba, aunque muy similar.

Además, el alabastro es tan “precioso” como “delicado”, un material “idóneo” para ocupar el pórtico de la casa consistorial siempre y cuando esté protegido para que el material no esté expuesto a las inclemencias meteorológicas. No es piedra de exterior, sino decorativa y de arquitectura de interiores. 

Difusión internacional

En el perfil de Instagram de Egea (@egea.sculptures) permanece colgado un vídeo que los tres escultores hicieron el miércoles en directo y que tuvo buena aceptación, pues se conectó público interesado de España, Portugal, Italia, Inglaterra, Suiza, Estados Unidos o México. En el vídeo, los artistas muestran su trabajo y el proceso de realización del bajorrelieve, y responden a las preguntas que les fueron formuladas. 

Para el gerente del Proyecto Alabastro, Santiago Martínez, el vídeo contribuyó a “difundir y promover tanto el material como el propio territorio”, pues los artistas recalcaron que están en Albalate. “El mundo del arte ha visto en los medios tecnológicos un escaparate más y, a través de Instagram, una cantidad no muy grande pero sí importante de gente interesada en la escultura, que es un arte minoritario, se congregó para ver lo que estaba pasando en Albalate en esos momentos”, valoró el responsable del CIDA.

Egea valora el Proyecto Alabastro que impulsa el Centro Integral y defiende que los escultores viajen a Albalate para desarrollar sus trabajos. “Para los artistas es muy interesante y lo tenemos que potenciar para, a través de materiales autóctonos, ubicar Teruel en el mapa artístico”. Según él, es importante “dar a conocer el alabastro para que otros escultores, que ya empiezan a acudir, se interesen por la materia prima y la experiencia que ofrece el territorio de poder venir a un centro como este y hacer un trabajo in situ, de la misma forma que yo voy a Italia a trabajar el mármol blanco”.

Martínez pone en valor que escultores de la calidad de Jorge Egea, que imparte clases en la Universidad de Barcelona y colabora en otras dos universidades privadas, hagan estancias en Albalate. También está estos días Anja Roemer, de Holanda, con un proyecto personal