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El conocimiento sale a la calle en las jornadas europeas sobre investigación El conocimiento sale a la calle en las jornadas europeas sobre investigación
Una niña experimenta con los entornos interactivos de realidad virtual, en una aplicación que el resto del público puede ver en un monitor a su espalda

El conocimiento sale a la calle en las jornadas europeas sobre investigación

El Campus de Teruel se reivindicó también desde las ciencias sociales
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Salvar vidas humanas gracias a la ingeniería aplicada a la medicina, utilizar la programación y los entornos de Realidad Virtual para recrear el cuerpo humano y diagnosticar enfermedades desde dentro, crear filtros que protegen nuestra piel de los efectos dañinos de los rayos ultravioleta que nos llegan del Sol o datar e interpretar correctamente los restos fósiles para conocer a qué retos nos hemos enfrentado como especie y cuáles están por venir. 

Todo eso se ha conseguido gracias al desarrollo de la ciencia y al trabajo de los investigadores, pero desde el Vicerrectorado del campus de Teruel de la Universidad de Zaragoza, que este viernes se unió a la celebración de una nueva edición de la Noche Europa de los Investigadores e Investigadoras, se reivindica que la investigación va mucho más allá de las batas blancas y de las probetas; desde los historiadores que arrojan luz sobre el pasado, para evitar que cualquier pueda hacer lecturas torticeras e interesadas de la historia, hasta los egresados en Bellas Artes que forman parte de los equipos de programación encargados de dar vida a videojuegos, animaciones y otros entornos de programación. 

este viernes la plaza del Torico se convirtió en una especie de mercadillo de la ciencia donde profesores y estudiantes de diferentes disciplinas sacaron la investigación a la calle, con numerosos experimentos, talleres, charlas y actividades en las que personas de todas las edades pudieron comprobar de primera mano el campo virtualmente infinito que abarca la investigación.

Entre las 17 y las 20 horas la zona de los porches permitió al público experimentar con vídeo juegos creados desde el ámbito de las Bellas Artes, testear los conocimientos sobre los últimos avances en la evolución humana, experimentar con instrumentos tecnológicos encargados de monitorizar las constantes vitales humanas o aprender los códigos matemáticos que están detrás de la encriptación y desencriptación de datos. 

A lo largo de la tarde se desarrollaron diversos paseos temáticos. Pedro Luis Hernando, historiador del arte, dirigió uno a través de las manifestaciones del arte mudéjar en la capital. “El objetivo es dar a conocer los estudios que se hacen en el ámbito de la historia sobre la convivencia de las culturas”, explicaba aer Hernando a pocos metros de una concentración de apoyo al pueblo palestino que se convocó este viernes en el Centro Histórico. “En un momento en el que estamos, en el que hay guerras y parece que las diferentes culturas son incapaces de convivir en paz, sabemos que hubo un momento histórico en el que sí supieron convivir”. “Quizá no fue una convivencia perfecta, ni tan ideal como a veces se ha contado, pero había una legislación, un orden y unas estructuras que permitieron esa convivencia”. 

Hernando reivindicó además la importancia de la investigación en el ámbito de las ciencias sociales. “La historia se puede interpretar de diferentes maneras, pero los hechos son los que son. Los historiadores somos académicos exactamente igual que un matemático o un físico. La validez de lo que hacemos se demuestra todos los días, porque frente a determinados grupos políticos que tergiversan la historia a su conveniencia, para transmitir determinados mensajes, está el historiador que a través de la investigación sabe qué hechos históricos son ciertos y cuáles no”. 

En este sentido se expresó también José Javier Luis, profesor de Bellas Artes en Teruel: “Estamos acostumbrados a relacionar la programación con ingenieros, pero en los entornos gráficos realizados por ordenador, para videojuegos, aplicaciones, entornos de Realidad Virtual o cualquier otro, tiene que haber artistas gráficos que desarrollan los personajes, los entornos, las texturas, espacios, iluminación y un montón de cosas que tienen que ver con lo visual...  este viernes llevó hasta el Torico una demostración de videojuegos desarrollados por algunos de sus alumnos, “que es una forma atractiva de que aprendan a desarrollar esos gráficos y aplicarlos en un mundo que parece tan diferente a las Bellas Artes como la programación, pero que en realidad no lo es”. 

Desde Bellas Artes también se construyó una cámara de luz con un estenopo de forma que el público podía pasar a su interior y comprobar cómo se forma una imagen invertida sobre una superficie. Este principio, que desarrolló Leonardo da Vinci para pintar paisajes, está detrás del funcionamiento de las cámaras fotográficas y del propio ojo humano.

Muchos de los que pasaron por el Torico participaron también en un taller sobre evolución humana, dirigido por el profesor Rafael Royo, que admitió que el gran público todavía no lo tiene demasiado claro a la hora de distinguir entre un hombre de Neanderthal y un Homo Sapiens. “Es importante trabajar este tipo de contenidos, porque en ocasiones somos antropocentristas y nos vemos a nosotros mismos como algo fuera de la naturaleza, como si no perteneciéramos a ella”. Algunos de los experimentos y juegos disponibles al público demostraban precisamente que además de pertenecer al género homo, también somos mamíferos, primates y homininos antes que homos. 

El broche de oro de esta jornada en Teruel, destinada a impulsar las vocaciones investigadoras entre los jóvenes, lo pusieron los monólogos científicos de los investigadores monologuistas del grupo RISArchers-Unizar, presentados por el actor Jota Sánchez (Teatro Indigesto) en el bar Happiness de la capital.