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El día que un músico de Híjar grabó una de las mejores versiones de los Beatles El día que un músico de Híjar grabó una de las mejores versiones de los Beatles
Coco Fernández, Coco Balasch, Iñaki Askunze, David Gómez y Diego Martínez de Pisón (de izda. a dcha.), la última formación que llevó Castafiore en 1997

El día que un músico de Híjar grabó una de las mejores versiones de los Beatles

Jordi Planas incluye en su ‘top100’ el tema que grabó Castafiore, con Jesús Fandos y Coco Balasch
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Yesterday está considerada como la canción con más covers de la historia y The Beatles como la banda más versionada de todos los tiempos -al menos desde la segunda mitad del siglo XX-, según la mayoría de expertos. Ningún gigante de la música contemporánea puede considerarse como tal si no ha grabado algún tema de Lennon o McCartney; Rolling Stones, Billie Eilish, Ella Fitzgerald, Joe Cocker, Elton John, Stevie Wonder, David Bowie, Nina Simone, Phil Collins, Sting, Metallica, Amy Winehouse... la lista es interminable.

Pero como había que destajar por algún sitio, el periodista catalán Jordi Planas, crítico musical, escritor y uno de los mayores expertos españoles en la banda de Liverpool publicó el pasado año The Beatles: las 100 mejores versiones (Le Noir), una guía con las mejores versiones beatelianas que se han hecho en todo el mundo en estilos tan diferentes como folk, jazz, punk, rap, reggae o country a lo largo de los últimos 60 años.

Lo peculiar es que entre todas las grandes estrellas internacionales de la música que mejor han versionado a los británicos, Planas solo destaca dos referencias españolas en el top 100, el A day in the life que grabó la madrileña Russian Red en 2009 y el The fool on the hill de Castafiore, un grupo zaragozano de jazz que funcionó en los años 90, donde militaron el batería Jesús Fandos, de Híjar, y Coco Balasch, contrabajista de origen francés afincado en Teruel.

Fandos y Balasch


Balasch es un músico de jazz nacido en Drancy (Francia) que ha grabado  más de una veintena de discos, desarrollando la mayor parte de su carrera en Zaragoza y que desde 2017 vive en Valdeltormo. En la actualidad toca en diferentes agrupaciones con músicos turolenses como Frankcho Gallego, Alberto Navas, Carolina Ferrer o Jesús Bellosta, y además participa en numerosos proyectos con grandes músicos españoles y extranjeros.

Balasch recuerda que fue él mismo quien propuso al resto de Castafiore grabar precisamente The fool on the hill, tema que se publicó en Magical Mistery Tour (1967). “Ese disco siempre me ha llamado la atención porque tenía alguna de las cosas más psicodélico que publicaron Los Beatles”.

El baterista de la banda que grabó aquel tema fue Jesús Fandos, nacido en Híjar y que ha desarrollado su carrera como músico y profesor de percusión en Zaragoza. El turolense, actualmente afincado en San Mateo de Gállego, recuerda aquella grabación como “algo muy bonito, una experiencia inolvidable”.

La grabación surgió a propuesta del Sgt. Beatles Fan Club de Zaragoza, uno de los clubes de beatleamaníacos más importantes y con mayor actividad de España, que llegó a contar con 1.900 miembros entre 1992 y 2017, cuando puso punto final a su actividad. Este club decidió en 1995 lanzar un disco con versiones de los Beatles, para lo que contaron con músicos y grupos de la época, la mayor parte de Zaragoza pero también del resto de España o de Argentina.
El disco se tituló Campos de Fresas, se puede -y se debe- escuchar en Spotify y cuenta con temas de Joaquín Pardinilla, El Niño Gusano, The Green Apples, Los Escarabajos o Glass Onion, un grupo formado por músicos de Híjar y de La Puebla de Híjar que versionó One after 909, también con Jesús Fandos a la batería.

“La verdad es que la mayor parte de los grupos que participaron hacían música de los Beatles, o en la misma onda”, recuerda Balasch, “y en ese contexto nuestra versión de jazz era bastante marciana”, recuerda entre risas el bajista. Jesús Fandos asegura que la versión era compleja “ya que cada uno aportábamos una formación diferente, más de batalla que de estudio, porque a pesar de que teníamos formación no pertenecíamos a ninguna escuela de jazz. Sonábamos muy bien porque teníamos magia, teníamos mucha ilusión por tocar”.  

De hecho Castafiore es una de las primeras bandas de jazz contemporáneo que existieron en Aragón, y su música, basada en el jazz de vanguardia y la  improvisación, no era en absoluto habitual en Zaragoza, y mucho menos en Huesca o Teruel.  Sus influencias iban de John Scotfield a los discos del sello Criss Cross de la época, y el único LP que grabaron, Plaza Castafiore (1994), se considera el primer  disco de jazz que se grabó en Aragón.

La banda Castafiore se formó en 1993 y duró hasta 1997, “porque se acabó esa magia y cada uno tuvo que buscarse la vida por su cuenta en la música”, recuerda Fandos. De hecho el de Híjar explica que “incluso llegamos a grabar un segundo disco con Castafiore que nunca llegó a publicarse”.

 
Jesús Fandos, hijarano que junto a Balasch, Martínez y Askunze grabó la versión


En esos cuatro años pasaron por la formación varios músicos como Coco Fernández o David Gómez, aunque entre los que grabaron aquella versión de The fool on the hill estaban tres de los fundadores, Coco Balasch (bajo); Diego Martínez de Pisón (guitarra), otro de los grandes jazzistas aragoneses -hermano de Ignacio Martínez de Pisón, Premio Nacional de Narrativa 2015-; y el hijarano Jesús Fandos (batería); a los que se unió por aquel entonces Iñaki Askunze (Saxo tenor), uno de los músicos y arreglistas más destacados de nuestro país, actualmente profesor de jazz en el Conservatorio Superior de Música del País Vasco (Musikene), y que había sustituido a Javier Lacarra.

De Askunze, Fandos recuerda que “fue un honor tocar junto a él porque es un músico de primerísima división, era grandísimo, por encima de nuestras posibilidades”, bromea.
El caso es que el guipuzcoano realizó un excelente arreglo de The fool on the hill, en clave de jazz de vanguardia, y  “sin apenas ensayarlo” como recuerda Balasch, se fueron a los Estudios Central de Zaragoza, con Juan Miguel Sánchez a los mandos.

En los noventa los Central eran uno de los estudios con más actividad de Zaragoza, y “Juanmi era un pedazo de ingeniero de sonido, un técnico fabuloso que había grabado muchos discos importantes”, entre ellos Luis Cobos, Mecano, La Unión, Kiko Veneno, La Década Prodigiosa u Olé Olé, y que actualmente dirige el Estudio Sin/Con Pasiones-Inguz, también en la capital del Ebro. “Pero aquel estudio era un sitio pequeño, muy pequeño... ¡pequeñísimo!”, bromea Balasch. Y en el jazz no se graba como en el resto de estilos por turnos, un músico cada vez y luego se mezcla, sino que han de tocar todos a la vez, dado el alto grado de improvisación que implica el género. Así que tuvieron que meterse los cuatro músicos en un espacio diminuto, con la batería, la guitarra, el bajo Fender fretless de cinco cuerdas con el que grabó Balasch, casi sin luz “y una terrible sensación de agobio”.

“El arreglo era muy complicado -como se puede apreciar todavía escuchando el tema en Spotify- y apenas lo habíamos ensayado... Pero teníamos tantas ganas de salir de allí que la primera grabación fue la buena y no hubo que repetir”, afirma Balasch.

La situación era tan sui generis, con los músicos intentando no darse codazos ni estorbar demasiado a sus compañeros, que un segundo después de acabar el tema estallaron en una carcajada que todavía puede escucharse en el disco. Quedó tan divertida y natural que Juanmi Sánchez decidió incluirla en el máster.

De eso hace casi 30 años y Jesús Fandos no recuerda bien si fueron “una o dos tomas” las necesarias, pero no ha olvidado que “la cosa fue muy rápida porque allí dentro no se podía estar de calor”. Aún así “fue divertidísimo, una gran experiencia llena de magia, en la que además Jose Miguel Sánchez se implicó muchísimo”.

Castafiore no cobró por ese tema, ya que se trataba de una colaboración altruista, “aunque puede que nos pagaran algo para costear la grabación”, recuerda casi tres décadas después Balasch.

El caso es que el disco estuvo a punto de no editarse, porque existían ciertos problemas entre algunos de los grupos que participaron en el recopilatorio y sus respectivas discográficas. De hecho Campos de fresas salió al mercado en 1995 con dieciséis canciones, fue retirado y volvió a ser reeditado poco después con catorce temas, en la versión que hoy puede encontrarse en las plataformas digitales.

Entre otras cosas Campos de fresas -traducción de Strawberry fields- destacó porque no es una recopilación con los temas que uno espera que aparezcan en este tipo de discos, sino que reúne temas menos mainstream de los Beatles, como Cry, baby, cry; Here, there and everywhere, I’m looking through you o Rain, por citar algunas. Quizá de las más conocidas del disco son I should have known better o una peculiar versión de Ob-la-di, Ob-la-da de la banda madrileña Malcolm Scarpa Quintet, rearmonizada y bastante irreconocible.

“Una versión maravillosa”


Con todo, la aportación de Castafiore, el The fool on the hill llevada al jazz de vanguardia sin ningún prejuicio, es la versión más especial de todo el disco. Eso, el delicioso arreglo sobre el que está interpretada y la fantástica ejecución, pese a estar grabada en la primera -o quizá en la segunda- toma, es lo que ha llevado a Jordi Planas a incluirla entre las 100 mejores versiones que se han hecho de los Beatles a lo largo de la historia. “Pero es que cuando la descubrí me pareció maravillosa”, admite el autor del libro.

“Cuando empecé a recopilar material para el libro tenía las 30 o 40 versiones canónicas y más conocidas, del tipo With the little help of my friends de Joe Cocker. Pero investigando e indagando di con muchísimas versiones de todo tipo, muchas de ellas estupendas, porque hay una cantidad interminable de material”, explica el experto en música. “Y cuando descubrí el recopilatorio Campos de fresas y escuché The fool on the hill de Castafiore me pareció una auténtica perla. Casi desconocida, pero maravillosa, que casi no tiene nada que ver con la original y ofrece un viaje delicioso a través de jazz”.

Y es que las cien grandes versiones de los Beatles que reseña Planas son canciones en sí mismas, inspiradas en los de Liverpool pero que sus arreglistas e intérpretes han sabido hacer suyas. “Sin desmerecer a nadie, imitar exactamente a los Beatles en cada sonido tiene mérito, pero lo realmente valioso es quien ha sabido expandir su universo musical con nuevas creaciones”, afirma el autor del listado.

Las propuestas de Jordi Planas abarcan todos los estilos imaginables, con músicos como Rolling Stones, Stevie Wonder, Bowie, Phil Collins, Nina Simone, Metálica o Elton John, que aparecen en su listado no por orden de preferencia sino cronológico. “De hecho la primera es I wanna be your man porque fue grabada por los Rolling Stones  en 1963, antes incluso de que Beatles la publicaran, porque Lennon y McCartney se la cedieron para que pudieran sacar un single”, narra el catalán.

Imposible decantarse por una, por la mejor, aunque si uno aprieta a Planas termina dando algún nombre: “Una de la que más me gustan es Can’t buy my love de Elle Fitzgerald, o el Hey Jude de Wilson Pickett”. Entre alguna de las más curiosas, el autor destaca Wild honey pie de The  Pixies, “una locura de canción mucho más punky incluso que la original, que era una rareza incluida en el Álbum Blanco”. “Y hay otra divertidísima”, concluye Planas, “del actor Peter Sellers, que recita la letra de She loves you -incluidos los yeah, yeah, yeah del estribillo-, como si fuera un texto dramático para un serial de radio”. Todas ellas pueden encontrarse en las plataformas digitales o Youtube.

De los tambores de Híjar al jazz de vanguardia


Jesús Fandos, el percusionista de Híjar que formaba parte de Castafiore cuando grabó The fool on a hill en 1995, ha participado en numerosísimos proyectos musicales, con algunos de los artistas más destacados de Aragón, como Miguel Ángel Berna. Además fue el autor de Blavatón, un disco de percusión grabado en 2001 que compuso basándose en la tradición rítmica de los tambores de Híjar y en las tres culturas medievales, localizadas en tres barrios del pueblo -San Blas, San Valero y San Antón- de cuyo acróstico toma su nombre el disco. Ese álbum contó con la colaboración  de María José Hernández, Pedro Estevan y la turolense María Pérez Collados y sus temas fueron interpretados en directo por Kataplán, espectacular agrupación dirigida por Fandos que reunía una veintena de percusionistas. Blavatón nació como el primer disco de una trilogía que nunca llegó a ver la luz, “por las envidias y esas cosas que ocurren en los pueblos de Aragón”, rememora con cierta amargura Jesús Fandos.

El turolense también fue uno de los iniciadores de los Conciertos Didácticos de Híjar, donde llegó a tocar Castafiore con el guitarrista Luis Jiménez. Durante muchos años trabajó como músico en el Gran Hotel de Zaragoza, y con diferentes formaciones, especialmente de jazz, con las que ha actuado en festivales  como Jazz al Margen de Zaragoza o en Festival de Jazz de Tánger. Más recientemente ha tocado con su propia formación, Fandos Jazz Quartet, con Chema Bello o en Los Chirinos de Curro Fatás, la formación heredera de Puturrú de Fuá.