El Encuentro de Sketchers de Teruel en una segunda edición con 70 participantes
Artistas de toda España practicaron el dibujo rápido e improvisado en sus cuadernos de viajeEl II Encuentro de Sketchers de Teruel, organizado por la Fundación Térvalis en colaboración con el Grupo @RuralSketchersTeruel, reunió durante toda la jornada de ayer por las calles del Centro Histórico a unas 70 personas procedentes de distintos puntos de Aragón, la Comunidad Valenciana e incluso puntos dispersos como Málaga o Albacete.
Elena Utrilla, directora de proyectos de la Fundación Térvalis, se mostró muy satisfecha de que se superase la cifra del año pasado: “Había 84 inscritos y finalmente han venido 70 personas al encuentro. Son más que el año pasado y es para estar muy satisfecha, porque la primera vez que se hace algo suele tener mucho tirón, pero mantener el número de asistentes el segundo año significa que gusta y que se consolida”.
Los sketchers o cuadernistas son personas aficionadas al dibujo que suelen viajar acompañadas de un cuaderno y materiales muy ligeros y minimalistas de dibujo, con los que plasman algunos de los rincones que van descubriendo en diarios ilustrados de viaje, alguno de los cuales son verdaderas obras de arte.
Noemí Casas, fundadora del grupo Rural Teruel Sketchers, explica que en sí no es ninguna técnica, ya que los sketchers suelen utilizar lápiz, sanguina, rotuladores o acuarelas. Lo que define el sketching, que viene a ser bosquejo en inglés, es que los dibujos están realizados de forma rápida, casi como si de una fotografía artesana se tratara.
El Encuentro de Sketchers de Teruel consiste en la reunión de aficionados de toda España que asisten a talleres, dibujan por libre o a través de paseos guiados por Teruel. Al final de la jornada, quien quiso -y fueron muchos- donó sus dibujos a la Fundación Térvalis, que los donará para usar en el material de merchandising que se realiza en sus proyectos solidarios.
“Al principio se nos ocurrió convocar un concurso y dar un premio al mejor sketcher”, explica Utrilla. “Pero Noemí (Casas) nos dijo que no, que imposible, porque los sketchers no dibujan para competir ni entienden que una obra sea mejor que otra. Un sketcher no concursa. Dibuja porque le gusta, no busca ganar nada ni vender sus dibujos”
Este encuentro turolense nació hace cuatro años, cuando Noemí Casas, originaria de Castellón aunque vinculada familiarmente a El Pobo creó la comunidad Rural Sketchers Teruel con el propósito de reunir a los dibujantes dispersos por la provincia. “Empezamos en Poborina Folk, fue el primer encuentro que hicimos en Teruel, y luego hemos ido haciendo reuniones en varios municipios”, explica Casas. La asociación pasó del ámbito rural al urbano convocando el año pasado un encuentro en Teruel capital con el apoyo de Térvalis, y el resultado fue tan satisfactorio que se decidió repetir”
Sobre el perfil de los sketchers, Noemí Casas explica: “Hay arquitectos, pintores o gente que ha hecho Bellas Artes, pero la mayoría somos aficionados con otras profesiones a los que nos gusta dibujar”. Lo esencial, añade, es que “es una forma fácil, espontánea y rápida, que se hace al aire libre y admite cualquier material: lápiz, tinta, acuarela, sanguina…”. “También nos llaman cuadernistas porque guardamos todos los dibujos en un cuaderno. Cuando viajas, lo llevas contigo y vas registrando los lugares que visitas: hoy Teruel, mañana Zaragoza, pasado París”.
Se empezó a hablar de sketching como tal hace un par de décadas en Estados Unidos. Pero hoy es un movimiento global impulsado por las redes sociales, en especial Instagram. En España existen más de 200 grupos que organizan quedadas para dibujar en distintas ciudades o entornos naturales. “Se proponen lugares y la gente se reúne solo por amor al arte”, resume Casas.
El encuentro de este año mantuvo la estructura del anterior: dos talleres por la mañana con 20 alumnos en cada uno, dirigidos por artistas invitados, y un programa libre de dibujo colectivo por la tarde.
Las localizaciones escogidas fueron algunos de los lugares más representativos de la ciudad: la plaza del Torico, la plaza del Obispado, los alrededores del viaducto —dibujado desde la cafetería del Centro Social San Julián por su espectacular perspectiva— y los jardines de San Pedro, desde donde se representa una de las vistas más reconocibles del conjunto mudéjar turolense.
El objetivo era compartir experiencias, aprender unos de otros y disfrutar de la jornada en comunidad. “Nosotros marcamos una ruta para orientarles, porque hay gente que no conoce Teruel , pero quien quiere puede ir por libre. Lo importante es compartir: miran los dibujos de los demás, preguntan cómo lo han hecho, intercambian técnicas. Está muy bien”, señala Utrilla.
Aunque todos los dibujos tienen el sello de la premura con la que han sido realizados, algunos de ellos sorprenden verdaderamente por su calidad, su acabado o la sensibilidad con la que ha sido realizado. La Fundación Térvalis también ha visto en este movimiento una oportunidad de promover el arte local a través del merchandising. Cada año seleccionan dibujos de los que donan los participantes para incorporarlos a productos propios, como libretas o tazas, que se comercializan en ediciones limitadas a través de los Centros Especiales de Empleo. “Vamos variando los dibujos cada cierto tiempo para mantener lo especial y único del producto”, explica Utrilla. “Con los de este año ya tenemos un fondo bastante grande y seguiremos haciendo lo mismo”.
El encuentro pretende consolidar Teruel como un referente para los aficionados al dibujo urbano y rural. Casas y Utrilla coinciden en que lo más valioso del evento es la diversidad y el espíritu de comunidad que genera. “Desde niños hasta mayores, todos caben en el sketching”, dice la fundadora del grupo. “Cada uno con su estilo y su técnica, todos compartiendo la misma pasión: mirar el mundo y dibujarlo”.
Talleres
Los talleres que se celebraron durante la mañana de ayer corrieron a cargo de Mario Álvarez y Ángel Germán Simarro.
El primero de ellos impartió el taller Compón con poco, en el que “se comprimen un montón de conceptos y de experiencia” sobre composición en dibujo, pintura y fotografía. Según el artista, además de seguir ciertas reglas de composición -o de no seguirlas, siempre que se haga de forma consciente- es importante tener claro los sujetos protagonistas de una obra, y minimizar el número de elementos y detalles presentes, “porque en el dibujo la mayor parte de las veces menos es más”.
Por su parte el pintor Ángel Germán impartió un taller de dibujo en gran formato, que en ocasiones se queda sin sitio en los cuadernos de los sketchers. El artista aseguró que los asistentes al taller mostraban un nivel muy bueno de dibujo, y que “con solo un par de indicaciones se pusieron manos a la obra”.
