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El VI Rally Cinematográfico Desafío Buñuel quedará hoy visto para sentencia El VI Rally Cinematográfico Desafío Buñuel quedará hoy visto para sentencia
Imagen del equipo dirigido por Chus Verdú Seva, ayer en la plaza del Torico, rodando una escena de 'Y un jamón'. Carmen Pérez

El VI Rally Cinematográfico Desafío Buñuel quedará hoy visto para sentencia

A las 12 horas termina la competición y por la noche se dará a conocer el ganador
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El Desafío Buñuel quedará hoy visto para sentencia a partir de las 12 horas, cuando está previsto que los cinco equipos en competición entreguen al jurado sus cortometrajes en un acto público que tendrá lugar en la plaza del Torico. El jurado deliberará a partir de entonces y a las 21 horas de esta noche comenzará la gala en la que se proyectarán los cortometrajes finalizados y se anunciarán los ganadores. La gala estaba prevista en un principio en el auditorio del Parque de Los Fueros, aunque las previsiones de lluvia han obligado a cambiar el espacio al Teatro Marín. La entrada a la gala será libre y gratuita hasta completar aforo, aunque para controlarlo será necesario retirar una invitación, entre las 18 y las 20 horas, en la propia taquilla del teatro.

Atrás habrán quedado 48 horas frenéticas en las que cinco equipos han recorrido la ciudad sin descanso para completar cada cortometraje, trabajando a gran velocidad y apenas durmiendo.

Por el camino ha habido problemas de última hora para resolver, soluciones improvisadas que en ocasiones han sido más ingeniosas que lo previsto en el guion o golpes de suerte que cada director ha sabido aprovechar a su manera.

El equipo rojo dirigido por Chus Verdú Seva, que ha rodado la comedia Y un jamón, asegura que se lleva muchas anécdotas de Teruel, pero que en la ciudad también los recordarán una buena temporada. “Entre otras cosas por la escena en la que simulaban que una persona caía por el acueducto”. “Mientras Covi yacía en el suelo, interpretando el accidente, autos y personas frenaban para auxiliar y llamar a Emergencias. La verdad es que es para agradecer la hospitalidad”.

 

Los técnicos montaban ayer a toda velocidad en el Albergue City Backpackers. Javier Escriche


Todavía más especial ha sido para el equipo mexicano dirigido por Pato Rivera, que ha rodado El mal de Inés después de obtener el pasaporte al Desafío Buñuel 2023 tras ganar esta primavera el certamen hermano en el país azteca. Rivera asegura que “hemos sentido presencias y energías desde que llegamos a Teruel. Cosas que cambian de lugar, ventiladores que se desenchufan solos… Incluso un día en el baño llegamos a ver a un hombre vestido totalmente de negro pasando por detrás de nosotros, pero en el Albergue nos dijeron que solo estábamos nosotros hospedados ¿Tendrá algo que ver que en nuestro corto aparezca el Ente?”.

En busca de pilas

Marina Badía, directora del equipo azul que rueda La Ceremonia del Círculo, tuvo que sacar la artillería pesada -sombrillas de la playa-  durante un rodaje en la Escalinata, para evitar desmayos no previstos por el guion. “Y tuvimos que dar muchas vueltas por Teruel para encontrar pilas, ya que al parecer los equipos de Desafío Buñuel hemos agotado todas las existencias de la ciudad. Yo creo que esto es una gran oportunidad para adoptar un nuevo patrocinador”.

La interacción de los equipos de rodaje con la ciudad ha sido constante y divertida, aunque no siempre fácil. Sofía Corral, director del equipo marrón que ha rodado La señora, necesitaba cortar la calle Nueva de Teruel el jueves poco después de las 12 horas, recién comenzada la competición. “Algo que según los turolenses y el tren turístico es imposible”, explica la directora. “Y nosotros, gritando como becerros en el intento, se ve que nos hemos colado en el audio del equipo que estaba trabajando al lado”.

Y Ferrán Brooks, director del equipo verde que rueda Solo te pedí las putas llaves, también asegura que se marcha de Teruel con muchas experiencias en la maleta, porque “Teruel es una ciudad de cine y de recuerdos inolvidables, sin lugar a dudas”. Entre otros, Brooks se queda con “las hormigas que fueron nuestras invitadas sorpresa -detalle muy buñuelano, por cierto-, aquella noche de pizzas en Arizona acompañada por la procesión de los satélites de Elon Musk y un café que revive hasta a los muertos... este secreto nos lo guardamos”.

Importantes premios

Para los directores la experiencia en el Desafío Buñuel será algo que se llevarán para siempre, aunque tampoco está de más que aspiren a premios importantes.

El ganador del VI Desafío Buñuel se llevará un premio dotado con 4.000 euros, además de 1.000 euros de alquiler en equipo cinematográfico y de fotografía en Welab. Además este equipo quedará seleccionado para su participación en el Desafío Buñuel de México, que tendrá lugar en la ciudad de Tepic, Nayarit. La organización mexicana costeará el viaje y el alojamiento a dos de sus miembros y el resto del equipo se completará con profesionales locales o, en caso de que quieran participar más integrantes, deberán costearse ellos mismos el viaje.

Además la película que se lleve el premio del Público percibirá un galardón dotado con 1.000 euros de alquiler en Welab, y el jurado también otorgará diversos trofeos sin dotación que reconocerán a los ganadores de las diferentes categorías.

El rally Desafío Buñuel es una iniciativa de promoción social, turística y cultural que nace con la finalidad de estimular la creación cinematográfica y la difusión de la ciudad de Teruel, y está convocado por Gobierno de Aragón, a través de su Departamento de Educación, Cultura y Deporte y Fundación Amantes de Teruel, con el apoyo de Diputación Provincial de Teruel, Ayuntamiento de Teruel, Instituto de Estudios Turolenses, Fundación Ibercaja, Caja Rural de Teruel, Comarca de Teruel, Grupo Tena y RENFE y Aragón TV.
 

Alonso Alamán, Pimpi López Juderías y Manolo Rodarte, de izquierda a derecha, ayer en Teruel. Javier Escriche

Impulsar la cultura

Además del equipo dirigido por Pato Rivera, procedente de Torreón, en el estado mexicano de Coahuila, el VI Desafío Buñuel que se está desarrollando desde el jueves cuenta con dos ilustres visitantes desde el país centroamericano. Se trata de Manuel Rodarte, director del Desafío Buñuel México que esta primavera celebró su primera edición en Tepic (Nayarit), con una excepcional acogida, y Alonso Alamán, músico que en aquel certamen se ocupó de crear las bandas sonoras originales de los cortometrajes, y que en esta ocasión hará lo propio con cuatro de las cinco películas que compiten.

Rodarte admite que todavía sigue sorprendido con el éxito y la acogida por parte del público mexicano del Desafío Buñuel México que se organizó en Tepic, que ganó Pato Rivera con Memoria de un pez y en el que, por cierto, la turolense Ester Llorens y su La golfa, logró tres premios, el de Mejor Guion, Mejor Dirección y Mejor Interpretación Femenina, gracias a Mónica Bejarano.

“Cualquier festival que organices en una ciudad tiene que estar arropado por la población”, explicó el cineasta mexicano, “pero dábamos por hecho que las primeras veces siempre son difíciles. Pero en Tepic la gente se volcó; tuvimos 70 personas en el casting, 25 proyectos candidatos a participar, y en la gala de clausura llenamos un teatro con 1.400 personas. Fue increíble”.

Para Rodarte, que está convencido de la continuidad del Desafío Buñuel al otro lado del Atlántico, esta iniciativa es perfecta para el desarrollo “de ciudades como Teruel y Tepic, que en su contexto son muy parecidas, en el sentido de que son ciudades pequeñas, donde promocionar el arte y la cultura tiene todavía más importancia”.

Músico

Alonso Alamán, por su parte, es un músico que, aunque admite que lleva relativamente poco tiempo trabajando para el cine, tiene mimbres para ser una de sus grandes referencias en el futuro de la composición de bandas sonoras. Alamán creó la música de La hija que compartimos, de Manuel Rodarte, y a partir de ahí se convirtió en el compositor oficial del Desafío Buñuel México. “La música la verdad es que quedó muy bien”, explicaba ayer, “y cuando la escuchó Pimpi López me dijo que tenía que ir para Teruel. Y la sorpresa más linda fue encontrarme con que aquí he tenido la misma calidez en la acogida que en Tepic”.

Alonso Alamán ha sido el encargado de componer la música de cuatro de los cinco cortos, Y un jamón, El Círculo de la ceremonia, Solo te pedí las putas llaves y El mal de Inés -el equipo de La señora ya tenía su propio concepto musical creado-.

Aunque el mexicano ya tenía ayer buena parte de su trabajo concluido, no ha sido ni fácil ni rápido y todavía ha tenido que apurar las últimas horas depurando los flecos. “Trabajo sin ver imágenes y eso es un problema, pero teniendo en cuenta el guion y lo que me cuenta el director que tiene en mente estoy bastante contento con los resultados”.

Compuesto el motivo principal para cada escena, una vez que el montaje está terminado toca hacer lo que denomina conform, es decir, “hacer que la música empiece y termine donde tiene que hacerlo y cambiar algún tema si vemos que no funciona con la escena”.

Alamán explica que en uno de los cortometrajes utiliza sonidos basados en las marchas procesionales de Semana Santa, “para lo cual estuve tres días escuchando todo el rato marchas procesionales”, explica Alamán. “Eso me sirvió para darme cuenta que hay muchísimas películas que se basan en ese estilo, tan grandes como Vengadores, por ejemplo”.

Para otros de los cortometrajes de Desafío Buñuel se ha basado en Chopin, en músicas minimalistas y juguetonas tocadas con percusiones como xilófonos, o cuerdas y piano más emotivas. “Afortunadamente cada corto tenía su identidad y su personalidad muy definida, y eso me ayuda mucho a que la música, que tienes que componer en un breve espacio de tiempo, no suene parecida”.