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“En el circo somos superhombres; es necesaria esa actitud de nosotros” “En el circo somos superhombres; es necesaria esa actitud de nosotros”
Uno de los espectáculos de ‘Compañía IO’

“En el circo somos superhombres; es necesaria esa actitud de nosotros”

Compañía IO presenta hoy en el auditorio de Los Fueros su espectáculo ‘Espacio Compartido’
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Nuria Andrés

No es fácil vivir del espectáculo, pero, si en el circo, con esfuerzo e ilusión, todo se puede conseguir, en la vida real, también. Este es el lema de Álvaro Reboredo y Álvaro Pérez, quienes, en 2016, formaron la compañía de teatro gestual IO. Hoy llegan a Teruel con su Espacio Compartido, una función que supone una mirada al futuro, pero también, una vuelta a sus orígenes, pues, se trata de una reedición de su primer espectáculo, Contiguo, pero en esta nueva obra, incorporan cambios en la dramaturgia e incorporan una nueva escenografía y una arriesgada composición estética. Hablar de la obra de la Compañía IO es hablar de la búsqueda de una nueva forma de expresión artística, un espectáculo en el que el circo se vuelve un lenguaje con un alfabeto que son la danza, la acrobacia, el teatro físico y el humor.

En Espacio Compartido, Reboredo y Pérez, ofrecen un espectáculo para todos los públicos en el que ambos artistas juegan con la temática de las relaciones humanas. Ellos son compañeros de trabajo desde hace tiempo, y en esta función, reflejan su relación, a la vez que la extrapolan a otras conexiones sentimentales, de amistad… Todo esto mientras, también, muestran su dominio en técnicas de acrobacia de suelo, Rueda Circ, la técnica de la cuerda lisa aérea… componiendo su propio imaginario que hoy comparten con el público de Teruel a las 22:15 horas en el Auditorio Parque Los Fueros- Ricardo Eced.

-En su espectáculo buscan un nuevo lenguaje a través de la poesía, las acrobacias, el teatro gestual… ¿El circo se puede convertir en un medio de expresión?

-Sí, el circo conlleva esa búsqueda de la técnica y nosotros, desde esa técnica, intentamos profundizar un poco más y mostrarnos a nosotros mismos. Es decir, queremos exhibir ese lado interpretativo del acróbata. El circo contemporáneo ahora se compone de un lado teatral y otro musical, después, esto se junta con la técnica para crear un espectáculo que supone también un lenguaje, porque es nuestra manera de expresarnos y comunicarnos con el público que viene a vernos.

-¿De dónde nace su pasión por el espectáculo?

-Nosotros somos artistas de circo y nos hemos formado en escuelas circenses en las que se imparte una formación completa y muy potente a nivel teatral. El teatro siempre ha estado presente en nuestra vida, hemos estado actuando desde muy jóvenes en diferentes funciones. El espectáculo siempre ha estado en una continua comunicación con nosotros.

-¿Es fácil vivir del teatro gestual en estos tiempos?

-No, pero tampoco lo era antes. Este parón que hemos sufrido por la pandemia del coronavirus ha sido complicado para la gran mayoría de los compañeros de profesión, tanto de música como de artes escénicas y otros gremios que también han sido muy golpeados. Es difícil, sí, pero como en cualquier otro tipo de arte, no es que nosotros seamos los pobrecitos de las artes, realmente todos estamos fastidiados, pero, si uno se pone a pensarlo, esa también es un poco la insignia del artista: Trabajar siempre contra viento y marea. Esta pandemia nos ha afianzado un poco más en nuestra lucha.

-En este tiempo que la cultura ha sufrido un parón, ¿Qué han hecho ustedes, han aprovechado para reinventarse?

-Hemos estado entrenando para no perder la forma física, lo de reinventarse, es una palabra que se ha puesto muy de moda a raíz de la pandemia, parece que ahora todo el mundo se tiene que reinventar. Desde nuestro punto de vista, nosotros no lo vemos así, este arte lleva mucho tiempo inventado y reinventarse en esto es muy difícil, la única forma, quizás, sería con lo que hemos hecho de actuar en espectáculos virtuales, pero para mí, eso deja de ser teatro gestual, es teatro virtual, y eso es algo diferente a lo que hacemos normalmente.

-¿Qué le dirían a esos jóvenes que quieren vivir del teatro pero les da miedo?

-Que miren para sí mismos, hacia su interior, dentro tenemos una energía que suele decirnos cosas. A mí (Álvaro Reboredo) me dijo que tenía que acabar mis estudios de Económicas y luego seguir el camino del teatro gestual, y eso es lo que hice, a pesar de todas las dificultades que hay en el entorno familiar y social. Si uno tiene ganas de hacerlo y es su vocación, que siga adelante, ya habrá tiempo para volver atrás si es necesario y hacer otras actividades.

-¿Por qué es tan importante el humor y el espectáculo en estos tiempos?

-Ahora es muy importante y antes de lo que nos ha tocado vivir, también lo era. Como seres que habitamos un mundo, nos aporta esa otra dimensión que las personas también necesitamos, esa parte poética, ese imaginario, esa necesidad de ver símbolos y mirar más allá. En definitiva, sentir por nosotros mismos y que no nos den todo hecho, últimamente vivimos en una sociedad que, con la televisión, las redes sociales... Somos consumidores de cultura rápida. Ir al teatro, a la danza, asistir como público, al final, nos aporta esa otra dimensión que las personas debemos alimentar.

-¿El circo ayuda a creer que otro mundo es posible?

-Sin duda. El circo es el arte de la superación continua. Jugamos siempre con eso, nos convertimos en superhombres y super mujeres, haciendo cosas increíbles. En estos tiempos, es muy necesario ese pensamiento y esa actitud de creer “nosotros podemos con todo”.

-Y a ustedes, ¿Qué les aporta personalmente?

-Infinitas sensaciones. Lo primero, el amor por estar en escena, el subirse a un escenario y percibir el calor del público. Luego, también, el sentir que lo que hacemos tiene una repercusión emotiva sobre la persona que está enfrente, como un escritor o un poeta que con sus palabras emociona al lector, pues lo mismo con el circo, nosotros emocionamos y hacemos al público sentir.

-¿Creen que el teatro debería ser una asignatura en los colegios?

-Totalmente, de hecho, ahora, por fin, hay muchos colegios que apuestan por ello, pero cuando nosotros estudiábamos no tanto. Además, cuando uno es adolescente es muy importante tener ese contacto con el teatro, porque uno se está formando en muchos aspectos, se enfrenta a infinidad de miedos, y subirse encima de un escenario y encarar un espectáculo con la fuerza que te proporciona el teatro es fantástico. Además, es un aprendizaje fundamental para afrontar los retos de la vida diaria. Yo era un chico muy vergonzoso, me daba vergüenza ir a pedir una barra de pan a la panadería y luego, el teatro te aviva, te espabila, te cambia la forma de ver tu entorno.

-¿Piensan que hay suficiente cultura teatral en la educación española?

-No, suficiente, desde luego que no. Nunca es suficiente, pero ni en España ni en muchos otros países. Igual, en Francia sí que hay un poco más de apoyo, pero en España, desde luego, hay que impulsar la cultura teatral y resaltar su valor.

-Después de un año tan duro, ¿Cómo esperan ver los ánimos del público?

-Esperamos a un público fantástico, siempre que los espectadores estén cómodos, se encuentren tranquilos y se sientan bien, la respuesta será maravillosa. Además, nuestra experiencia nos dice que, por las actuaciones que llevamos este año, el público tiene muchas ganas de ver espectáculos, igual que nosotros tenemos ganas de salir y trabajar de lo nuestro.