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La asociación Las Ranetas de Alcañiz deja atrás casi dos décadas de actividad cultural de alto nivel La asociación Las Ranetas de Alcañiz deja atrás casi dos décadas de actividad cultural de alto nivel
Toñín Lizana, alma máter de la asociación cultural, muestra un trabajo en Realidad Aumentada del último festival. M. N.

La asociación Las Ranetas de Alcañiz deja atrás casi dos décadas de actividad cultural de alto nivel

Conciertos, exposiciones, festivales de cortos, RV o retro quedarán huérfanos si nadie lo remedia
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El pasado jueves, el mismo día en que la Asociación Las Ranetas de Alcañiz anunciaba que abandona su actividad cultural después de 18 años en la brecha, su todavía presidente, Toñín Lizana, recibió una llamada de un pueblo de Teruel que quería organizar un concierto y preguntaba por posibles grupos y empresas de sonido que contratar. “Una hora estuvimos hablando”, calcula, resumiendo así el elevado volumen de trabajo que, llevado por tan solo tres personas al final de una era, justifica una retirada que ha levantado un sinfín de reacciones: desde el agradecimiento hasta la rabia, pero sobre todo la profunda tristeza de que la segunda localidad de la provincia se permita el lujo de prescindir de su máximo exponente cultural popular. 

Las muestras de cariño a las Ranetas y a Lizana, su alma mater y presidente desde que en 2002 decidiera emprender la aventura junto a históricos como Manuel Blasco, Rafa Esteruelas o Miguel Ángel Rocatín, han sido múltiples en los últimos días. Han sido decenas de miles las personas que han disfrutado de los cientos de eventos organizados por la asociación, desde conciertos a exposiciones, pasando por el festival de cortometrajes, de realidad virtual, Retro Alcañiz, charlas sobre series, fanzines, cursos, audiciones o viajes organizados. También han editado y distribuido material musical, fanzinero y cortos; han apoyado a grupos musicales y asesorado a multitud de asociaciones y festivales de la provincia.

Tanto trabajo era demasiado para una sola persona, el propio Lizana, que en la última etapa se ha apoyado en Antonio Gisbert y Eva Segura. “Para que os hagáis una idea, actualmente se necesitaría mínimo una persona a jornada completa durante todo el año trabajando para Ranetas, sin contar con el múltiple personal necesario para cada evento”, subrayan en un comunicado de despedida emitido en redes sociales. “Nos vamos, cerramos la asociación”, sentencian.

Los eventos llevan “muchas horas de trabajo” y “al final esto no es una empresa o productora”, sino que “lo hacemos por afición”, sin cobrar e invirtiendo tiempo, material propio, salud y “los escasos 1.200-1.500 euros que recaudamos al año de cuotas” de socios que, aunque apoyan económicamente y participan en las actividades que se organizan, no terminan de dar el paso para estar al frente del organigrama durante todo el año.

A partir de ahora, Lizana descansará y disfrutará de “poder ir a ver actividades tranquilamente”, sin necesidad de pelearse “con las instituciones de turno para sacar las cosas adelante”, continúa el comunicado. Progresivamente, dejará de recibir “cientos de emails, llamadas y compromisos”.

Con la esperanza de que otros colectivos e instituciones aprovechen el legado de Ranetas y sigan organizando sus actividades, Una Raneta –pseudónimo de Toñín en redes– se queda con “la gente conocida por el camino y los vínculos que se han creado”.

Una historia de éxitos

Las Ranetas han hecho malabares con las cuotas de sus socios, complementadas con las aportaciones que las instituciones han hecho a cuentagotas.

Todo comenzó en 2002, cuando unos cuantos locos se unieron “para empezar a hacer alguna cosilla, ya que no se programaban conciertos que nos gustasen” en la ciudad. De modo que se liaron la manta a la cabeza y el 13 de septiembre de ese año, aprovechando que el fin de las fiestas  patronales caía en viernes, organizaron una actuación extra con Los Azero y La Txaranga Revoltosa. La fiesta sirvió para presentar a la asociación en sociedad.

A partir de ahí, “al segundo año se hizo el primer festival de cortos y se comenzaron a repartir fanzines, igual unos 500”. Esta publicación, que se hacía llegar a los socios y también a los bares de rock y alternativos de la zona, divulgaba toda la actividad de la asociación. “Había desde entrevistas a los grupos de la zona o de primer nivel que venían a los conciertos, como los Porretas, a dibujantes que colaboraban, como Azagra, de El Jueves”, que precisamente les ha prestado su último servicio con una simpática ilustración que anuncia la despedida de la agrupación. 

Los inicios eran tiempos en los que Internet no estaba a la  orden del día y los fanzines se consultaban en la Biblioteca de Alcañiz, que según Lizana “los debe de tener todos, por si alguien quiere echarles un ojo”. 

Muchos conciertos sin sala

Pese a que desde 2002 Las Ranetas han promovido un centenar de conciertos con bandas del ámbito local pero también a nivel estatal e internacional, Alcañiz nunca ha contado con un espacio adecuado con la infraestructura necesaria para realizar los conciertos, reprochan. La itinerancia ha llevado a organizar, en función del aforo calculado, eventos en la Pista Roja, el Recinto Ferial –donde actuaron Melendi para 4.000 personas o Marea para más de mil– o el Frontón.

Porretas, Reincidentes, Skaparapid, Lendakaris Muertos, La Pegatina o El Último Ke Zierre han pasado por Alcañiz de la mano de las Ranetas. Lizana se queda con el bolo de Sociedad Alcohólica y Subterranean Kids, el 1 de diciembre de 2007.

También han hecho fiestas camperas y festivales con varias nomenclaturas, desde Ranetas en Concierto hasta el reciente Sólido Festival, pasando por Estanka Festival o Ribera Festival.

Además, han llevado actuaciones a otros municipios y han organizado festivales solidarios como el Concierto por Galicia. Música contra el chapapote con el que recaudaron fondos para la limpieza de las costas en 2003.

Cortos y RV

Entre los festivales no musicales, destacan el de cortometrajes, celebrado ininterrumpidamente desde 2003, el de realidad virtual (RV) o Retro Alcañiz.

En cuanto a los cortometrajes, Alcañiz es un referente internacional. Hasta la localidad llegaron en la última edición 800 cintas de 50 países diferentes. Por el certamen han pasado directores de animación de la talla de Enrique Gato, que dio vida a Tadeo Jones y Superlópez. “Se estrenó en España con gran éxito en taquilla la película de Tadeo Jones y el cortometraje nos lo había presentado al festival un montón de años antes”, dijo Lizana.

Lo mismo pasa con las series. “Aún no habían despuntado y ya estábamos incorporándolas, allá por el 2013”, presumió Lizana, quien también puso en valor que el primer festival de RV, en 2015, fue “de los primeros de Europa”.

Con solo cinco ediciones en su haber, el certamen de RV y realidad aumentada (RA) puede presumir de galones. Los primeros prototipos de gafas se presentaron en Alcañiz, destacó el presidente, por lo que “conocemos a bastantes artistas de la industria de este mundillo” que han querido participar, entre ellos el director de Arte de Facebook, Goro Fujita, o el animador de Walt Disney en películas como Frozen, Daniel Martin.

Por otra parte, entre 2017 y 2019 tuvieron lugar tres ediciones de Retro Alcañiz, con máquinas de pinball, arcade, ordenadores spectrum, Nintendos o Segas. Entretenimiento de una época, la de los recreativos, que gracias a Ranetas se ha podido volver a disfrutar de forma puntual.

Variadas exposiciones

Las exposiciones han sido otro de los puntos fuertes de Ranetas. Las ha habido de todo tipo: El tebeo aragonés, Carlos Azagra, Clásicos de nuestro tiempo, el arte del consumo, Caricaturas por Pablo Omella, Fanzines, Artistas del Bajo Aragón, La suerte de ir a escuela, 20 años de Rock and Roll y muestras colectivas.

Pero por encima de todas, Lizana se queda con la Historia del Tebeo en España (1875-1975) que en 2017 se llevó a la Sala de Exposiciones municipal y de la que “medios especializados dieron bastantes reseñas”.

De esta época es “una de las mejores exposiciones del tebeo que se han hecho”, pues “es casi arqueología”. Todo ello gracias a un coleccionista, uno de los múltiples contactos y amigos que Ranetas ha sido capaz de conseguir a lo largo de su trayectoria.

La muestra contó con la primera historieta publicada en 1872 en una revista humorística para adultos y la primera historieta conocida en una publicación para niños en 1875. Hubo ejemplares originales de finales del siglo XIX conocidos por ser los precursores de Granizada, Historietas Ilustradas o Monigoty.

Tras las aventuras del Capitán Trueno o El Guerrero del Antifaz se llegaba a Mortadelo y Filemón –incluida la primera historieta en los años 60–.

En definitiva, Ranetas ha sido un referente cultural que ha contribuido al entretenimiento y el conocimiento de los alcañizanos, bajoaragoneses y todo el que ha querido acercarse a sus eventos. Si nadie lo remedia, dejará un vacío irreparable y solo quedará su recuerdo. Será el final de una era.