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La empresa Máquinas de Asedio distribuye réplicas y maquetas por todo el territorio nacional La empresa Máquinas de Asedio distribuye réplicas y maquetas por todo el territorio nacional
En Peracense hay varias máquinas de asedio que son réplicas y que están dispuestas como si fueran a defender esta fortaleza del medievo

La empresa Máquinas de Asedio distribuye réplicas y maquetas por todo el territorio nacional

Maquinaria de guerra ‘made in Teruel’ para ambientar castillos de toda España
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Cruz Aguilar

Los aparatos de guerra que hay repartidos por una decena de fortalezas de toda España son visitadas cada año por unas 200.000 personas. Lo que muy pocas saben es que todas ellas han sido construidas por la empresa turolense Máquinas de Asedio SL y son réplicas de las que se utilizaron en el pasado.

El autor de esta tecnología bélica del pasado es el historiador Rubén Sáez que ha basado sus diseños en concienzudas investigaciones que le han valido a sus máquinas el pasaporte para servir de atrezzo a castillos de varios puntos de España y también para aparecer en películas y series, la última de ellas la de El Cid. En total la empresa dispone de unas 300 piezas y el grueso de ellas están ahora mismo expuestas fuera de Teruel. La mayor parte son réplicas a tamaño real, aunque la empresa también construye maquetas debido a la dificultad que existe para buscar ubicación a las de mayor tamaño. Así, entre las que hay expuestas está el trabuco más grande del mundo, que mide casi 20 metros de altura y ocupa una superficie de 400 metros cuadrados.

Sáez se encarga tanto de recopilar la información sobre cada una de las máquinas como de su fabricación, siempre utilizando los mismos materiales que se emplearon en la época en la que esos aparatos estaban en uso. Están hechas con madera, hierro, bronce, cuero o cuerda y “no hay ningún elemento que no existiera en la época”, relata el investigador, quien matiza que lo más complejo es el trabajo de investigación que hay detrás de cada una de las réplicas.

Maquinas de Asedio SL trabaja todas las épocas históricas y dispone de material recopilado para fabricar unos mil modelos de máquinas asirias, egipcias, griegas, musulmanas, cristianas, renacentistas u orientales, entre otras.  

En la provincia de Teruel hay maquinaria en varios lugares. Uno de ellos es la muralla de Teruel, donde hay unas 20 piezas, todas ellas inspiradas en el siglo XIV ya que corresponden al momento en el que la ciudad fue tomada en 1363 durante la Guerra de los dos Pedros. “Se han encontrado proyectiles y de ahí se han planteado las máquinas que utilizarían los castellanos para poder sitiar Teruel. La muestra exhibe las tecnologías de asedio de la época y algunas son maquetas debido a sus grandes dimensiones”, especifica el autor.

En el Castillo de Peracense está la exposición Bajo Asedio. Esta fortaleza de rodeo en el Jiloca fue el primer lugar al que emigraron las máquinas desde Trebuchet Park de Albarracín hace ya 8 años. En total hay 17 réplicas, todas ellas a tamaño real, que se ubican en el primer y segundo recintos: “Están desplegadas como si se hubiera tomado el primer recinto y se intentara tomar el segundo”, dice Sáez, quien asegura que la premisa es siempre que detrás de cada exposición haya “un alto contenido didáctico” y no “simples máquinas colocadas de forma aleatoria, sino que se haga una idea de cómo se defendían y tomaban las plazas fuertes”, especifica.

Del Alcázar de Toledo a Mora

En la fortaleza de Mora de Rubielos está la muestra Al Asalto, que recaló en la capital de Gúdar-Javalambre tras un periplo por buena parte de España. Se creó para el Museo del Ejército de Toledo, que solicitó material para una exposición de tecnología militar y máquinas de asedio para explicar su evolución a lo largo de la historia. En la muestra, que se realizó en el año 2013, había desde réplicas asirias hasta las utilizadas en el Renacimiento y la mayor parte de ellas, salvo algunos cañones, salieron de los talleres de Rubén Sáez. 

En total había 60 piezas entre maquetas y máquinas a escala real y la muestra viajó por diferentes lugares como Salamanca, Calatayud o Jaca, donde estuvo en la ciudadela. “Yo tenía mucho interés en que esa exposición acabara en Teruel porque creo que son elementos que atraen al público y quiero que esa riqueza se quede aquí. Además, llevaba un bagaje importante porque en todos los sitios que estuvo contó con una acogida enorme”, precisa el gerente de Maquinas de Asedio SL.

La mayor parte de las máquinas de la empresa turolense están en el Castillo de Belmonte, Cuenca, donde hay 41 aparatos bélicos correspondientes al mundo cristiano, el musulmán, el oriental y el renacimiento. “A día de hoy es el mayor parque de máquinas de asedio a escala real del mundo”, dice Sáez. Entre las piezas destaca el trabuco de contrapeso de 20 metros de altura. 

Pero Belmonte no es el único lugar con sello turolense en sus exposiciones ya que, según comenta el responsable de la empresa, todas las colecciones de maquinaria real que hay actualmente distribuidas por España se han fabricado en Teruel. “Tienen mucho tirón porque la mayoría de la gente solo ha visto esa maquinaria en el cine”, comenta.

También hay una quincena de máquinas desde el siglo III antes de Cristo hasta el XI en la muralla de la localidad madrileña de Buitrago del Lozoya, en Madrid. Están ubicadas en los diferentes torreones y el recorrido para conocerlas discurre por todo el paseo de ronda. 

El Castillo de Almansa, en Albacete, alberga La Guerra de Asedio en el siglo XV, que se instaló este mismo año y es el último trabajo realizado  por la empresa turolense. “El castillo fue asediado en ese momento y se buscaba algo coetáneo con ese episodio”, especificó el autor del proyecto.

En Baeza, Jaén, en el Torreón de la Puerta de Úbeda, está El Arte de la Guerra, la más reducida en cuanto a número de piezas porque también el torreón es limitado. Cuenta con unas 15 piezas entre máquinas a tamaño real y maquetas. 

 En el torreón de Fernán González de Covarrubias, Burgos, se muestra la tecnología que emplearon los musulmanes contra los cristianos en las Cruzadas. Se compone de unas 35 piezas, entre maquetas y máquinas a escala real inspiradas en aparatos utilizados desde el siglo VII hasta el XV.

Tecnología Templaria

Una de las más curiosas por todo el aura de misterio que acompaña a estos monjes guerreros es la que está en Burguillos del Cerro, en Badajoz, sobre La Tecnología de los Templarios. En Tierra Santa estuvieron a la cabeza de la tecnología militar, comenta Rubén Sáez, quien agrega que se conoce cuáles fueron las máquinas que utilizaron, aunque puntualiza que no todas eran tecnología propia. Quien las quiera ver puede hacerlo en Centro de Interpretación de la Orden del Temple que está en la Antigua Iglesia de San Juan de la localidad pacense.

Muchas de estas piezas se han hecho ex profeso para el lugar donde se han ubicado. Para ello, Maquinas de Asedio SL visita el lugar donde está previsto colocarlas y prepara un proyecto adecuado tanto a la disponibilidad de espacio como a la cronología del mismo, con la que siempre son acordes las piezas. 

Por otro lado cuentan con una serie de exposiciones temporales que itineran por diferentes mercados medievales de España, como el de Zaragoza o el de Vitoria, aunque este año 2020 no se celebraron a consecuencia de la pandemia provocada por el coronavirus. En lo que sí están trabajando desde Teruel ya es una nueva muestra para Logroño sobre las que se están ultimando los detalles de las piezas que la compondrán, ya que, si todo sale según los previsto, se inaugurará en este mismo 2021.