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‘La estrella azul’ de Macipe deslumbra a la crítica en el Festival de San Sebastián ‘La estrella azul’ de Macipe deslumbra a la crítica en el Festival de San Sebastián
Javier Macipe (izda.) posa en San Sebastián junto a Pepe Llorente, protagonista de ‘La estrella azul’. EFE / Juan Herrero

‘La estrella azul’ de Macipe deslumbra a la crítica en el Festival de San Sebastián

El turolense es claro candidato a ganar el premio para los directores noveles
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El realizador turolense Javier Macipe ha dedicado la mitad de su vida a perseguir la historia de un músico que falleció a los 36 años, los mismos que él tiene ahora, y que se llamaba Mauricio Aznar Muller, mítico líder del grupo de rock Más Birras, para contar su vida y hacer justicia a su memoria. Esta es la historia de La estrella azul.

Tras una larga espera la pelícual, primer largometraje de Macipe, se estrenó el lunes en el Festival de San Sebastián, con una excepciónal acogida por parte de la crítica especializada. Desde “Pequeña y honesta, por momentos conmovedora y hermosa” hasta “la gran sorpresa que nos ha deparado este año el cine español”, buena parte de la crítica la ensalza y sitúa a Macipe como claro candidato para ganar el premio a los Nuevos Directores.

Narra la historia de un resistente, un rockabilly atípico que desapareció de Zaragoza, donde le esperaba una prometedora carrera, para estudiar de primera mano y con los mejores (con los más auténticos) la música tradicional argentina: del tango a la chacarera, con una insólita devoción por Atahualpa Yupanqui.

“La música de Mauricio Aznar ha sido la banda sonora de mi vida, él me descubrió lo que era ser artista, que era lo que yo quería ser”, afirma el director nacido en Zaragoza descendiente muy vinculado a Ariño, que estudió cine en Madrid y dirección de actores en Cuba (EICTV).

Pero Macipe es algo más que el guionista y escritor de La estrella azul, una de esas pequeñas joyas que saltan en las secciones paralelas del Festival de San Sebastián (New Directors). Es una especie de reencarnación de Mauricio Aznar.

En cuanto pudo, Macipe se fue para Argentina y repitió el viaje que el músico había hecho veinte años antes.

“Quería entender de primera mano, vivir lo que él vivió. A la vez, fui entrevistando a mucha gente que él conoció. Era una historia real, tuve que investigar mucho, porque quería hacerlo con profundidad y respeto, y con mucho amor. Solo después empecé a escribir el guión, que también fue un proceso muy largo”, explica el director.

Su destino fue Santiago del Estero, la ciudad más antigua de Argentina, capital de una de las provincias del norte y cuna de la chacarera, estilo y danza tradicional del folclore y de los pueblos originarios argentinos. Y acabó en casa de los Carabajal, una saga de músicos muy famosos.

“Para que se entienda lo que ellos debieron vivir al verle aparecer, es como si se plantara un japonés rockero en casa de Lola Flores y les dijera que quería aprender flamenco. Pues eso fue lo que hizo Mauricio”, explica.

Si el proceso de rodaje de la película fue largo (cuenta que hay contraplanos rodados tres años después del plano), no lo fue menos elegir al actor que haría de Mauricio. “Yo quería que todo se tocara en directo”.

Unos cuantos cientos de actores después, apareció Pepe Lorente, que no solo borda el papel, sino que ha quedado tan tocado que, confiesa a EFE, su vida ha cambiado. “Siempre me había gustado mucho la música y tocaba la batería hace años, pero ahora -afirma-, creo que me gusta la música más que actuar”.

La estrella azul, título también de una emblemática canción del folcklore argentino, comienza con un Mauricio fuera de punto, dando conciertos en directo pero sin capacidad para gestionar sus problemas amorosos y familiares; plegado a las drogas y arrebatado contra la industria musical, Mauricio decide un día dejarlo todo y buscar la música que es aún real.

“Mauricio era muy atípico, mucha gente de ahora no sabe cómo era la movida musical de aquel momento”.

En los ochenta y los noventa, cuando Mauricio tocaba en Más Birras, ser rockabilly era “un modo de resistencia respecto a lo que se estaba haciendo en Madrid, a la Movida”, explica Macipe. “Él hacía resistencia, sentía que tenía que estar siempre en la otra orilla, porque la música, decía, tiene que servir para sacudir conciencias”.

Y así llegó a Atahualpa Yupanqui, una especie de “maestro Yoda”, se ríe Macipe. Yupanqui era “un poeta, un filósofo y un maestro espiritual, que es algo muy difícil de encontrar, todo a la vez, éste, además, con un don artístico. Enseguida pensé que tenía que ser el narrador”, señala.

Bruna Cusí interpreta a la novia de Mauricio, mientras acompañan a Lorente en Argentina el reconocido músico Cuti Carabajal, que interpreta a su hermano Carlos, y colabora toda su familia de músicos.

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