

La memoria de Buñuel acompañó el recorrido en busca de la flor de los frutales
Decenas de visitantes siguieron la ruta de los árboles en su tercera ediciónLa actividad desarrollada desde ayer por la mañana, que se prolongó hasta las 15 horas, reunió a decenas de visitantes llegados desde la capital turolense, Castellón y Zaragoza, además de varios vecinos de la localidad. “Estamos muy contentos con la acogida”, señaló Martínez. “Cada año intentamos mejorar y ofrecer algo distinto para que la gente repita”. Este año, la ruta ha contado con un recorrido renovado, y mientras el agricultor Miguel Fraga explicaba el proceso de cultivo y producción del Melocotón, la jornada también se enmarcó en la celebración del 125 aniversario del cineasta Luis Buñuel.
Así, la excursión llevó a los participantes hasta la Torre Buñuel, antigua casa de verano de la familia del director. “Es un enclave con mucho valor sentimental e histórico”, explica Martínez. “Queríamos que los visitantes no solo disfrutaran del paisaje, sino que también conocieran una parte importante de nuestra cultura”. Fue en este emblema tan importante de la localidad cuando los asistentes escucharon fragmentos de memorias del cineasta, donde pudieron imaginarse los momentos más emotivos de su niñez o las vivencias que a él mismo le gustaba compartir durante los veranos que pasó en esta tierra. “Ha sido especial estar en el mismo lugar donde él pasó su infancia”, dijo Martínez.
Además del recorrido natural, la actividad ha incluido visitas a otros puntos históricos de la localidad, como los arcos del acueducto y la Casa de Buñuel. “No queremos que esto sea solo una ruta senderista”, señaló la concejal. “Queremos que quien venga a Calanda se lleve una experiencia completa, con historia, gastronomía y contacto con nuestra agricultura”.
Gastronomía
Además de disfrutar del paisaje y conocer los procesos agrícolas de la zona, los asistentes, en concre todos aquellos que venían de otras ciudades, pudieron dedgustar al final del recorrido varios productos locales: melocotón en almíbar y desecado, aceite de oliva virgen extra de la DOP Aceite del Bajo Aragón, aceitunas, embutidos y repostería típica, como el Brazo de gitano. Todo ello acompañado por los vinos Kolenda y Nazarín, de la bodega Amprius Lagar.
Este modelo de turismo agroalimentario además de que busca atraer visitantes, también pretende fomentar la comercialización de los productos locales. “Cada año montamos un pequeño espacio de venta para que la gente pueda comprar lo que ha probado”, explicó Martínez. “Muchos productores nos dicen que, tras la degustación, reciben encargos durante todo el año”.
La concejal puso el ejemplo de una familia que participó en la primera edición de estas jornadas y, aunque pertenecen a otra ciudad, continúan realizando pedidos de Brazo de gitano. “Esta experiencia permite al visitante exprimir Calanda al máximo. Te nutres de la historia, agricultura y también de nuestros productos”, cocnluyó Martínez.
Las empresas locales que participaron sin ánimo de lucro con sus productos fueron: Marchenica, Frutas Ismael, La Calandina, Cooperativa San Miguel, Panadería Guarch, Panaderos Artesanos, Panadería Espada, Carnicería Trallero y Carnicería Pastor.