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La música y la danza tejen su particular composición caligráfica en Albarracín La música y la danza tejen su particular composición caligráfica en Albarracín
La música tiene un gran peso durante el curso que dirige Ricardo Gassent en Albarracín y se combina con la danza, el teatro o las artes plásticas, entre otras disciplinas

La música y la danza tejen su particular composición caligráfica en Albarracín

Ricardo Gassent está al frente de un curso multidisciplinar en el que participan 35 jóvenes
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Cruz Aguilar

Danza, teatro, música y artes plásticas tejen una composición caligráfica en Albarracín. Allí un total de 35 chavales de entre 10 y 18 años y procedentes de Madrid, Asturias, Galicia y Zaragoza participan en un curso dirigido por Ricardo Gassent que se caracteriza por el trabajo multidisciplinar. 

La actividad formativa tiene dos grandes hitos para los que trabajan alumnos y profesores durante las doce jornadas que están en Albarracín. Uno de ellos es un paseo artístico por diversos lugares de la ciudad, “en el recorrido se intenta dar un hilo conductor sobre lo que se ha experimentado”. Este año llevará por título Caligrafías y Variaciones, y  Gassent aclara que “caligrafía es la firma artística con la que cada uno se expresa, lo que representa para ellos el instrumento”, dice. 

Para preparar el circuito nocturno han realizado un divertido ejercicio consistente en coger el texto de un periódico o un libro e ir tachando todas las palabras que sobraban hasta quedarse con pequeñas sentencias –“como un tuit”, especifica el director de la actividad– que dan origen a historias y que se incorporarán, en formato collage, en el paseo musical del viernes a partir de las 22 horas, que tendrá como punto de inicio la Plaza de la Seo. 

El otro momento de gran relevancia para el desarrollo de la actividad será el concierto final que tendrá lugar a las 22 horas del próximo sábado 28 de julio en la Iglesia Auditorio de Santa María. En él tomarán parte tanto los alumnos como el equipo de profesores, compuesto por el propio Ricardo Gassent y África Morris, Claudia Pérez, Neves Seara, Héctor Manuel Escudero y Ewelina Bielarczyk.

Sin embargo, para abrir boca el miércoles por la noche vecinos de Albarracín y turistas tuvieron oportunidad de disfrutar de un concierto homenaje a Ricardo Gassent, padre del actual director del curso, fallecido el pasado año y que fue un reputado trompetista y fundador del Grupo Español de Metales. “Gracias a él descubrí Albarracín y el trabajo de la Fundación Santa María”, destaca Gassent hijo. En el recital tomaron parte el equipo docente y algunos de los alumnos del curso.

El curso resulta muy atractivo para los asistentes, todos ellos con experiencia musical o en danza. Gassent lleva cuatro años con esta actividad formativa en Albarracín y el año pasado incorporó las artes plásticas y la performance con muy buenos resultados. “Como ser humano poder explorar otras maneras de expresarte es un complemento muy bueno que te ayuda a desarrollar y conocer más tu disciplina”, dice el responsable. En concreto, para los músicos resulta de gran atractivo porque habitualmente estos especialistas se centran en el estudio de su instrumento pero no exploran el movimiento y a la hora de bailar “son como muebles”, apostilla el director.

Sin embargo, en Albarracín los músicos –que son 34 de los 35 participantes– se expresan corporalmente a través de coreografías muy trabajadas de la mano de la profesora de danza África Morris. También la joven que es bailarina se ha acercado durante estos días a los instrumentos musicales como forma de comunicarse con sus compañeros. 

Junto a Morris y Gassent – que se ocupa de  oboe, maderas y soundpainting– están Claudia Pérez  (piano y dramaturgia); Neves Seara –artes visuales y performance–M Héctor Manuel Escudero, docente de  trompa y metales; Ewelina Bielarczyk, de viola y cuerda y José Ramón Tapia (apreciación musical)

Una de las actividades que realizan los alumnos durante el curso es el soundpainting, que es un lenguaje universal de señas a partir del cual se compone en vivo. Ricardo Gassent es uno de los principales soundpainters del mundo, un título que hasta este año solo se podía obtener en París y ahora también es posible cursar en Madrid. 

Explica que la lengua “está compuesta por más de 1.500 signos” que son usados por el compositor para indicar el tipo de material que desea de los intérpretes. Se trata de una actividad que resulta muy pedagógica y que empieza a tener mucha fuerza a nivel artístico, según dice. 

En la Ciudad de los Azagra la practican los alumnos y “no hay error, se trabaja con las capacidades que las personas tienen y, a partir de ellas, se hacen creaciones interesantes”, comenta el responsable de llevarla a cabo. Gassent precisa que se trata de una práctica multidisciplinar en la que intervienen la música, las artes visuales, el teatro y la danza. 

El soundpainting resulta muy enriquecedor para los artistas, tanto músicos, como bailarines o actores, pero también puede practicarlo cualquier persona  porque “es un vehículo para expresarte artísticamente muy espontáneo e intuitivo”, añade uno de los máximos expertos del mundo en esta disciplina.