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La provincia de Teruel como un inmenso museo paleontológico La provincia de Teruel como un inmenso museo paleontológico
Desde hace varios lustros es evidente que la trascendencia de la riqueza paleontológica de la provincia de Teruel se extiende más allá de los aspectos estrictamente científicos. La difusión de las investigaciones generadas, a través de parques culturales,

La provincia de Teruel como un inmenso museo paleontológico

Teruel. Científico y cultural
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Alberto Cobos. Miembreo del Consejo Científico del IET

Desde hace varios lustros es evidente que la trascendencia de la riqueza paleontológica de la provincia de Teruel se extiende más allá de los aspectos estrictamente científicos. La difusión de las investigaciones generadas, a través de parques culturales, geoparques, museos, centros expositivos, etc., supone también un revulsivo cultural y socioeconómico debido a la llegada de investigadores y de personas atraídas por la historia de la Tierra y de la vida. La proliferación de lugares mostrando este tipo de recursos se ha multiplicado en los últimos años, convirtiendo a Teruel en uno de los lugares más representativos en el mundo respecto al desarrollo de iniciativas museográficas relacionadas con la investigación, conservación y difusión educativa del patrimonio paleontológico en general y del turolense en particular.

El principal bastión es el Parque Paleontológico DINÓPOLIS. Su sede de la capital turolense alberga en sus instalaciones, entre los múltiples atractivos orientados principalmente para la visita, una gran exposición paleontológica, siendo uno de los mayores complejos existentes en Europa con respecto a la difusión de la historia de la vida en la Tierra. Además, a ello hay que añadir los siete centros de Dinópolis dispersos por la provincia en Peñarroya de Tastavins, Galve, Rubielos de Mora, Castellote, Albarracín, Riodeva y Ariño, donde se presentan exposiciones temáticas relacionadas principalmente con la paleontología local. Desde la inauguración de la sede de Dinópolis en la ciudad de Teruel en el año 2001, el conjunto de centros ha sido visitado por más de 3.800.000 personas; es decir, una media de unas 165.000 persona al año en una provincia de apenas 135.000 habitantes. Todos estos espacios forman parte del MUSEO ARAGONÉS DE PALEONTOLOGÍA, creado con la consideración de museo monográfico de paleontología de Aragón debido, principalmente, a las acciones llevadas a cabo por la Fundación Conjunto Paleontológico de Teruel – Dinópolis en la provincia y en la comunidad autónoma, como salvaguarda de su patrimonio.

Esta Fundación es una institución del Gobierno de Aragón constituida en el año 1998. A grandes rasgos se puede decir que está enfocada a favorecer el desarrollo socioeconómico de la provincia a través de la utilización de sus recursos paleontológicos. La Fundación también es un agente del Sistema Aragonés de I+D+i. Desde ella se gestionan proyectos de investigación autonómicos y nacionales. Las aportaciones científicas van más allá del patrimonio paleontológico turolense, ya que se han conseguido logros destacados con fósiles de distintas comunidades autónomas, países y continentes.

En la provincia de Teruel también se multiplican otros recursos que hacen de ella un lugar único. Así por ejemplo, los centros de Dinópolis en Galve y Castellote, forman parte de la extensa oferta cultural y natural del Parque Cultural del Maestrazgo, Geoparque Mundial de la UNESCO. El pulmón de este Geoparque lo conforman el Parque Geológico de Aliaga, los Órganos de Montoro, las Grutas de Cristal de Molinos y el Parque Paleontológico de Galve, donde además del Museo Paleontológico José María Herrero se pueden contemplar diferentes corpóreos de dinosaurios. Algunos yacimientos de huellas de esta última localidad y otro de troncos fósiles en Castellote, se han habilitado para su visita. Asimismo, en Gargallo y La Zoma se pueden realizar rutas de índole geológica, y en Mas de las Matas se sitúa la Casa Feliú, donde se muestra la exposición Agua, Tiempo y Tierra.
 

Diferentes sedes de Dinópolis en la provincia de Teruel

En otro de los parques culturales turolenses, el del Río Martín, pueden visitarse el Centro Geológico de Montalbán, el Centro de Interpretación de Paleontología de Alacón y el centro de Dinópolis en Ariño, muy próximo a un yacimiento de huellas de dinosaurios y a otro afloramiento con troncos. También es posible realizar diversas rutas senderistas y contemplar icnitas de dinosaurios en Obón. El Parque Cultural de Albarracín cuenta con otra de las sedes de Dinópolis y con el Centro de Dornaque, con el objetivo principal de servir de intérprete al visitante del Espacio Natural Protegido de los Pinares del Rodeno.

De igual modo, las reconversiones en la industria minera han supuesto que en algunos municipios se hayan realizado proyectos alternativos de carácter turístico de indudable éxito. Así, en el Museo Minero de Escucha el visitante puede adentrarse en las entrañas de una mina de lignito cretácico, en Andorra y Utrillas se ofrecen propuestas relacionadas con la arqueología minera del carbón (incluyendo una sección dedicada a la Paleontología) y en Ojos Negros con la del hierro.

También existen otras iniciativas que complementan todavía más la oferta paleontológica de la provincia. En El Castellar se han llevado a cabo el DINOpaseo y La Ruta del Dinosaurio, que consisten en rutas temáticas sobre los `lagartos terribles´ donde se han adecuado museográficamente cuatro yacimientos. En Alcala de la Selva se ha habilitado un yacimiento de huellas de dinosaurios y en Bueña hay un afloramiento icnológico de invertebrados. También destacan las exposiciones paleontológicas del Colegio La Salle o del IES Vega del Turia en Teruel, así como la de Josa. El Museo de los Mares Paleozoicos en Santa Cruz de Nogueras es también una iniciativa reseñable.

La disposición de la comarca Comunidad de Teruel para hacer de la Paleontología su buque insignia desde el punto de vista turístico, a través de la marca DinoExperience, es evidente. La Ruta del Gigante, uniendo por carretera los yacimientos con ranas fósiles de las minas de azufre de Libros y los dinosaurios de Riodeva, Tras las Huellas de los Dinosaurios, con los yacimientos de icnitas de Ababuj, Aguilar del Alfambra y Galve, o el Safari por la Sabana del Turoliense en El Pobo, son las propuestas más significativas en estos últimos municipios incluidos en el Parque Cultural del Chopo Cabecero. Otros puntos de interés alternativo se ofrecen en Ababuj, Aguatón, Alfambra, Argente, Camañas, Camarillas, Cedrillas, El Cuervo, Libros y Villarquemado. En Riodeva, la oferta de la sede de Dinópolis se complementa con una gran escultura de 30 metros del saurópodo Turiasaurus riodevensis. Asimismo, el caso de los paneles cerámicos de Concud, representando la fauna del Turoliense por las calles del pueblo, es también un atractivo a tener en cuenta.

También, algunos de los yacimientos paleontológicos de dinosaurios que son Bien de Interés Cultural, y además visitables, forman parte de la ruta denominada La Carretera de las Huellas de Dinosaurio. Esta ruta es promovida por la Fundación Dinópolis y discurre preferentemente por las carreteras que unen El Castellar y Galve, aunque los diversos recorridos pasan por otros municipios con numerosos yacimientos paleontológicos.

Las iniciativas son tan abundantes y diversas que evidencian como la provincia de Teruel es uno de los lugares únicos en el mundo en cuanto a la utilización de la paleontología como factor de desarrollo territorial en el misma región de la que proceden los fósiles. Principalmente, instituciones asentadas exclusivamente en su territorio, como son la Fundación Conjunto Paleontológico de Teruel-Dinópolis, el Museo Aragonés de Paleontología, el Instituto de Estudios Turolenses y el Campus de Teruel de la Universidad de Zaragoza, son claves a la hora de potenciar las investigaciones y la difusión en pro del desarrollo territorial.