Las becarias de pintura de la Fundación Santa María apuestan por la luz y los contrastes en la Torre Blanca
Irene Persa y Joaquina Sánchez Dato son las autoras de las obras que se exponen en Albarracín
Los cambios luminosos de Irene Persa se mezclan con los contrastes entre figuración y abstracción de Joaquina Sánchez Dato en la Torre Blanca. Ambas artistas fueron las ganadoras de las becas del Curso Superior de Pintura de Paisaje que organizó la Fundación en julio del pasado 2018 y durante este año 2019 han realizado varias estancias en la ciudad para elaborar sus obras.
Las autoras ofrecen una muestra conjunta en la Torre Blanca que se podrá visitar hasta el próximo 11 de julio. Persa y Sánchez Dato aportan miradas muy distintas de Albarracín, aunque en ambas la ciudad y su entorno paisajístico tienen el protagonismo absoluto.
La madrileña Irene Pérez, que firma sus obras como Irene Persa, ha seleccionado un total de 33 cuadros del medio centenar que confeccionó durante sus dos estancias en Albarracín. Se trata de una pintura al natural basada tanto en los cambios de luz como en los del color del paisaje a lo largo de las diferentes estaciones del año. Sus trabajos son al óleo y en ellos destacan los colores vívidos en los que color y luz comparten importancia con el estudio del movimiento de la materia, según explica la propia autora.
De un estilo totalmente diferente son las aportaciones de Joaquina Sánchez Dato a la muestra. Su trabajo se ha caracterizado siempre por la pintura figurativa, pero en esta ocasión y, como apunta ella misma, ha “eliminado las barreras tanto de lo figurativo como de lo abstracto” hasta incluir propuestas de todo tipo. Elaboró durante su estancia más de 40 y ha elegido 29, que son las que mejor representan la visión de Albarracín de la autora murciana. “Son la muestra de una clara evolución en el lenguaje pictórico en el que he intentado no ajustarme solo a lo que da el natural, sino que e incorporado ritmos, contrastes y diversidad al cálido paisaje que para mí representa Albarracín”, comentó.
Según explicaron desde la Fundación Santa María, ambas pintoras describieron la experiencia como “fabulosa” y recalcaron que la obtención de la beca no significa el fin de la etapa Albarracín, sino que “implica realmente una continuidad” porque la estancia les ha abierto las puertas al inagotable estudio de las arquitecturas y el paisaje de la ciudad.
Con estas dos pintoras son ya 34 los artistas de toda España que han sido premiados por la Fundación Santa María desde el año 2001, cuando se instauraron las becas. Todos ellos han tenido la oportunidad de exponer sus trabajos en el espacio de la Torre Blanca y dejar una de sus obras en los fondos artísticos de la entidad.
El Curso Superior de Pintura de Paisaje se desarrollará este año entre los días 8 al 13 de julio y lleva por título Isovalencias cromáticas en la pintura de paisaje. La actividad ya ha cerrado el plazo de inscripción puesto que se han cubierto todas las plazas, algo habitual en esta oferta formativa que se ha convertido para muchos artistas en un referente del calendario estival. Así, buena parte del alumnado, entre los que hay aficionados como profesionales de la pintura, repite un año tras otro.
La directora del curso es Paloma Peláez Bravo, pintora y profesora de la Facultad de Bellas Artes, Universidad Complutense de Madrid. El curso es teórico práctico y busca afianzar los conocimientos de los alumnos sobre color y luz sobre la pintura al natural.
Los alumnos que participen tendrán oportunidad de exponer algunos de los trabajos realizados durante esa semana en la Torre Blanca en una muestra de pintura colectiva. Entre todos ellos se seleccionarán a los dos ganadores de las Becas de Paisaje 2020.
