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Libros, el lugar donde todo es posible Libros, el lugar donde todo es posible
El alcalde, Raúl Arana (izquierda) junto con el escritor Esteban González Pons y el premio Planeta e impulsor de Libri, Javier Sierra, junto al photocall que se instaló en la localidad

Libros, el lugar donde todo es posible

El Festival Libri reúne en su cuarta edición a un millar de personas en la ribera del Turia
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Cruz Aguilar

Tiene un nombre mágico, único y de lugar donde suceden muchas cosas, todas las que se puedan imaginar. Libros ha demostrado, un año más, que la cultura, en contra de lo que digan, también atrae visitantes (y muchos) y que un centenar de habitantes son capaces, si todos arriman el hombro, de organizar Libri, el festival literario que ha colocado a esta pequeña localidad de la ribera del Turia en el panorama internacional de los grandes escritores. La muestra concluyó este domingo y dejó a organizadores, autores y vecinos el buen sabor de boca que queda con las novelas que tienen al lector enganchado de la primera a la última página. Pese a la lluvia, el público arropó a todos y cada uno de los literatos para que se sintieran como en su propia casa y marcharan con tantas ganas de volver como de seguir escribiendo.

En sus cuatro ediciones, ha contado con dos premios Planeta, el turolense Javier Sierra, que es el gran impulsor de esta actividad cultural junto Maribel Medina, presidenta de la Asociación Mi Pueblo Lee, y la última galardonada, Sonsoles Ónega, que acudió en la segunda edición. Este año ha sido el turno de Esteban González Pons, Marta Robles y Defreds, pseudónimo de José Ángel Gómez Iglesias, que participó en la última jornada del festival. El broche de oro llegó por la tarde de la mano de los Titiriteros de Binéfar.

Libros ha atraído a más de mil personas a la cuarta edición de un festival que ha salido adelante como se hacen las cosas en los pueblos, con ilusión y la ayuda de todos, porque de otra manera no cuadran las cifras. Las cenas con los autores se han llevado a cabo, hasta este año que la tiene en obras, en la misma casa del alcalde, Raúl Arana, y el pasado viernes el propio regidor, junto a otras dos personas de la organización, se cogieron el día libre en el trabajo porque amenazaba lluvia y había que cambiar de escenario las actividades. El alcalde destacó, eso sí, la colaboración de todo el mundo, incluido el cura, que les presta la iglesia, situada justo al lado de la plaza Javier Sierra, cuando el mal tiempo se presenta sin aviso previo y es obligatorio modificar los planes en cuestión de minutos.

En Libros se nota el orgullo que tienen de que, por fin, el nombre de su pueblo sea un referente para los principales escritores del país, aunque para ello vivan, literalmente, enterrados entre 60.000 novelas y obras de poesía de todos autores y épocas. Esas cifras son fruto de las donaciones recibidas en el pueblo y que aguardan pacientes en cajas a ese hotel-biblioteca que aspira a ser pionero y referente a nivel mundial.

Blasco conoce el proyecto

El sábado le presentaron el proyecto al consejero de Medio Ambiente y Turismo del Gobierno de Aragón, Manuel Blasco, y tanto el alcalde como Javier Sierra destacaron lo bien que acogió la idea. El contenido ya está listo y la ubicación, elegida. Estará rodeado de naturaleza y hasta él se llegará por el Paseo Literario, en plena zona de la huerta, donde el aroma de las manzanas le hurtará protagonismo a los versos que los lectores lleven hasta allí para disfrutar del entorno.

El escritor y parlamentario del PP durante los últimos años Esteban González Pons, que además ocupaba el cuarto puesto en la lista a las europeas, pasó la jornada de reflexión en Libros, pueblo que definió como “un lugar para quedarse, para venir a escribir”. González Pons alabó el “espectacular trabajo” realizado por el alcalde de Libros para atesorar una importante biblioteca y despertar gran interés por la cultura entre sus habitantes. “En este momento en el que tantas partes de España se están despoblando y en el que los alcaldes de los pueblos pequeños hacen esfuerzos para reinventarse, lo que está haciendo el alcalde de Libros es espectacular”, aseguró.

El parlamentario –que revalidó su escaño este domingo en las urnas– tiene una calle en Libros, al igual que el resto de los autores que han pasado por allí, pero quiere que su vínculo vaya mucho más allá de esa placa y se comprometió a “promocionar en Europa el esfuerzo” que está haciendo Raúl Arana, a quien definió como “uno de los alcaldes más inteligentes que hay hoy en la España interior que quiere sobrevivir”. Además, aseguró que, desde su posición en la UE, intentará que el Festival Libri traspase las fronteras nacionales.

La periodista y escritora Marta Robles habló el sábado de sus obras en Libros, donde le dedicaron una calle, algo que le ilusionó especialmente. Para la literata, es “importantísimo vivir alrededor de los libros como si fuera una fiesta”, dijo, y desterrar “ese concepto de la cultura para unos pocos, aburrida y distante”, porque, a su juicio, “la cultura es para todos, hace libres a las personas, a las ciudades y a los pueblos y aporta tantas cosas que no podemos siquiera enumerarlas”, aseguró.

Amor a la lectura

Robles valoró el trabajo realizado en Libros y lo definió como “un acto de enorme valentía”. Es de la opinión de que los escritores deben apoyar este tipo de iniciativas y además, indicó que también tiene un efecto positivo para ellos: “Provoca una inmensa felicidad venir a un lugar tan pequeñito y encontrarte con tanto amor a la lectura y a los libros”, sentenció.

El domingo por la mañana Defreds se sinceraba mientras abría la cortinilla bajo la que apareció su nombre en una calle: “Ni siquiera me había imaginado escribir un libro, pues menos tener una calle, ya veréis cuando se lo cuente a mi madre”, dijo este Instagramer con casi un millón de seguidores. También anunció que volverá para enseñarle el pueblo y su calle a su hija y, de forma espontánea la propietaria de la vivienda en cuya fachada se ha puesto el rótulo, Isabel Aguilar, que estaba entre el público, le invitó a regresar cuando quisiera: “Esta es tu casa para lo que necesites”, le dijo.

Como explicó Maribel Medina, Defreds es un autor de “picar piedra”, de los que se vuelcan con su público porque, como él mismo aseguró, ha llegado a publicar 12 obras –la número 13 está en camino­- gracias a que se nutre de la gente que acude a sus firmas y compra sus libros al intentar que, aunque sean apenas una decena, “se vayan contentos”. Desde luego tuvo que atender a muchas más peticiones porque a su encuentro acudieron en torno a 60 personas, una cifra nada desdeñable en un pueblo con un centenar de vecinos censados.

Poner al pueblo en el mapa

El rostro de Arana reflejaba la maratón que ha supuesto organizar el festival a la vez de coordinar el colegio electoral para las europeas, cuya fecha aseguró que no conocían cuando programaron la actividad. Sin embargo, estaba feliz de que, un año más, el público hubiera respondido a la llamada de la cultura. Libri ha puesto a Libros en el mapa y hasta la localidad llegan turistas a lo largo de todo el año. Todo un hito teniendo en cuenta que el motor ha sido, como aclaró el regidor municipal, un festival literario, al que se le presupone “mucho menos tirón que a uno de música”.

La librera de Ademuz, Mónica Adalid, constató ese interés de la ribera del Turia por la cultura y precisó que cada año vende entre 120 y 140 libros. “Me dicen quién va a venir y traigo sus novelas”, explicó, para añadir que nunca agota, aunque se vende mucho, porque es “muy previsora”.