

Marcos Gracia obtiene la I edición de la Beca Ángel Alcalá de Andorra
El IES Pablo Serrano entregó el premio creado por la familia del humanistaMarcos Gracia Pascual, estudiante andorrano del IES Pablo Serrano de esta localidad, recibió el pasado viernes el Premio Ángel Alcalá 2019, una beca especial para estudiantes de 2º de Bachillerato de ese centro, valorada en 1.000 euros, y que se concederá desde ahora con carácter anual a aquellos alumnos especialmente destacados en áreas de las Humanidades, como filosofía, lengua, historia, latín, griego, historia del arte y geografía.
La beca ha sido creada por la familia de Ángel Alcalá, humanista, investigador y escritor andorrano que falleció en Nueva York en diciembre de 2017. Este reconocimiento fue propuesto por la esposa e hijas del andorrano al IES Pablo Serrano y al Servicio Provincial de Educación, con la intención de mantener viva la memoria de Ángel Alcalá, Hijo Predilecto de Andorra y Medalla de San Jorge de la Diputación de Teruel entre muchas otras distinciones.
En el acto participaron el resto de alumnos del Instituto que han participado en el concurso, Lucía Espallargas, Víctor Espallargas, Paula Planas e Inés Calmaestra, a quienes se les entregó un ejemplar del libro Ángel Alcalá, un humanista aragonés, libro editado en 2016 con motivo del homenaje que Andorra le brindó en su 88 cumpleaños, por el Centro de Estudios Locales de Andorra, el Ayuntamiento andorrano y el Instituto de Estudios Turolenses.
El galardonado Marcos Gracia, que interpretó al piano –junto a la flauta de Lucía Espallargas– varias piezas durante el acto que tuvo lugar en el propio IES Pablo Serrano, tuvo ocasión de dirigirse al público para expresar su agradecimiento a su familia, con un recuerdo especial a sus abuelos Rosi y Manuel, fallecidos este año, a la familia de Ángel Alcalá por su generosidad y a sus compañeros y profesores del IES Pablo Serrano, así como a instituciones como la Escuela de Música de Andorra, donde aprendió saxofón y piano o la Banda de Música de la localidad donde participa.
Sara Gracia y Alonso Escobar, también alumnos del instituto, presentaron la entrega de premios, en la que Milagros Mateo, su directora, explicó la iniciativa creada por los Alcalá, los criterios seguidos para valorar a los cuatro estudiantes que se presentaron al premio, “alumnos brillantes y ejemplares”, y la dificultad que ha supuesto elegir al primer ganador de este premio.
Por su parte Javier Alquézar, director del Centro de Estudios Locales de Andorra compareció en nombre de la esposa e hijas de Ángel Alcalá, María Elena, María José y Luisa Elena, cuya ausencia disculpó, y glosó la formación humanística del investigador andorrano, su interés por todas las ramas del humanismo –Gonzalo Borrás lo calificó en su día como “un auténtico hombre del renacimiento”– y sus aportaciones intelectuales sobre personajes “fronterizos, heterodoxos y no siempre aceptados”. Asimismo valoró el pensamiento liberal de Ángel Alcalá, su defensa de la libertad y la democracia y su beligerancia contra la intolerancia.
Antes de la entrega de diplomas de este primer Premio Ángel Alcalá, Javier Alquézar realizó un elogio hacia las humanidades: “Son tiempos de individualismo y de sentido economicista de la actividad humana. Pero no debemos conformarnos con ser piezas diseñadas para intervenir en el aparato productivo, sino convertirnos en seres humanos en toda su integridad y grandeza. Por eso debemos mimar las imprescindibles Humanidades y reclamar su sitio en la Enseñanza. Que sirva esta beca como permanente recordatorio a las generaciones de estudiantes venideras del IES Pablo Serrano de Andorra”, concluyó.
Uno de los grandes humanistas contemporáneos turolenses
Ángel Alcalá nació en Andorra el 2 de octubre de 1928. Cursó bachillerato e inició su carrera sacerdotal en el seminario menor de Alcorisa en 1939, que terminó en Zaragoza. En Salamanca terminó Filosofía y en Roma Teología. Fue ordenado sacerdote en el Vaticano en 1952, regresando a Andorra donde ofició su primera misa. Tras un año en Londrés fue destinado en Alcañiz como cura en 1953. Un año más tarde se traslada a Zaragoza a dar clases de Filosofía en el Seminario; en 1955 marcha a Alemania y en 1962 se trasladó a Nueva York para realizar estudios postdoctorales en Filosofía. En 1965 se casó con María Elena Donegani y vivió en Buenos Aires, donde nacieron sus dos hijas, María José y Luisa Elena. La familia se afincó definitivamente en Nueva York donde Ángel trabajó como catedrático en la Universidad de Brooklyn. Desde allí desarrolló una intensa labor investigadora sobre figuras como Miguel Servet, Fray Luis de León, los hermanos Alfonso y Juan de Valdés, Ramón J. Sender o Niceto Alcalá Zamora, sobre quienes está considerado una referencia internacional gracias a sus más de 20 libros y 50 artículos científicos. Visitó numerosos países presentando sus estudios e impartiendo conferencias, y nunca dejó de regresar periódicamente a su Andorra natal, de la que es Hijo Predilecto desde 2005 y donde recibió un homenaje en 2016 en compañía de toda su familia, donde además se presentó el libro Ángel Alcalá. Un humanista aragonés sobre la obra y la vida de este turolense.
Intelectual inagotable, en febrero de 2015, tras publicar la novela histórica La Infanta y el Cardenal e inmerso en varias investigaciones sobre historia y filosofía de las religiones, declaró a este periódico: “Toda mi vida ha sido de estudio, y a mis 86 años todavía queda tiempo para todo”. Murió el 3 de diciembre de 2017 en Nueva York, tras una valiosa vida cargada de experiencias y aportaciones a la filosofía, que deja tras de sí un ingente legado que le acredita como uno de los grandes humanistas contemporáneos nacidos en la provincia de Teruel.