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Nacho Escuín: “Para que la cultura funcione necesitamos crear un público nuevo y fiel” Nacho Escuín: “Para que la cultura funcione necesitamos crear un público nuevo y fiel”
Nacho Escuín, en el turolense parque de Los Fueros. M. A.

Nacho Escuín: “Para que la cultura funcione necesitamos crear un público nuevo y fiel”

El turolense hace balance de su gestión al frente de la dirección general de Cultura y Patrimonio
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Nacho Escuín asumió hace casi dos años y medio años la consejería de Cultura y Patrimonio denunciando que Aragón era “un desierto cultural” que adolecía de los cimientos más básicos para construir un entramado que perdurase. Casi 900 días después,  el turolense hace un balance positivo de la gestión cultural de la Comunidad Autónoma, de la que responsabiliza “a un presidente (Javier Lambán) y una consejera (Mayte Pérez) que han apostado por la cultura y me han permitido desarrollar proyectos muy ambiciosos”. 

- Uno de los principales hitos de Cultura y Patrimonio en esta legislatura han sido los bienes de Sijena. ¿Cuál ha sido la clave para su resolución, en fechas muy recientes?

- Obviamente ha sido fundamental esa diligencia final del juez que obligaba al Museo de Lérida a devolver las piezas, y que incluso capacitaba al Gobierno de Aragón a utilizar la fuerza, auxiliados por las fuerzas públicas, para ir con nuestros técnicos a por ellas. Esto fue fundamental. Ese auto fue la clave para cerrar este asunto. Pero todos los procesos judiciales llevan unos tiempos, y ahora lo que esperamos es que se sigan cumpliendo para que esos murales puedan regresar a donde nunca tuvieron que haber salido, que es la sala capitular del Monasterio de Sijena. Restaurar la situación de todos los bienes allí implica además una serie de proyectos que incluyen la musealización del propio espacio, de los dormitorios y de una ampliación que se va a acometer  para que todos los aragoneses podamos disfrutarlos. 

- ¿Se va a crear un espacio expositivo especial para estos bienes?

- Eso es. Es el lugar donde tienen que estar. La sentencia lo dice bien claro: los bienes son propiedad de ese monasterio. Conforman un BIC y no pueden salir de allí, salvo para tareas de restauración y conservación. Que en algún caso va a haber que hacerlos, porque nos hemos encontrado con piezas que no están en el mejor estado de conservación precisamente. 

- ¿En esos casos la responsabilidad es del Museo de Lérida?

- Vamos a realizar un informe pieza a pieza, porque no podemos adelantar de dónde vienen esos problemas de conservación. Vamos a ser muy prudentes hasta que no estén esos informes, se añadirán al expediente y si se tienen que perdir responsabilidades, se pedirán. 

- ¿Cuándo podrán exponerse las piezas al público?

- Tanto el presidente como la consejera han hablado de febrero, y yo creo que es un plazo que podemos cumplir, en una primera fase. Los aragoneses se encontrarán grandes sorpresas y estoy convencido de que van a gustar muchísimo. Y a partir de febrero empezaremos a trabajar en la apliación museística del monasterio. 

- Hasta tal punto se ha trivializado el tema desde algunos sectores que se ha llegado a sugerir que a los aragoneses no nos interesaban esos bienes más allá de un tema de posesión, de mera confrontación nacionalista...

- Eso es absurdo. Y no hay que confundir las cosas. Obviamente es un tema bandera, y yo he dicho en más de una ocasión que nosotros no íbamos solo a por 44 bienes, sino a cumplir con el Estado de Derecho y con los derechos de todos los aragoneses. Ahora lo que hace falta es que cuanto antes esté disponible ese espacio para que pueda ir la mayor parte de gente posible a disfrutarlos. A gozar de ese patrimonio que es una auténtica maravilla. 

- Usted estuvo en Lérida esa jornada del 11 de diciembre, que en algunos momentos se desarrolló con mucha más tensión de lo que hubiera sido de desear, ¿no es así?

- Desde días antes teníamos todo el operativo listo con las fuerzas de orden público por si no se cumplía esa devolución voluntaria estipulada hasta las 23.59 horas de ese domingo. Fue una jornada muy larga e intensa, con momentos difíciles, pero al mismo tiempo histórica. 

-¿Cree que alguien debería reembolsar al Gobierno de Cataluña lo que pagó por la compra de algunos de los bienes a las monjas?

- La venta fue ilegal porque no se puede vender algo que está catalogado como Patrimonio. Además es significativo que nadie ha podido demostrar que esos pagos se realizaran.

- Una de las primeras medidas en el ámbito de la cultura del Gobierno de Aragón fue la creación del Consejo de la Cultura. ¿Con qué objetivos se creó y en qué medida se han ido cumpliendo?

- Era necesario crearlo porque el sector tenía que ser escuchado. Veníamos de un páramo cultural, de una enorme crisis en todos los sectores de la industria y de los creadores, y lo primero era reunirnos con todos ellos para ver que medidas había que poner en marcha con carácter prioritario, y para pactar cómo iba a ser el reparto de ayudas, algo que no se ha dejado de hacer hasta el momento. En este tiempo hemos tenido más de 30 reuniones y ahora en enero volveremos a tener todas las sectoriales de nuevo. El Consejo de la Cultura de Aragón sigue generando nuevos proyectos, como la propuesta de los patrocinios para los premios, por ejemplo, de carácter público y privado. La fonoteca de la jota salió adelante, la compañía de danza aragonesa también... y lo más significativo fue incluso haber podido encontrar solución o al menos propuestas a grandes preocupaciones como la vertebración del territorio en lo cultural; la cultura en el ámbito rural, que es algo que nos interesa muchísimo sobre todo en provincias como Teruel, y el gran proyecto de este año que es llevar la cultura a las aulas con el proyecto Enseñarte, que ya ha pasado la fase de pilotaje y que a partir de febrero lo veremos en los institutos de todo Aragón.

- En varios centros de Teruel se han realizado algunas de esas experiencias piloto de ese proyecto. ¿Qué valoración se hace?

- Hay una deuda de cultura en las aulas, que desde que desapareció el proyecto de Ramón Acín de Invitación a la Lectura no se había suplido. Enseñarte es incluso más ambicioso porque no solo lleva escritores hasta las clases, sino artistas de todo tipo. Hay charlas con autores, talleres de danza o cineastas que cuentan cómo escribe un guion y lo adapta luego a la pantalla. Además vamos a intentar que los alumnos salgan de las aulas y vayan a los centros donde se realizan esas experiencias artísticas y culturales; cines, teatros, museos... porque creo que tiene que ser algo bidireccional. Este es uno de nuestros grandes proyectos y es esencial, porque siembra. Porque genera necesidades culturales en los jóvenes aragoneses con el objetivo de que se renueve el público para llenar las salas de conciertos y los museos. No olvidemos que para que el sector funcione bien lo primero que necesitamos es generar nuevos públicos fieles. 

- Otro de los grandes proyectos en Aragón ha sido el cambio de rumbo del IAACC Pablo Serrano como centro de referencia. 

- Desde el  principio hemos querido que sea el epicentro de la cultura en Aragón y lo estamos consiguiendo. Todos los días hay algo allí; hay presentaciones de libros, hay dos compañías de danza con ensayos gratuitos que pueden ver los ciudadanos, hay exposiciones sin parar, hay charlas y tertulias, un espacio crítico donde debatir sobre cultura y una magnífica terraza que en verano se llena de conciertos y de experiencias creativas. Era esencial que en Aragón hubiera un lugar de referencia de arte y cultura contemporánea. 

- En Aragón tenemos un problema evidente de macrocefalia con Zaragoza, Ha dicho antes que llevar la cultural al ámbito rural es una prioridad. ¿Qué se va a hacer al respecto?

- Creo que se están haciendo cosas muy interesantes y diferentes. Un ejemplo son las residencia creativas que se hacen en Guadalaviar con Naturalizarte. Eso genera arte y genera visitas. Y se deben usar todos los recursos que ya tenemos, como esa exposición de Gonzalo Tena que hemos podido ver en Teruel y en Rubielos. También hay que sacarle partido al Juan Cabré de Calaceite o al Consorcio Íbero, que con una buena difusión puede adquirir una enorme importancia. Uno de los grandes potencias de Teruel como provincia es vincular el turismo a la cultura, y es ahí donde debemos trabajar. 

- En Teruel fue muy bien recibida la creación de la Film Commission para atraer rodajes en Aragón, y de hecho ya se están pidiendo iniciativas similares en el ámbito provincial y local. ¿Cómo está funcionando?

- En muy poco tiempo está dando resultados que ni siquiera imaginábamos. Vienen rodajes nacionales e internacionales y sobre todo para visibilizar a todos los profesionales del audiovisual en Aragón, que están participando en esos proyectos. Eso unido al presupuesto de Aragón Film Commission, que es de un millón de euros y la multiplicación por cuatro de las ayudas que generamos desde Cultura y Patrimonio está creando un gran entramado en Aragón en torno al cine. En enero vamos a celebrar la Gala de los Premios Forqué y se está reivindicando que esta tierra, también el ámbito rural, es ideal para el audiovisual. 

- Usted ha dicho que Aragón vive un momento dulce desde el punto de vista creativo. ¿En qué se manifiesta?

- Maica Rivera, redactora jefa de la revista Leer realizó un espléndido monográfico que tituló La edad de oro de las letras aragonesas. Y eso nos ha servido para regresar a las ferias internacionales. Volvimos a Liber y, por primera vez en la historia del Gobierno de Aragón, vamos a tener expositor en la Feria del Libro de Madrid. Hemos estado en la feria Arco de nuevo, hemos participado en el Salón del Cómic de Barcelona y hemos generado un proyecto interesantísimo que es el Salón del Cómic Transfronterizo donde los creadores aragoneses conviven con los de Francia, abriendo nuevos mercados. 

En cuanto a ayudas, habiéndolas multiplicado por 10 con respecto al anterior Gobierno de Aragón, se ha ejecutado por encima del 80% este año. Esto es fundamental en un año en el que los Presupuestos no se aprobaron hasta el mes de mayo hay que agradecer al sector que haya sido capaz de ejecutar en tanta cuantía con tan poco tiempo. Eso significa que había músculo.

- La figura de Luis Buñuel está siendo también una de las protagonistas de esta legislatura, comenzando por la reorientación del CBC de Calanda que también tuvo su parte traumática con la reacción de su antiguo director, Javier Espada, y la del recientemente fallecido Juan Luis Buñuel. 

- El principal cambio fue que el Gobierno de Aragón entrara como patrono con una dotación económica anual designada, además de nuestra colaboración para el Festival de Cine y también para el plan integral sobre Buñuel que hemos puesto en marcha. Desde exposiciones, como la de Ramón Masats con las fotos de Luis Buñuel en Viridiana al gran proyecto expositivo recién inaugurado en el Lázaro Galdeano de Madrid, Goya y Buñuel. Los sueños de la razón. Además tenemos la grandísima suerte de que se celebra el centenario de la llegada del cineasta a la Residencia de Estudiantes que ha permitido general seminarios y actividades de un valor tremendo y, sobre todo, convocar la Beca Luis Buñuel para creadores aragoneses. El proyecto se redondea con cosas tan bonitas como ese Rally Fotográfico Desafío Buñuel que tuvo y tendrá lugar anualmente en Teruel, que marcó un antes y un después como festival de cine en Aragón. En ese sentido, fue una alegría que Ibercaja apostara tan fuerte por Desafío Buñuel o por la exposición Goya y Buñuel, porque permite tener mucha más fuerza  y representa las obligaciones culturales que la empresa privada también tiene con la sociedad. Algunas de ellas lo están haciendo muy bien. 

- Tras Madrid, "Goya y Buñuel" podrá verse en México o en Los Ángeles. ¿Cuándo podrá verse en Aragón?

- A partir de primavera podrá verse completa y ampliada en dos sedes, el Museo de Zaragoza y en el Museo Goya, y se llevará una adaptación CBC de Calanda.

- En Teruel había una ausencia lacerante que era la Feria del Libro...

- Ese era uno de los proyectos que, haciendo balance, ves que mejor han tomado el pulso a una ciudad. La Feria del Libro de Teruel tendrá su tercera edición en primavera y ha calado como si fuera un clásico, dando unos resultados de ventas, en torno a los 4.000 libros en cuatro días, que es espectacular. En ese sentido tengo que felicitar a Tomás Cirugeda, presidente de los libreros turolenses, o a la Diputación Provincial porque su colaboración ha sido determinante en que el volumen de ventas durante esos días sea enorme. Nos gustaría que la presencia del Ayuntamiento fuera mayor. 

- ¿Cómo está el tema de la readmisión del Parque Geológico del Maestrazgo en la red Unesco?

- Seguimos las indicaciones del Ministerio. Nos dijeron que había problemas administrativos que subsanamos, y desde ese momento nos dieron su palabra de la reintegración. De momento no ha dejado de usar los logos y ha tenido los mismos servicios, y el propio Alcina anuncio que la reincorporación sería lo más rápida posible. Ahora es el Ministerio quien tiene que pasar la documentación necesaria, pero no para una evaluación, que ya está hecha y es positiva. 

- Teruel sigue teniendo una gran reivindicación; la de un teatro-auditorio que responda a las necesidades escénicas de la capital. 

- Lo primero que hay que hacer es conseguir que el Teatro Marín sea más accesible para todos. Las tarifas establecidas por la gestión son muy difíciles de asumir por los programadores. Además hay que ganar en otros espacios. Todos estamos pensando en ese Museo de la Guerra Civil que desde la consejería de Cultura se ve como prioritario y que tiene que ser una gran referencia en España. Y por supuesto Dinópolis, donde se está poniendo en marcha un importante plan estratégico de ampliación. 

- ¿Qué otros proyectos pueden esperarse de su dirección general para Teruel en el próximo año?

- Vamos a trabajar muy duro en la vinculación de los iconos culturales con el territorio a través del turismo, para visitar los espacios donde esos iconos desarrollaron su trabajo en una serie de rutas. Y vamos a hacer una apuesta definitiva por los Parques Culturales para que los que ya funcionan, como Maestrazgo, Río Martín y Albarracín sigan funcionando, y otros como el Chopo Cabecero, que se acaba de incorporar con gran apoyo popular, se manifieste como espacio paisajístico y cultural de primer orden.  

- ¿Sería positivo para su gestión que la Dirección General de Cultura y Patrimonio se desglosara en dos?

- Volumen de trabajo hay para dos direcciones, eso ya lo te lo puedo avanzar. Pero al estar juntas permite vertebrar proyectos culturales y patrimoniales que, necesariamente, han de gestionarse conjuntamente. Los servicios no trabajan por separado ambas áreas. ¿Deberiamos tener más medios? Claro, yo siempre defenderé que aumente la inversión. Pero no solo se trata de dinero, sino de cómo se plantean esos proyectos vinculados. Antes hemos hablado de Sijena... Sijena tiene una parte patrimonial importantísima, pero tiene una parte de difusión que tiene que ver con la cultural que es tanto o más importante. Y lo más positivo es que ambas ramas funcionen al unísono y no por separado.

- Antes de ser director general, Nacho Escuín era poeta y editor. Aunque hace poco publicó su último poemario, está compuesto por textos que escribió antes de esta etapa... ¿qué queda del Escuín poeta?

- Sigo siendo un profesor de literatura en excedencia, y esa trayectoria vital es a la que retornaré. El mundo de los libros tira de mí. Me gustaría tener  más tiempo, no tanto para escribir sino simplemente para leer. No tengo todo el tiempo ni la calma que necesito para hacerlo. Eso es lo que peor llevo, y la prensa y un libro es lo que primero que busco en mis tiempos libres. 

- ¿Su futuro pasa por la poesía, por la docencia o por la política?

- Lo único que sé a día de hoy es que mi futuro pasa por la cultura. Y a partir de ahí veremos. La clave es vivir cada etapa con la intensidad y la responsabilidad debida. Yo tengo mi carrera profesional en la educación, pero la vida se abre camino día a día. La política es una gran herramienta para hacer muchas cosas. Pero, igual que la literatura o el cine, se puede hacer mala política o buena política. Yo he tenido la suerte de, ahora, tener un presidente y una consejera que apuestan por la cultura y que me ha permitido hacer proyectos muy ambiciosos.