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“Nuestra propuesta gastronómica concilia salud y sabor, y creo que este es un eje ganador” “Nuestra propuesta gastronómica concilia salud y sabor, y creo que este es un eje ganador”
Isabel López Resina recuerda cómo el tomate es “un básico en la cocina mediterránea de la que todos tenemos que presumir”

“Nuestra propuesta gastronómica concilia salud y sabor, y creo que este es un eje ganador”

Isabel López Resina es referente nacional en el emprendimiento de una cultura de alimentación saludable y sostenible
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Con dos décadas de trayectoria profesional a sus espaldas, Isabel López Resina es una de las empresarias modelo abulenses y una de las protagonistas y líderes de los actuales procesos de cambio en el sector alimentario que está viviendo Ávila y la región de Castilla y León. “A estas alturas del camino dice un amigo que he dado la vuelta al jamón porque estoy a punto de cumplir 46 años. Bromas aparte, a estas alturas del camino soy una mujer que disfruta cada día desde la fortuna de poder conciliar mis valores personales con los profesionales. Me divierto cada día con lo que hago y eso me hace feliz”. Directora general de Santa Teresa Gourmet, presidenta de AvilaAgro, Consejera en IBERAVAL, muchos son los compromisos que ponen en valor la actitud de innovación de López Resina en el sector de la cultura gastronómica saludable y sostenible.

-Usted que también es miembro de la Academia de Gastronomía de Castilla y León, Hipócrates dijo eso de “sea el alimento tu medicina, y la medicina tu alimento”.

-Cuanto estamos hablando de Hipócrates pasados varios siglos es que algo de razón debía tener en sus afirmaciones, ¿verdad? Creo que es una realidad incontestable como la alimentación influye y condiciona nuestro estado de salud general: físico e intelectual. Y cuando digo incontestable es porque todos podemos hacer pruebas sencillas q lo demuestran ¿Cómo son las digestiones después de una comilona de paella regada con sangría en verano? ¿Cómo nos levantamos después de una cena, menú degustación, picoteo? Quizá a los quince años todos bien pero cuando vas cumpliendo años. ¿Qué mensajes nos envía nuestro cuerpo cuando comemos y bebemos de forma desequilibrada? Un sabio Hipócrates.

-Alimentación, salud y sostenibilidad. ¡Qué grandes pilares para salir fortalecidos ante la pandemia y su crisis!

-En el ADN de Santa Teresa el eje alimentación saludable es vital desde su origen pero es cierto que la pandemia ha supuesto una revitalización de ciertos valores para muchos olvidados. Desde la introspección que personas y empresas hemos tenido que llevar a cabo, sobre todo en los días de máximo confinamiento, la conciliación estos ejes ha salido fortalecida y en eso ganaremos todos a nivel personal y social.

-Porque usted en el día a día, no para de conjugar estas tres cuestiones en las prioridades de su trabajo hacia una cultura del cuidado y bienestar.

-Efectivamente, creo que un estilo de vida donde la alimentación es saludable en el sentido de máxima naturalidad: sin aditivos, frescura máxima del producto… forma parte del mix que nos hace sentirnos bien y poder decir con mayúsculas que gozamos de bienestar. Inevitablemente en este estilo de vida va implícita la sostenibilidad ambiental y social. Estamos promoviendo productos de proximidad y eso hace que comunidades locales prosperen al lado de las industrias agroalimentarias que son las grandes vertebradoras del territorio. Si compráramos mucha menos comida de las grandes multinacionales y más producto de las industrias locales, se llenaría esa España vaciada de la que tanto hablamos. Esto no debe ser sinónimo de autarquía ni de encierro nacional, porque lógicamente razones climatológicas, tratamiento de semillas y suelo condicionan, por ejemplo, ciertos cultivos. Pero no perdamos el sentido de lo local y de la compra estacional para favorecer a las megaindustrias deslocalizadas y nada sostenibles, que pretenden “alimentar al mundo” con soluciones globales y alejadas de nuestra maravillosa dieta mediterránea.

-El antropólogo alemán Ludwig Feuerbach en su texto ‘Enseñanza de la alimentación’ ya apuntaba en 1850 que “si se quiere mejorar al pueblo, en vez de discursos contra los pecados denle mejores alimentos. El ser humano es lo que come”.

-‘Somos lo que comemos’ ha sido nuestro slogan durante muchísimos años. Llegamos a registrarlo en la oficina de patentes asociado a nuestra marca y luego hemos desistido de su renovación porque siendo una verdad verdadera, este tipo de afirmaciones terminan por devaluarse de tanto uso extemporáneo. En los últimos dos años estamos apostando por decir lo mismo de una forma más global: la alimentación saludable como la que promovemos y practicamos en la producción de Santa Teresa, contribuye a tu bienestar. Nos parece un concepto más amplio y que se ajusta mejor a lo que una buena alimentación hace por ti: te hace sentir bien por dentro y por fuera y sentirse bien es algo que pareciendo sencillo no es fácil de conseguir. En una sociedad permanente estresada con millones de estímulos externos para conseguir una felicidad artificial y muchas veces asociada al “tener”, creemos que es importante ser y sentir. La alimentación saludable puede hacer eso por nosotros sobre todo cuando hablamos de salud y sabor. No se trata de comer mucho avena, chía, apio, porque es súper saludable, sino de comer equilibrado, dieta mediterránea donde los productos procesados por la industria pero cien por cien saludables y que están ricos nos hacen sentirnos bien a la vez que nos estamos cuidando.

-Defina cultura de emprendimiento, innovación y su liderazgo. Qué importante es tirar con fuerza y humor en estos tiempos. En el siglo XXI hay que cambiar el concepto de fronteras por el de redes y alianzas, creo yo.

-Complicado definir tantas cosas en unas pocas líneas pero intentando sintetizar seguro que todos coincidimos en una afirmación: lo que nos ha traído hasta aquí no creo que nos lleve hasta donde queremos llegar sin implementar cambios y adaptaciones constantes. El “nada es para siempre” en postpandemia será más real de lo que nunca lo fue ¿Entonces? La innovación en el sentido más simple: desarrollo, adaptación… o más disruptivo igual a invento, no es algo que podamos elegir. En estos momentos, o nos adaptamos y promovemos el emprendimiento en todos los ámbitos de la vida y por supuesto el intraemprendimiento en la propia empresa, o nos quedaremos fuera del tablero de juego. Cien por cien de acuerdo que las redes y alianzas son las que nos harán llegar más lejos: juntos somos más poderosos que haciendo las cosas solos.

-¿Cuál es la propuesta gastronómica de Santa Teresa Gourmet que la está llevando a ser la reconocida marca global que es en su sector?

-Creo que Santa Teresa fue una marca pionera desde su origen en potenciar una alimentación saludable. Hoy puede parece una moda: todas las empresas dicen hacer productos saludables pero la realidad esta en los etiquetados y ahí vemos que listas infinitas de ingredientes conviven con declaraciones nutricionales imposibles. En Santa Teresa no hay distancia entre lo que decimos y lo que somos. Nuestros productos solo tienen los ingredientes que pondríamos en casa. Hay fabricas que en lugar de industrias de alimentación parecen farmacias y esto no debería ser así. Nuestra propuesta gastronómica concilia salud y sabor, y creo que este es un eje ganador.

-Una marca internacional, ya presente en más de una veintena de países y mercados.

-Querríamos ser una marca internacional pero la realidad es que somos una marca local y aspiramos a llegar a cada vez más clientes a nivel internacional. Hacer marca con los recursos de una pyme es muy difícil. Aspiramos a hacer las cosas tan bien que sean nuestros consumidores más convencidos los que comuniquen Santa Teresa compartiendo su experiencia. Ese es el verdadero objetivo de marca para nosotros pero esto a nivel global es complicadísimo. Bien es cierto que vedemos en una veintena de países, sobre todo membrillo y gazpacho, en canales y destinos que valoran la alimentación de calidad.

-Con el valor de brillar en su digitalización en la transformación que también atravesamos.

Llevar una empresa del s. XIX al s. XXII pasará si o si por mucha digitalización. En las primeras décadas de este siglo, la digitalización se está acelerando exponencialmente cada año y conciliar la tradición con un mundo cada vez más digital creo que es el desafío más importante que tenemos ahora mismo.

-Y un proyecto responsable donde sostenibilidad y seguridad alimentaria van bien juntos de la mano.

La seguridad alimentaria creo que ya es un termino que tenemos que superar, porque los controles en industria agroalimentaria son afortunadamente tremendos. La sostenibilidad es un eje más complejo y por eso también más interesante en su triple vertiente: social, ambiental y económica.

-Comercio sostenible, apostando por la agricultura de proximidad y dando siempre prioridad a la salud y lo natural frente a la alimentación con tratamiento químico e industrial.

-Todos estos ejes forman parte de una manera de entender el mundo y casi de ir por la vida. Debiéramos tener una conciencia global que nos impulse a dejar un mundo mejor para las siguientes generaciones y sin duda consumo y producción de proximidad, y alimentos saludables en el sentido de ausencia de químicos en la producción, son facetas de un prisma que es único: sostenibilidad.

-Por todo ello, sus acciones se apoyan en los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2030. Qué importante y urgente implementarlos en todos los sectores. Destaque los ODS en los que ustedes están trabajando con más detenimiento.

-En Santa Teresa hemos diseñado una estrategia interna que hemos denominado Transición Alimentaria 2025 donde los ODS 3 y 12 son ejes vertebradores: producción y consumo sostenible a los que me he referido anteriormente. Hemos marcado hitos cuantitativos para cada año en reducción de platicos, consumo de energías limpias, reducción uso del agua… y estamos en el buen camino incluso para llegar a objetivos antes del timing marcado.

-Cite a modo de ejemplo tres de sus productos de los que usted está más orgullosa.

-Como diría mi abuela ¿Qué dedo me corto que no me duela? Es difícil elegir porque todos tienen su porqué y no obstante me tengo que entregar a los clásicos: las yemas de Santa Teresa nos han traído hasta aquí y gozan de una magnifica salud a sus 161 años, lo que es admirable. Son piezas únicas de artesanía gastronómica: todas y cada una de las yemas vendidas en estos años se redondean a mano. El proceso no ha cambiado un ápice y están en la memoria colectiva de todos los visitantes que Ávila recibe y ha recibido durante casi veinte décadas. Ahora las vendemos online desde nuestra web y pueden viajar desde Ávila por el mundo. Por las yemas siento verdadera devoción intelectual y después creo que nuestro membrillo, que es un producto excelente que recupera la mejor tradición de la cocina de madres y abuelas, es mi otra debilidad. De la última etapa de Santa Teresa me quedo con el gazpacho porque además ahora es temporada y nos llena de energía y vitalidad: nos pone en modo verano.

-Así es. Muestra de mestizaje, gazpacho y salmorejo para este verano son una propuesta brutal: fresquitos y fuente mayúscula de vitaminas.

-No hay verano sin gazpacho. Cuando además es un producto cien por cien hortalizas frescas, con el mejor aceite de oliva, sin agua añadida… como lo hacemos en Santa Teresa, no puede faltar en las neveras durante la temporada. El salmorejo está siendo en los últimos años toda una revolución ganando consumidores cada año. Dos buenas recomendaciones sin duda para pasar un verano lleno de salud y sabor.

-“A la mejor cocinera se le va un tomate entero”. ¿Por qué el tomate es lo más? ¿Por qué es el auténtico rey?

-Magnifica expresión para ensalzar que el tomate es efectivamente un básico en la cocina mediterránea de la que todos tenemos que presumir. Que el tomate sepa a tomate es el reto: la hibridación de semillas para ganar en rendimiento productivo de los cultivos ha hecho mucho daño a este producto y cada vez cuesta más encontrar tomates son sabor en el mercado. Afortunadamente, en Santa Teresa hemos logrado trabajar con variedades y agricultores que se mantienen fieles a lo que debe ser un producto rico.

-Usted cómo gran experta, mírenos también a nosotros. Entre el jamón de Teruel, las trufas de Sarrión, el queso de Tronchón, el aceite del Bajo Aragón, el azafrán del Jiloca o el melocotón de Calanda, ¿con qué se queda?

-¡El azafrán lo tengo en mi debe! ¡Hoy mismo lo busco! Del resto de productos soy consumidora siempre que los encuentro en comercio tradicional. Si me tengo que quedar con uno solo diría trufas de Sarrión, por eso del consumo ‘emocional’ pues siempre están asociadas a momentos extraordinarios. Sois afortunados en cualquier caso, porque Teruel tiene una propuesta gastronómica de mucho valor añadido.

-Para terminar, recomiende una rutina saludable para poner en el imán de la nevera.

-Cuando mejor me porto a nivel de rutina saludable, preparo y bebo cada día dos litros de bebida detox casera con apio, limón y jengibre. Consumo muchas hortalizas frescas o procesadas pero cien por cien naturales (sin aditivos) y poca carne; hago algo de deporte y ceno ligerito. Los caprichos tipo queso Tronchón con mi membrillo siempre en la comida, pero la realidad es que creo que la mejor rutina es comer lo que te hacer sentir bien no en el corto plazo, sino lo que nos hará estar bien hoy y también mañana y el año que viene.