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Proyecto Alabastro sueña con arrancar su segunda edición a finales de 2020 Proyecto Alabastro sueña con arrancar su segunda edición a finales de 2020
Egea, Hernández, Martínez y Arnau, con el óvalo en tres partes servido por Yesal. Proyecto Alabastro

Proyecto Alabastro sueña con arrancar su segunda edición a finales de 2020

La llegada de artistas extranjeros se ha visto truncada por la pandemia
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La segunda fase del Proyecto Alabastro, que durante dos años ha promocionando los usos del mineral del Bajo Martín, podría dar comienzo a finales de este año si la situación sanitaria lo permite. Al cierre de la primera edición estaba previsto que la siguiente etapa, más ambiciosa, arrancara a mediados de 2020.

“El proyecto finalizó en marzo pero seguimos con actividad en el CIBA y la idea de retomarlo cuando la situación cambie. Seguramente se hubiera puesto en marcha para esta fecha, aunque ahora todo aconseja un poco de prudencia”, admitió el gerente, Santiago Martínez, que lamentó que casi todo el programa entre abril y agosto se ha pospuesto porque en gran medida “dependía de la llegada de artistas extranjeros”. Esta planificación se retomará cuando sea posible, aunque ya se está empezando a recobrar. No en vano, Jorge Egea, Joaquín Hernández y Adrián Arnau iban a realizar su proyecto a seis manos la pasada Semana Santa y a Albalate que han ido en cuanto ha sido posible.

El proyecto colaborativo desarrollado entre 2018 y 2019 ha contado con un presupuesto de 61.300 euros financiado al 80% por Adibama y al 20% por la Comarca del Bajo Martín y los ayuntamientos de Albalate del Arzobispo y La Puebla de Híjar. Ha servido para situar en el mapa un producto que antes se asociaba con Italia, injustamente porque el 75% de la producción mundial se extrae en las canteras del Bajo Martín, el Jiloca y la Ribera Baja del Ebro (Zaragoza).

Simposios de Escultura en Alabastro y estancias de artistas han permitido superar las expectativas en cuanto a la promoción artística de esta piedra. Escultores de fama mundial han acudido al territorio a conocer el mineral y trabajarlo, y se han llevado esta experiencia a sus talleres y escuelas de arte. 

A Martínez le gustaría seguir vinculados a universidades y centros de investigación con tal de promocionar el alabastro en otros campos como la arquitectura, la joyería, la restauración o la producción industrial. Todo ello sin abandonar la formación, no solo artística, con certificados de profesionalidad que ya es capaz de impartir el Centro Integral del Alabastro (CIDA) ubicado en el polígono industrial de Albalate.