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Sonia Iglesias muestra el arte de reclusos turolenses en la obra ‘Ente en Activo’ Sonia Iglesias muestra el arte de reclusos turolenses en la obra ‘Ente en Activo’
La vitrina y la mesa de colegio se encuentran rodeadas de un "mejunje pegajoso" que representa la dificultad de los reclusos en llegar a su interior creativo

Sonia Iglesias muestra el arte de reclusos turolenses en la obra ‘Ente en Activo’

Una vitrina y una mesa de colegio son los elementos que protagonizan la instalación
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Con el objetivo de mostrar el interior del potencial artístico de los reclusos del Centro Penitenciario de Teruel, Sonia Iglesias aborda en la exposición Ente en Activo, el resultado de su experiencia de arteterapia desarrollada en el centro turolense. En ella, procura conciliar las diferencias individuales de los alumnos, tras su trabajo de orientadora para solucionar sus dificultades técnicas.

Se trata de una instalación que se muestra en el Cuarto Oscuro del Edificio de Bellas Artes de la capital, protagonizada por una vitrina y una mesa situadas en el centro de la sala, e iluminadas unicamente por un foco. Estas se encuentran rodeadas de un mejunje pegajoso, realizado a partir de miel, que representaría la dificultad o la barrera de estas personas, cuyas vidas “no han ido muy bien, o han cometido errores”, en llegar a su interior creativo, indica la artista.

En el interior de la vitrina, se encuentran diferentes trabajos artísticos realizados por los internos, especialmente en el taller de escultura, como bustos, muñecos o máscaras. En la mesa, sin embargo, aparece el cuento de Caperucita Roja, la publicación El Poder y la revista del centro penitenciario Al Vuelo. Todo ello rodeado de una oscuridad absoluta, que trata de impedir llegar al centro de la instalación, es decir, al interior de las personas que lo han realizado.

Iglesias explica que el título Ente en Activo, “es porque ente significa una entidad desconocida, como ellos”. “Es una identidad marginal porque los internos son un colectivo que está marginado, es como una persona totalmente desconocida que está en activo, que hace arte, pero que es anónimo”, detalla. Es por eso, que las obras expuestas aparecen sin nombres, son anónimas, “respetando la identidad de cada persona”, añade la artista.

Se trata de un proyecto que Iglesias empezó a plantearse desde que realizó sus prácticas de arteterapia durante el curso tercero de Bellas Artes, en el Centro de Rehabilitación Psicosocial San Juan de Dios. Allí hizo varias obras, algunas de ellas expuestas en la Universidad. Tras comprobar que la experiencia fue muy positiva para ella, decidió repetir las prácticas durante el cuarto curso, pero en esta ocasión, en el Centro Penitenciario de la ciudad.

Para Iglesias este reto le pareció, además de interesante, viable para realizar su Trabajo de Fin de Grado. Es por ello, que se lanzó y comenzó a impartir dos talleres en el centro, uno de escultura los jueves y otro de ilustración los viernes. La participación, aunque no muy elevada, fue suficiente para que la estudiante pudiera realizar su trabajo a partir de la arteterapia. 

“Yo lo he disfrutado, me ha gustado y ha sido una experiencia recíproca”, dice. “Yo les he dado cursos a ellos, talleres y ellos me han dado a mi mucha experiencia, y me han enseñado muchas cosas, ha sido muy interesante”, añade Iglesias.

La arteterapia es una profesión asistencial que consiste en enseñar a las personas, en este caso a los internos, diferentes maneras de expresión artística “para que con ella plasmen sus problemas interiores y puedan mitigar su dolor”, aclara Iglesias. Ella partió en sus dos cursos de unas bases de proporción, equilibrio y de armonía, y a partir de ahí, les planteó varios temas en torno al yo y al interior. 

 

La autora

Sonia Iglesias finaliza con este trabajo sus estudios de Bellas Artes en Teruel. Ella es asturiana, de Gijón. Sin embargo, desde que llegó a la capital turolense no ha dudado en continuar estudiando aquí. Ha colaborado en el Diario de las Bellas Artes, y por ahora, todavía está pensado cómo abordar su futuro.

No duda en seguir estudiando, pues según indica “la formación es continua toda la vida”. Sin embargo, duda entre dos ramas de las artes, la arteterapia “un campo muy interesante que aún está por explorar porque es una rama de las más modernas”, o diseño y animación. Sea como sea, es algo que quiere pensarlo con tiempo y calma, porque “la vida es muy larga y nunca se sabe”, concluye.