Tamborile supera las expectativas en la celebración de su quince cumpleaños

Mezquita de Jarque volvió a ser ayer un auténtico hervidero de gente, música y diversión en la segunda y última jornada de su festival de música de calle Tamborile. Muy probablemente superó las previsiones de recibir 3.000 visitantes en el quince aniversario del festival, aunque es prácticamente imposible calcularlo debido a que el público se escalona en diferentes momentos del día. Muy familiar hasta el concierto de las 21 horas, con la zona infantil del parque de bote en bote, gestionada este año por El Pájaro Jocs, y más adulto y festivo por las noches.

La música se repartió entre los escenarios central de la Plaza Mayor, el de la Herrería y también con algunas de las actuaciones que recorrian las calles entre los diferentes espacios, para disfrute de vecinos y visitantes.

La organización realizó un balance positivo con la respuesta del público, que de desplazó en masa para disfrutar del Tamborile pese a que las tormentas caídas en las últimas horas provocaron cortes de tráfico y obligaron a dar rodeos a quienes llegaron desde Zaragoza.

Entre las bandas que comparecieron este año solo hubo que lamentar la baja a última hora de los Gaiteros de Estercuel, que no pudieron acudir por motivos de fuerza mayor, aunque el resto del programa se cumplió con pulcritud.

Tamborile cumplió este año su 15ª edición y presentó para celebrarlo un programa muy ambicioso, con más de una docena de formaciones procedentes de Chile, México, Estados Unidos y varias comunidades autónomas españolas.

Lo más granado del XV Tamborile llegó al caer la tarde de ayer, sábado. El festival empezó a quemas las últimas naves con Fanfarria Taquikardia y su contagiosa fiesta musical que funde ritmos balcánicos, klezmer y sonidos latinos, absolutamente imposibles de no bailar. Tras la presentación de la veterana banda de metales Undertow Brass Band, que se fundó hace 20 años en Rhode Islando (EEUU), la explosiva banda franco-mexicana Kumbia Boruka, tomó los mandos en el escenario principal de la Plaza Mayor de Mezquita de Jarque. Kumbia Boruka presenta un personal y original repertorio de cumbia, rock, reggae y psicodelia, en una gira que además de Mezquita de Jarque incluye grandes citas del género en España como Womad (Cáceres), Jamboree (Barcelona), Rototom (Benicàssim), Sonic Plurverse (Berlín) o Kulturmarkt (Zúrich).

Después desfilaron propuestas como la Orkresta Txaranga Elektrikoa, caracterizado por su irreverencia y energía desbordante y Fanfarria Taquikardia, que hizo doblete.

La medianoche fue el momento de Newen Afrobeat, una de las grandes bandas que abrían el cartel de Tamborile 2025. La agrupación chilena funde músiucas de su país y del resto de América Latina con afrobeat y sonidos del continente negro. Newen Afrobeat ofreció en Mezquita de Jarque ayer uno de los tres únicos conciertos previstos en su gira Europea; los otros dos serán en Madrid y Barcelona.

Undertow Brass Band ofreció un último pase de madrugada antes de cederle el testigo a Balkan Bomba, los castellanomanchegos que pueden presumir de una de las combinaciones más singulares y divertidas de ska, rock y folclore europeo del Este.

Orkresta Txaranga Elektrikoa cerró el festival a partir de las 3.45 horas, en una fiesta que volvió a extenderse hasta más allá del amanecer.

En las quince ediciones que ya se han celebrado Mezquita de Jarque ha consolidado su Tamborile no solo como una de las grandes citas festivaleras del verano para miles de turolenses, sino también en un festival de referencia en el campo de la música de calle en toda España. En década y media Tamborile ha puesto frente al público a 1.200 artistas de más de 130 agrupaciones llegadas de todo el mundo, algunas de las cuales son primeras espadas en su género.