Síguenos
Tortugas, alienígenas, jirafas y leones que dan vida a los centros de salud aragoneses Tortugas, alienígenas, jirafas y leones que dan vida a los centros de salud aragoneses
Guirao, acompañado por las voluntarias Esther, Charo y Cristina Espada ‘Dadú’, de izda. a dcha.

Tortugas, alienígenas, jirafas y leones que dan vida a los centros de salud aragoneses

El proyecto artístico Believe in Art acaba de intervenir en varios espacios sanitarios turolenses
banner click 244 banner 244

Desde el pasado mes de febrero la sala de espera y las consultas de centros de salud como el de Alcañiz, el de Calanda o el de Andorra se han transformado en una jungla, un loco río donde los animales echan carreras o un sistema solar con simpáticos alienígenas que viajan de planeta en planeta.

Después de que cumpliera diez años en 2023 el proyecto Believe en Art, que está convirtiendo los centros sanitarios aragoneses en espacios más amables y habitables para pacientes y trabajadores, este 2024 ha comenzado con fuerza, y con varios proyectos artísticos que implican a centros de la provincia o a artistas turolenses.

Las responsables de Believe in Art son la andorrana Maria Luis Grau, Beatriz Lucea, descendiente de este pueblo, y Marisa Vela. Todas proceden de la historia del arte y, tras un largo historial de colaboraciones con ONG decidieron crear en 2013 un proyecto propio, basado en el vínculo que existe entre arte y saludo en el mundo anglosajón. Believe in Art persigue intervenir estancias hospitalarias con diseños artísticos especialmente concebidos para hacer los espacios más agradables y divertidos para los niños. “La idea era contar con voluntarios y organizar campañas anuales”, explica Beatriz Lucea, “pero luego vimos que era mejor organizar proyectos en función de lo que nos fueron pidiendo los propios centros hospitalarios. Actualmente tenemos lista de espera”.

Sala de espera de consultas pediátricas del centro de salud de Alcañiz, intervenido por David Guirao

Hoy en día son más de 70 voluntarios habituales los que trabajan con el proyecto, por el que han pasado más de 150 artistas aragoneses de forma completamente altruista. Comenzaron haciendo actuaciones en hospitales para llegar después a centros de salud de poblaciones más pequeñas.

Los hospitales de Teruel y Alcañiz están de momento en compás de espera, “a falta de que estén los nuevos para intervenir”, subraya Lucea. Pero eso no significa que Believe in Art no visite la provincia de Teruel. Durante las últimas semanas han tenido lugar sin embargo diferentes actuaciones en Teruel o por parte de artistas turolenses. El zaragozano David Guirao ha decorado la sala de espera y las consultas de Pediatría del centro de salud de Alcañiz; Héctor Vidal, ha hecho lo propio con el centro de salud de Calanda; Alberto Morote se encargó de intervenir la consulta de Pediatría de Andorra y Alicia Blasco decoró la sala de espera de Pediatría del centro de salud de Caspe.

Believe en Art es muy conocido y muy querido en el ámbito sanitario y artístico. “Hay muchísima gente que nos escribe y que nos pide colaborar con nosotros... contamos con los mejores pintores y hay un caldo de cultivo muy bonito para que siga funcionando”.

El proyecto se financia a través de subvenciones a las que concurre y a empresas y patrocinadores privados que apoyen la iniciativa. “Últimamente también estamos recibiendo algún encargo del Servicio Aragonés de Salud, que financian directamente ellos”.

Proyectos recientes en Teruel

Uno de los artistas que ha intervenido a lo largo de febrero en Teruel ha sido David Guirao, una de las principales referencias aragonesas y nacionales en la ilustración de libros infantiles y juveniles, que intervino en Pediatría del centro de salud de Alcañiz.

Su espacio eran 40 metros lineales que contaban con la limitación tener toda la parte inferior de la pared, prácticamente dos metros, cubiertos de azulejo pequeño. “Eso da mucha carga visual, y lo que pintes por encima, hasta el techo, no puede ser abigarrado”, explica Guirao. “Así que pensé qué posibilidades tenía y decidí intervenir por encima de los azulejos de manera que formaran parte del diseño, convirtiéndolo en agua, en vegetación o en cualquier otro marco en el que se desarrolla lo que yo pinto”.

La turolense Alicia Blasco durante su intervención en Caspe

Varios animales juegan sobre esa pared de azulejo, pescando, regando las plantas o haciendo carreras, de forma que incluso da la sensación de que el agua salpica sobre el azulejo y se cavan agujeros en él. “Un niño que observaba pintando al final no pudo resistirse y me preguntó que cómo había quitado algunos de los azulejos para que pareciera que se abría un agujero”, explica Guirao. “Yo le invité a subir a la escalera, para que viera que lo que hacía era pintar sobre el azulejo del mismo color que la pared. Y el chaval se fue a su casa encantado, como si hubiera conocido un gran secreto”.

Guirao es un experto jugando con la curiosidad del niño, sabiendo crearle espectativas y satisfaciéndolas después. “Un niño no quiere estar en un hospital, nunca, eso hay que entenderlo”, afirma el ilustrador zaragozano. “No quiere que le pinchen, que le miren nada... por eso hay que ser muy amable con él, muy sensible. Y en ese contexto, si consigo que el niño mire a la pared en lugar de a una pantalla y se haga preguntas, ¿por qué está eso ahí?, ¿qué está ocurriendo? O ¿qué significa eso?, para mí eso es la felicidad máxima”.

David Guirao hace 10 años que colabora con Believe in Art y de hecho es uno de los primeros artistas que comenzó a hacerlo. “Este proyecto ha tenido mucha repercusión en Zaragoza y me parece estupendo que se extienda. Pone en valor la sanidad pública, y no solo se hace para que los niños estén más a gusto, sino para que las pediatras y las enfermeras que trabajan allí estén en un espacio más agradable. Todo el personal de los centros, desde limpieza hasta urgencias, están encantados y todos te ayudan mucho”.

Diseño de una de las paredes de consultas pediátricas del centro de salud de Andorra

De hecho Guirao pudo contar con ayuda. El ilustrador realizó su intervención de viernes a domingo para interferir lo menos posible en la actividad del centro. “Como no me iba a dar tiempo, vinieron Rosario y Esther, dos voluntarias de Zaragoza, y Cristina Espada Dadú, una artista que vive en Alcorisa, y entre los cuatros fue mucho más rápido y divertido”.

Otro de los artistas que han participado en este proyecto durante las últimas semanas ha sido Roberto Morote, andorrano que además acaba de ser padre, por lo que su trabajo en Pediatría del centro de salud de su pueblo ha sido todavía más especial. Algunos de los últimos trabajos de Morote han sido los cómic biográficos sobre Ramón y Cajal y Segundo Chomón, escritor por Queco Ágreda, o la adaptación al cómic de la novela 'Camí de Sirga' de Jesús Moncada. El turolense se sale de los registros de estas obras para plasmar un escenario selvático y desenfadado con varios animales, desde una ballena a un león, pasando por monos, jirafas, o un gorila, muy estilizados y basados en figuras geométricas sencillas en colores vivos pero no estridentes. “He buscado hacer que sean expresivos a través de su cara, que fueran divertidos, y con unos pajarillos sobrevolándoles, que están por todas las paredes”, y que dan un toque de humor y de juego con el entorno, interactuando con carteles y otros elementos del propio espacio.

Morote busca ese espacio intermedio entre la decoración del espacio, que sea divertido y entretenido para los niños y que al mismo tiempo no canse visualmente a las trabajadores del centro de salud. “Estuve con ellas proponiéndoles diferentes cosas, para llegar a un acuerdo que nos gustara a todos, porque también es muy importante que quien está allí todos los días estén a gusto”.

Por su parte la joven ilustradora turolense Alicia Blasco se ocupó de la sala de espera de Pediatría en el centro de salud de Caspe, y también intervendrá en Sástago. Blasco ha convertido el espacio literalmente en un juego didáctico, en el que los niños y niñas pueden ayudar, mientras esperan, a un simpático alienígena llamado Ziggy, a emprender un viaje espacial. Para ello tienen que ir recorriendo la sala, siguiendo determinadas pistas y reordenando los planetas de nuestro Sistema Solar. “Realmente ha sido la primera experiencia que he tenido en pintura mural, y ha sido una experiencia chulísima que espero tener la ocasión de repetir muchas más veces”. Para Blasco la importancia no solo radica en hacer de estos espacios lugares más amigables y divertidos para los niños, “sino que también creo que es apropiado convertirlos en una especie de juego que además les enseñe alguna cosita”. Así, los niños -y también sus padres- están invitados a recorrer los planetas en orden según su cercanía al Sol. Algunos de ellos están pintados en alguna de las puertas de las consultas, como si de ojos de buey se tratara y nosotros mirásemos desde el interior de una nave espacial.

Alicia Blasco en la sala de espera del centro de salud de Caspe

También ha terminado recientemente su intervención Héctor Vidal en el centro de salud de Calanda, población a la que está vinculado por lazos familiares este artista nacido en Barcelona y afincado en Zaragoza, que habitualmente firma sus trabajos como Héctor Vacui. El artista está especializado en pintura mural, y precisamente en Calanda, en un bar, fue donde hizo su primer encargo con 16 años. Desde entonces no ha dejado de pintar fachadas y muros, especialmente en Aragón y Cataluña, y es uno de los artistas murales más reconocidos de la Comunidad.

Cien habitaciones, 70 voluntarios y más de 150 artistas en una iniciativa que cumplió una década

2023 fue un año especial para Believe in Art porque celebraron su décimo aniversario, con numerosas actividades y proyectos, alguno de los cuales se habían quedado en stand by por culpa de la pandemia. Uno de ellos es 'Pinturas que dan vida', que consiste en intervenir artísticamente todos los paritorio de Aragón. Aunque las instalaciones relacionadas con maternidad suelen ser escenario de cosas bonitas, “el tiempo que transcurre desde que una pareja ingresa hasta que da a luz es muy estresante, y en estas condiciones las intervenciones artísticas ayudan a que la estancia sea más tranquila y relajada”, afirma Beatriz Lucea. El proyecto está impulsado por 22 alumnas del programa de Desarrollo para la Dirección de Mujeres con Alto Potencial de la Escuela de Organización Industrial. El año pasado comenzó en el Hospital Clínico de Zaragoza y el objetivo es que, a partir de ahora, vaya extendiéndose al resto de paritorios de las tres provincias aragonesas.

Además durante 2023 Believe in Art añadió a su larga lista de galardones el Premio Solidario Essentia Creativa.

Además Beatriz Lucea participó en la mesa redonda 'Iniciativas para mejorar la experiencia de los pacientes" en las XXI Jornadas de Trabajo sobre Calidad en Salud', celebradas en Alcañiz, y Believe in Art dio el salto fuera de la Comunidad Aragonesa en el Vall de Hebrón de Barcelona, de la mano del cómico Andreu Buenafuente y las muralistas Ruth Villagrasa y Paloma Navarro.

El año estuvo lleno de intervenciones e iniciativas, que concluyeron con la celebración del I Congreso Internacional de Arte y Salud Believe in Art a finales de noviembre. Artistas, consultores y sanitarios pusieron en común sus experiencias en torno al papel decisivo que juega el arte a la hora de humanizar los espacios y, lejos de ser una frivolidad, mejora la estancia hospitalaria de enfermos y familiares.

Believe in Art publica un boletín anual digital con toda su actividad, y además es posible encontrar información sobre sus iniciativas, proyectos y cómo colaborar con ellos en believeinart.org y las redes sociales Facebook, Instagram y TikTok.