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'Trash or Treasure' vuelve a transformar el campus de Teruel en un vertedero de arte 'Trash or Treasure' vuelve a transformar el campus de Teruel en un vertedero de arte
José Prieto, profesor y comisario de la exposición, durante la inauguración de la muestra en la sala del Edificio del Vicerrectorado de Teruel. Miguel Ángel Artigas

'Trash or Treasure' vuelve a transformar el campus de Teruel en un vertedero de arte

José Prieto comisaría una exposición de estudiantes con once piezas de 'trash art' o 'garbage'
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El edificio del Vicerrectorado del campus universitario de Teruel vuelve a convertirse en un vertedero de arte con la segunda edición de Trash or Treasure, una exposición de once criaturas construidas con material reciclado y de desecho por estudiantes de escultura del grado de Bellas Artes, coordinados por el profesor José Prieto.

Tomando en esta ocasión como fuente de inspiración los dinosaurios y el cine de ciencia ficción, Trash or Treasure II recoge el testigo de Trash & Medieval Bestiary, un proyecto de trash art o arte creado con basura que arrancó en 2019 en el Museo de Arte Sacro de Teruel por iniciativa de José Prieto y Vega Ruiz, en aquella ocasión inspirado en el bestiario mitológico de la techumbre mudéjar de la Catedral de Teruel, y que desde entonces ha seguido desarrollándose anualmente desde el grado de Bellas Artes en Teruel. Se trata de construir una serie de propuestas escultóricas con materiales de desecho y basura, con el objeto de cuestionar los hábitos de consumo y llamar la atención sobre su insostenibilidad, incorporando residuos generados en el entorno próximo como recurso didáctico y artístico.

Esta nueva propuesta en el marco teórico vincula dos conceptos que se trabajan conjuntamente: la Educación Artística, centrada en el movimiento artístico Trash Art, en el cómic y en el cine. Y, la Educación Ambiental, para tomar conciencia de la problemática medioambiental buscando formas de abordarla y, de reflexionar sobre algunos Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030.

En esta ocasión los estudiantes han diseñado once bestias inspiradas en el mundo de los dinosaurios y del cine de terror, que pueden verse expuestos hasta el 12 de diciembre en la sala de exposiciones del Vicerrectorado y en alguno de los pasillos del edificio.

Dragón bicéfalo

Gasón el Dragón (Yaret Genzor, Martha X. Aznar, Marta Ana Rütena, Nuria Férriz y Neo Escuder) es un dragón bicéfalo cuyo exoesqueleto metálico remite al futuro distópico relacionado con la basura tecnológica.

En unos términos similares se expresa Waxolote (Alba Mata, Alexis Estrada, Paula García Tardío, Katherina García Blasco), criatura inspirada en los alebrijes (pequeños juguetes con forma de animal mexicanos), y surgida de la fusión entre un dragón, un guajolote -pavo real, en México- y axolote, una peculiar salamandra marina que solo se encuentra en el país centroamericano. Está formado por gran cantidad de cableado eléctrico, piezas de computadora y otros residuos, y cubierto por placas metálicas que acentúan su aspecto robótico.

Morelladón (Carla Obiol, David Marín, Ángel Gómez, Sabrina Stoica), está inspirado -de forma muy libre, eso sí-, en los restos del dinosaurio iguanodóntido hallado en Morella. Está construido con piezas electrónicas de ordenador y placas metálicas, en combinación con papel y cartón.

Alfredo el dinosaurio (Cristina Royo, Ángela Millán, Chet Félix y Brezo Acín) está construido con una vieja televisión y un filtro de aire, además de una jaula de pájaro que encierra la cabeza de un maniquí. Aparece como un ave-reptil posada sobre la televisión de desecho, bien como una carroñera dispuesta a darse un festín, o bien como una madre protegiendo su nido.

Aurelio (Marta Ezquerra, Adrián Sánchez, Andrea Mayoral, Celia Gil) es una fusión entre serpiente y lagarto que combina diferentes desechos, entre ellos un datáfono en desuso que forma su cabeza.

Magento Rex (Ekaterina Alejandre, Daniel Tomé, Nuria González) está basado en Randall, personaje de Monstruos S. A., creado con envases y madera reciclada, si bien sus autores han optado por esconder los residuos de los que está formado por una capa de malla metálica y papel encolado pintado.

Contaminación

Ignacio II (Marta Calvo, Julia Castillo, Aitana Esteban e Ignacio Martín) aparece como una bestia nacida de la contaminación vertida por el ser humano, y están inspirada en los residuos que se adhieren a los seres vivos y que frecuentemente acaban con su vida por impedir alimentarse con normalidad. Está completamente realizada con materiales reciclados, que aparecen crudos, sin pintar ni procesar.

Yogurín (Julia Álvarez, Sandra Benedí, Óscar Blanch y Lydia Candal) utiliza sirgas, envases de yogur y una llanta de bicicleta para representar la excavación paleontológica de un dino inspirado en el Tastavinsaurio, gran herbívoro hallado en Peñarroya.

Unívory (Soraya Torrejón, Yu Ley, Blanca Vallespí) resulta de una fusión caótica de conceptos y material; de un lado monstruos de la infancia, bestias mitológicas y patrimonio turolense a través de las decoraciones mudéjares de la catedral; y del otro tejidos, telas, botones y otros materiales relacionados con la costura, dando lugar a una abigarrada mezcla.

Baby Antonieta (Irene Cañete, Izarbe Ventura, Laura Úcar, Adriana Tafalla)  combina desechos plásticos, fragmentos de CD’s o tapones de botella, entre otros materiales desechados, en representación de un pavo real con la cola desplegada. Las autoras recuperan la cabeza plástica de una muñeca antigua, para dar a la pieza un aspecto más inquietante.

Por último puede verse también un Estegosaurio azul bicéfalo, creado también con materiales reciclados, y firmado por Leonor Miguel, Aitor Rivas y Dunia López.

El proyecto turolense ligado al trash art -o garbage, como también se denomina-, nació durante el curso 2018-19 y desde entonces sus resultados han podido verse en el Claustro del Museo de Arte Sacro de Teruel y en congresos celebrados en Teruel, Zaragoza, Huesca y Braga (Portugal), además de publicaciones como Arte y Memoria 5  de la Fundación Antonio Gargallo y ANIAV, de la Politécnica de Valencia.