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Un viaje al pasado de Monteagudo del Castillo a través de fotos costumbristas

La exposición se podrá visitar hasta el 22 de agosto en el salón multiusos del Pradico
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Nuria Andrés

Dicen que los grandes proyectos nacen de las ilusiones compartidas, y es cierto. En Monteagudo del Castillo esa ilusión pasaba por dar a conocer las costumbres de antaño, la intrahistoria de la localidad, y se ha conseguido a través de decenas de fotografías aportadas por particulares.

El pasado día 15 de agosto tuvo lugar la inauguración de la exposición de fotografía costumbrista en blanco y negro, que podrá verse durante una semana en el salón multiusos del Pradico de la localidad. 

La exposición tiene como uno de sus objetivos dar a conocer el patrimonio cultural-etnográfico a través de fotos aportadas por colecciones particulares. 

En las mismas aparecen reflejadas las costumbres de antaño, alguna de ellas se han llegado a conservar hasta nuestros días, tal es el caso, de las procesiones, verbenas populares, la tradicional comida de la vaca, o el matapuerco.

Otras reflejan actividades propias de una época, y dan cuenta del importante cambio paisajístico que ofrecía el pueblo. 

Tal es el caso de las eras llenas de cinas, los mulos dando vueltas tirando del trillo, actividades como la siega en la que se muestran herramientas desconocidas como la dalla, el rastro gavillero, el diablo o el garrote de atar.

Tanto la siega como la trilla eran las actividades más duras de esa época, y nos enseñan unas imágenes del pasado que no se deben olvidar. 

El de dulero es un oficio hoy perdido, consistente en la concentración de las vacas y yeguas (dos o tres por vecino) en torno a las Descansaderas, el diario ir y venir a la dehesa (Salobreja).

 Los retratos familiares con las ropas y trajes típicos de antaño en sus diferentes épocas. En unos retratos los mismos personajes aparecen con ricas prendas y juventud, en otros, con prendas más empobrecidas y gastadas acompañan a rostros serios y curtidos. El paso de la guerra dejo su huella en la imagen de  los antepasados. 

No menos importantes son las fotos de escolares con muchos niños y niñas. 

Los paisajes, las calles y plazas, los escolares, los oficios, las tareas, las ropas y trajes son la viva imagen de una época que abarca desde los primeros años del siglo XX aproximadamente hasta los sesenta. 

“Muchos de nosotros, nacidos en los años ochenta como el que suscribe estas líneas, quizá no conozcamos a la gran mayoría de la gente que aparece en dichas fotos, cosa que no ocurre en el caso de los vecinos que han nacido y han vivido buena parte de su infancia y juventud en el pueblo, pero no implica que no hagamos una lectura positiva de todo ello”, comenta Pablo Guillén Capos, uno de los organizadores de la exposición fotográfica de Monteagudo y autor de este texto. 

Esa lectura, añade Guillén, no es otra que conocer con orgullo las raíces del pueblo con independencia del lugar dónde la gente viva ahora o del sitio dónde se hayan criado. 

“Aquel que conoce sus raíces, sabe entender mejor su presente”, afirman los impulsores de la muestra. 

El éxito de la exposición no depende de la mayor o menor participación en la aportación de fotografía por parte de los vecinos de la localidad, dependerá en todo caso, de la lectura y de la enseñanza que hagan todos los que se animen a conocerla. 

La exposición ha sido posible gracias a la aportación vecinal, al trabajo de la Asociación cultural y de festejos populares, de la Agrupación Amigos del Pairón de Monteagudo, Ayuntamiento de Monteagudo del Castillo, y cuenta con el patrocinio del parque cultural del chopo cabecero.

 El objetivo que se pretende con la misma es hacer un museo a cielo abierto, donde se expongan las cinco fotos más representativas de una época, que posteriormente se plasmarán en lonas y se colgarán en muros y fachadas. 

Para ello, se ha nombrado un jurado que se reunirá el próximo día 23 de agosto, y contará con un miembro de la Asociación cultural: Pablo Eliseo Guillén Campos, uno de la Agrupación Amigos del Pairón: Inma Campos Lamata y dos personas independientes: Chabier De Jaime (presidente del Parque Cultural Chopo Cabecero) y Óscar Laínez Puértolas de conocida reputación fotográfica en el pueblo. 

El verdadero logro será que el pasado quedará unido al presente en las fachadas y muros de Monteagudo del Castillo..