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Una mirada histórica al regeneracionismo turolense del siglo XIX Una mirada histórica al regeneracionismo turolense del siglo XIX
Portada de la Cartilla Turolense dedicada al regeneracionismo

Una mirada histórica al regeneracionismo turolense del siglo XIX

DIARIO DE TERUEL obsequia este lunes, 31 de mayo con la Cartilla Turolense firmada por Carlos Forcadell
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Este lunes 31 de mayo DIARIO DE TERUEL obsequiará gratuitamente con su ejemplar un volumen de la Cartilla Turolense editada por el Instituto de Estudios Turolenses titulada El regeneracionismo turolense a finales del siglo XIX, en la que el catedrático de Historia Contemporánea Carlos Forcadell Álvarez analiza este periodo característico de la España a caballo entre el XIX y el XX desde la perspectiva de Teruel.

El término regeneracionismo es clave en ese periodo histórico, con particularidades propias de cada localismo pero con aspectos comunes que recuerda el autor en esta publicación. “La conciencia sobre el atraso económcio, político y cultural de la sociedad española se expresa por muy variadas reflexiones sobre su origen, diagnósticos acerca de las enfermedades del cuerpo social español, remedios y recetas de elaboración habitualmente individual, demoledoras críticas políticas y metafísicas, y a veces angustiosas especulaciones sobre el ser de España entre las vanguardias literarias de lo que se dio en llamar generación del 98”, en opinión de Forcadell.

 

Fotografía del turolense Domingo Gascón

Aunque el diagnóstico es anterior, la pérdida de las últimas colonias españolas, Cuba y Puerto Rico, en 1898, suele darse como punto de inflexión en el proceso. Emergen el nacionalismo vasco y el catalán, cuya principal vinculación con el resto de España, el mercado colonial, acaba de desaparecer, ideologías revolucionarias como el antimilitarismo anarquista, el anticlericalismo o el radicalismo republicano , así como el socialismo que emerge con las organización de los obreros irá siendo cada vez más determinante en la vida cotidiana.

Uno de los elementos clave, según Carlos Forcadell, es la grave onda depresiva que afecta, durante el último cuarto del siglo XIX, a la economía europea. El final del capitalismo europeo trajo la llegada de un mercado mundial de productos agropecuarios que coloca cereal, haina, carne, cuero o acieta a precios inferiores al de los mercados europeos, que hunde el sector agropecuario en el viejo continente. En Aragón la crisis fue especialmente intensa por el número de tierras dedicadas a esta labor, y también lo fue en Teruel pese a que la provincia no estaba, ya entonces, demasiado trabada con el mercado nacional y por tanto dependía menos de él. Lo demuestra el hecho de que Víctor Pruneda, ya en 1866, Teruel había pasado de ser el granero de Valencia a una plaza olvidada e insignificante desde que la construcción del ferrocarril había llegado al Mediterráneo olvidándose por completo de la España interior. Ese, el del ferrocarril, será el tema estrella que junto a otro, la minería, se asienten en el imaginario popular turolense de cara a divulgar y difundir el ideario regeneracionista. Unos temas que no son tan diferentes, o son casi los mismos, que en el Teruel del siglo XXI.

Miscelánea turolense

Carlos Forcadell dedica espacio a los principales intelectuales y regeneracionistas turolenses del momento, pero un capítulo a parte merece Domingo Gascón y su Miscelánea Turolense, publicación periódica -aunque irregular-que a lo largo de diez años publicó 23 números, y que se considera como “la empresa más representativa de este regeneracionsimo provincialista”, según el autor. Gascón distribuirá esta publicación gratuita desde Madrid, pero dirigida al público de Teruel. En ella dio cabida a los principales programas de desarrollo propuestos por el regeneracionismo para las comarcas turolenses, “insistentemente expuestos y defendidos desde un alto grado de realismo -al fin y al cabo los primeros años del siglo XX los verán realizados en gran medida- y, junto con ellos, se dedicó a realizar una tarea de recuperación histórica y artística que, aunque basada en informaciones muy variadas y suelas, acaba por formar un conjunto sistemático”.

El tema del ferrocarril se convertirá en un tema recurrente de la Miscelánea, y Carlos Forcadell narra detalladamente el drama que supone para la provincia, con habituales retrasos, incumplimientos, errores y problemas. De tal importancia era el asunto que en 1885 se fundó en Teruel el periódico El Ferro-Carril, destinado únicamente a dar cuenta de las noticias que tenían que ver con ese medio de locomoción que estaba llamado a vertebrar, unir, y garantizar el futuro del territorio.
 

Imagen de ‘Mesa Revuelta’, que editó desde el Bajo Aragón Eduardo J. Taboada

El Bajo Aragón

También dedica el autor un epígrafe propio a Los vientos regeneracionistas en la Tierra Baja, dado que según Forcadell “los testimonios coinciden en sañalar que el Bajo Aragó sufre los efectos de la crisis finisecular con particular intensidad, posiblemente por ser una comarca más vinculada y relacionada con el mercado catalán, con una agricultura más comercializada y más poblada que las tierras altas del interior de la provincia”. Pese a que en el Bajo Aragón se abrió en 1895 el ferrocarril de La Puebla y Alcañiz quedó bien comunicado con la línea Zaragoza-Barcelona y el conjunto de la red nacional, la atonía económica y los problemas agrícolas provoquen una situación incluso más pesimista que la que Gascón prevé para la capital turolense. Alcañiz fue entonces hervidero de periódicos y publicaciones para difundir el ideario regeneracionista, y uno de los nombres clave en la zona es el de Eduardo Jesús Taboada, con su Mesa Revuelta. A diferencia de su colega Gascón, Forcadell hace notar en la Cartilla Turolense que Taboada confiaba poco en el efecto milagroso del ferrocarril y el resto de infraestructuras viarias, y profundizó más en la estructura económica y la necesidad de su transformación: “hacen falta modernas industrias para explotar el suelo, rico como ninguno, confiado a personas ignorantes, sin capital ni crédito”, escribió. Otro prototipo del regeneracionismo turolense al que alude en profundidad el historiador Carlos Forcadell es Santiago Vidiella, nacido en Calaceite y patrocinador de otro medio de comunicación, El Boletín.

 

Para cerrar su obra, Forcadell incluye una cronología con los principales hechos historicos con repercusión en la provincia entre 1881 y 1912, además de una bibliografía para profundizar en el periodo, tanto de textos y documentos originales de la época como de trabajos e investigaciones realizadas sobre la misma.

Carlos Forcadell

Carlos Forcadell es catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad de Zaragoza desde 1990, Cronista Oficial de la ciudad del Ebro y director de la Institución Fernando el Católico desde 2007. Pese a nacer en Zaragoza en 1946, sus lazos con Teruel son importantes, a través de su ascendencia paterna, en San Blas, y de haber pasado la infancia y la adolescencia en el barrio de El Carburo. Es uno de los más reputados investigadores sobre los movimientos obreros y sociales en Aragón.