Una treintena de artistas internacionales llenan el paseo fluvial del río Alcalá de ‘Sentido’

La senda fluvial que discurre junto al río Alcalá entre los núcleos de La Virgen de la Vega y Alcalá de la Selva se ha convertido, desde el sábado por la noche, en un museo bajo el sol y las estrellas después de que se descubrieran los trabajos desarrollados durante una semana por una treintena de artistas que, bajo el tema Sentido, han aportado su particular concepción del arte a través de los propios objetos encontrados en la naturaleza.

Todo eso y mucho más ha sido la octava edición del festival Landares, que ha logrado una cifra récord de participación y que ha ofrecido, además, charlas con los artistas durante toda la semana, música experimental y que va a recoger el recorrido de las obras en una ruta grabada en la aplicación para teléfonos móviles Wikiloc, recopilando la ubicación de cada una de las intervenciones y detallando el proceso creativo de cada una de ellas.
 

Este año, el trayecto alrededor del que los artistas invitados han compuesto sus creaciones se ha democratizado, apostando por un recorrido más sencillo y accesible para un mayor número de personas. “Este año queríamos hacerlo más accesible y fomentar que viniese más la gente del pueblo también”, reconoció Joseán Vilar, miembro de la organización. A lo largo de ese tramo, los participantes trabajaron a lo largo de la semana pasada “haciendo obras, instalaciones artísticas a lo largo de la senda fluvial con esta filosofía del festival, que es aprovechar el material encontrado para darle un sentido y comunicar las historias que cada artista ha querido contar sobre el tema general de esta edición, que era el tema era Sentido”, añadió.
 

Sentido

El tema sobre el que ha orbitado esta edición de Landares ha sido el Sentido. “En general, elegimos temas que sean muy abiertos porque lo interesante es dar posibilidades de interpretación de cada tema. Entonces, Sentido nos parecía sugerente para este lugar porque es un espacio lineal, así como otros años hemos trabajado en áreas en las que al final hemos tenido que crear el trazado que uniese las piezas entre sí, aquí no porque el trazado ya viene hecho porque es una senda que comunica dos puntos de ida y vuelta. Entonces el sentido se podía acoger como la idea de que cuando tú recorres una línea la recorres en un sentido y luego la recorres en el otro sentido o solo en un sentido y en el otro no. Esto era como un punto de partida, pero luego el sentido tiene que ver también con el sentir, con la emoción, con el alma de la persona y también tiene con una parte física de los sentidos, después de la vista, el oído, el tacto, etc. Todo esto daba una gran amplitud de posibilidades para que los artistas pudieran trabajar sin que fuese demasiado constreñido el concepto”, señaló la organización, que no dudó en calificar la edición de 2024 del festivo como “una de las mejores, sin duda, porque el grupo era muy potente”.
 

Trabajos

Durante toda la semana pasada, los artistas participantes han estado enfrascados en la producción de sus trabajos. Incluso alguno ha realizado más de una obra. “Hay gente que ha trabajado con piedras, otra ha trabajado con hojas, con ramas, con palos, con cortezas, con vertidos de yeso dentro de troncos vacíos. Había una variedad muy grande de intervenciones y de estilos artísticos, que es justamente lo interesante porque, claro, ser 30 artistas, pues cada uno tiene como un acercamiento diferente al arte. Al final, es una propuesta muy rica”, explicó el organizador.
 

Aunque durante la tarde del sábado lo artistas estuvieron junto a sus obras para compartir con los asistentes el mensaje o detalles sobre el proceso creativo de su trabajo, a lo largo de toda la semana a se sucedieron charlas en las que los creadores trascendieron de la propia creación del festival para hablar del conjunto de su obra.

Durante el recorrido del sábado en el que se descubrieron los trabajos, además de la presencia de los autores junto a sus obras principales el paseo fluvial estuvo animado por la performance del grupo de música experimental Diàleg Obert.

Ahora, cada una de las intervenciones está señalizada de forma discreta para que los visitantes que recorran la senda fluvial tengan que localizarlas y, así, entenderlas mejor e “invita a que los paseantes vayan recorriendo esto, que normalmente lo hacen como un simple paseo,hacerlo más atentos porque tienes que ir descubriendo las obras de arte a lo largo del paseo.No está indicado como aquí es otra obra de arte, sino que es más como que se invita a explorar, a ir buscando y de esta manera que la gente vaya con una actitud diferente, que no es simplemente pasear y ya está”, dijo Vilar.
 

Los trabajos están todos realizados empleando los materiales que los artistas pudieron encontrar por la zona. Hay obras de diferentes tamaños y formatos, incluso hay algunas con un marcado perfil efímero. Joseán Vilar describía algunas de las obras destacando que

“hay cosas tan delicadas como hojas de árbol recortadas en forma de letra escribiendo una frase que flota por encima de la lámina de agua del río. Otra obra es como un árbol descompuesto en sus diferentes fases, las hojas colgadas haciendo como una guirnalda, con las ramas colocadas en otra guirnalda, como una deconstrucción, de un chopo. Otra es un homenaje a un chopo cabecero y en un tocón que se había cortado de un árbol que quedaba en el suelo a la altura de las rodillas, el artista ha cogido todas las ramas de la poda de ese mismo árbol que quedaban por el suelo y las ha clavado en ese mismo tronco que tenía la madera tan podrida que se podían clavar las ramas y se ha transformado como un chopo cabecero... imaginario. Otro (artista) ha trabajado con piedra y ha hecho un círculo de gran tamaño en una ladera, mientras que otro ha colocado simplemente unas hierbas como unas láminas vegetales sobre el río, de manera que funcionan un poco como una brújula, señalando todas en la misma dirección, que es la dirección de la corriente”.