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Alberto Gracia, jugador del Andorra CF: “Llevo conmigo a todo un pueblo que me enseñó que, aunque vengas de una tierra pequeña, puedes llegar muy lejos” Alberto Gracia, jugador del Andorra CF: “Llevo conmigo a todo un pueblo que me enseñó que, aunque vengas de una tierra pequeña, puedes llegar muy lejos”
El jugador del Andorra CF representante de Aragón, Alberto Gracia

Alberto Gracia, jugador del Andorra CF: “Llevo conmigo a todo un pueblo que me enseñó que, aunque vengas de una tierra pequeña, puedes llegar muy lejos”

El futbolista representará a Teruel en la Copa Regiones UEFA que se estrenará este mismo lunes

Tras su paso por clubes como la U.D. Balsas Picarral, la S.D. Huesca y la A.D. Sabiñánigo, Alberto Gracia ha regresado a casa, al Andorra CF, para defender con orgullo el escudo de su pueblo. Ahora, con tan solo 22 años, se prepara para vivir una experiencia inolvidable: representar a Aragón en la Copa Regiones UEFA, que se celebrará en San Marino del 23 de junio al 1 de julio de 2025 y en el que el combinado aragonés se estrenará hoy mismo ante el conjunto checo. Esta convocatoria no solo es un reconocimiento a su talento y esfuerzo, sino también una oportunidad para hacer historia junto a la selección aragonesa, que sueña con conquistar por primera vez este prestigioso torneo que premia al fútbol amateur de selecciones autonómicas europeas. El seleccionador Richi Civera ha confiado en Alberto, incluyéndolo entre los 20 futbolistas elegidos y convirtiéndolo en el único representante nacido en Teruel en esta cita continental.

-¿Cómo se enteró de que estaba en la lista definitiva y qué sintió en ese momento?

-Me enteré a través de un comunicado oficial de la Federación. Lo vi publicado y, al principio, tuve que leerlo dos veces para creerlo. Sentí que ese momento no me pertenecía solo a mí, sino que lo compartía con toda mi gente: con quienes han estado, con quienes siguen a mi lado y con aquellos que, de alguna forma, aún me acompañan desde donde estén. Fue un instante lleno de sorpresa, emoción y una gratitud inmensa.

-El fútbol de selecciones autonómicas tiene un estilo muy distinto al de club. ¿Cómo se adapta uno al sistema de juego del seleccionador en tan poco tiempo?

-Mentiría si dijera que ha sido fácil. Pero cuando hay ambición, ilusión y ganas, todo se hace mucho más sencillo. Y más aún con un grupo humano tan increíble como el que se ha formado. El cuerpo técnico ha sabido transmitir con claridad su idea de juego, y el equipo ha respondido con compromiso total. Todos remamos en la misma dirección.

-Muchos futbolistas sueñan con representar a su tierra. ¿Imaginó alguna vez que vestiría la camiseta de Aragón en una competición internacional?

-Sinceramente, cuando eres pequeño y comienzas a jugar al fútbol en tu pueblo, sueñas con muchas cosas, pero representar a tu tierra en una competición internacional suena tan grande y lejano que parece casi irreal. Vestir la camiseta de Aragón es un honor, una responsabilidad y, sobre todo, un privilegio que no todos tienen la suerte de vivir.

-A veces se dice que en Teruel hay que demostrar el doble. ¿Lo ha sentido, así como futbolista?

-Sí, lo he sentido, especialmente cuando eres más pequeño y juegas en las categorías base de la zona. Aquí parece que tienes que hacer el doble para que te presten la mitad de atención. Pero nunca lo tomé como algo negativo; al contrario, me motivó a luchar más, a esforzarme al máximo y a valorar cada paso con orgullo, sabiendo que cuando te dan una oportunidad así, nadie te la ha regalado.

-¿Qué le han transmitido desde el Andorra CF? Seguramente también lo viven con orgullo.

-Desde el primer momento han estado conmigo mostrándome su apoyo incondicional. En el Andorra CF somos una familia, y esta convocatoria es cosa de todos, desde todos mis compañeros y amigos, técnicos, directivos y afición. Es un premio también al buen trabajo que hacemos en el día a día como club. Representar al Andorra CF, en una competición internacional no es una medalla o una meta, es un homenaje a todo lo que me ha formado, tanto en lo personal como en lo futbolístico. Es la prueba de que desde un rincón pequeño también se puede soñar en grande, llevando siempre por delante los valores de una tierra humilde y luchadora. Y eso, créanme, tiene un valor incalculable.

-¿Qué papel le ha tocado dentro del grupo? ¿Cómo se define como jugador y qué espera aportar a la selección aragonesa?

-Soy de los que siempre intenta sumar, esté donde esté, dentro o fuera del campo. Me gusta trabajar en silencio, con honestidad, y sobre todo, poner el alma en cada balón. Nunca bajo los brazos, sin importar las circunstancias. Eso es lo que quiero aportar a la selección: compromiso, trabajo, humildad y, por encima de todo, corazón.

-¿Qué saben del nivel de las selecciones rivales? ¿Se ha trabajado algún análisis táctico?

-Sabemos que habrá mucho nivel, eso está claro. Esta es una fase final europea, y aquí nadie va a regalar nada. El análisis ha sido trabajo del cuerpo técnico, mientras que nosotros nos hemos centrado en lo realmente importante: por qué estamos aquí y a qué hemos venido. 

-¿Cómo es el ambiente dentro del vestuario de la selección aragonesa?

-El ambiente en el vestuario es muy bueno, y sin duda será una de nuestras claves. Hay respeto, compañerismo y mucha ilusión. Mantenemos los pies en la tierra, pero soñamos a lo grande, y nuestro único objetivo es uno: hacernos campeones de Europa.

-Cuando piensa en todo el camino que le ha llevado hasta aquí, ¿qué le pasa por la cabeza? ¿Siente que este viaje a San Marino es una recompensa a todo ese esfuerzo?

-Cuando echo la vista atrás, me doy cuenta de lo realmente complicado que ha sido el camino. No solo pienso en los partidos bonitos o en los días de victoria; también se me vienen a la cabeza los entrenamientos bajo la lluvia, el barro, el granizo, el viento, las lesiones, las semanas sin jugar, las dudas, esos días en los que costaba encontrar las ganas, los momentos en los que te preguntas si todo el esfuerzo que estás haciendo realmente merece la pena. Esta oportunidad no la vivo como un gran premio de golpe, sino como la consecuencia de muchas pequeñas decisiones tomadas con el corazón, de no rendirme cuando tenía razones para hacerlo, de seguir creyendo incluso cuando no todo salía bien. Este viaje no borra el esfuerzo, pero sí lo llena de sentido. Y me emociona pensar en toda la gente que ha estado ahí sin hacer ruido: mi familia, mis amigos, mis compañeros, incluso entrenadores que me exigieron más cuando no entendía por qué. Todos ellos han dejado huella en el jugador y en la persona que soy hoy. 

-¿Qué lugar ocupa su pueblo, su gente o su club en este logro? ¿Siente que lleva algo de ellos a San Marino?

-Para mí, este logro no se entiende sin mi pueblo, sin mi gente y sin el Andorra CF. No son simples acompañantes en este camino, sino el motor que me ha impulsado desde el primer día, no solo en lo deportivo, sino también en lo personal. Cuando pienso en San Marino y en todo lo que representa esta cita, es como si todos ellos vinieran conmigo, porque cada paso que he dado hasta aquí ha estado marcado por su apoyo, su cariño y su fe en mí, incluso cuando yo dudaba de mí mismo. Mi pueblo es mi raíz, es donde aprendí a caer y a levantarme. Y eso se nota cuando sales al campo: se refleja en cómo te entregas, en cómo sientes cada jugada y en cómo respetas el escudo que llevas en el pecho. Cuando dé mi primer paso en San Marino, lo haré con la cabeza bien alta, sabiendo que no estoy solo, que llevo conmigo a todo un pueblo que me enseñó que, aunque vengas de una tierra pequeña, puedes llegar muy lejos si crees en ti y te rodeas de buena gente. Y eso, para mí, vale más que cualquier título.

-¿Hay alguien a quien le quiera dedicar especialmente esta convocatoria?

-Esta convocatoria va dedicada a muchas personas que han estado a mi lado en este camino. A mi familia, que ha sido mi pilar desde el primer día. A mis padres y mi hermana, que me han acompañado en cada paso, y a mis amigos de siempre, que han celebrado mis alegrías como propias. También al Andorra CF, mi segunda familia. Pero si tengo que hacer una mención especial, es para mi abuela Lola. La despedimos el día de mi último cumpleaños y, desde entonces, la siento más cerca que nunca. Estoy convencido de que ella ha tenido algo que ver con todo esto, que, desde donde esté, ha empujado para que esta oportunidad llegara. Esta convocatoria, este sueño hecho realidad, también es suyo. Y sé que, de alguna forma, lo estará viviendo conmigo. Así que va por ella, con todo mi corazón.

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