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Andorra y Épila firman tregua y un empate útil para ambos en La Huerta (0-0) Andorra y Épila firman tregua y un empate útil para ambos en La Huerta (0-0)
Ambos equipos luchan por un esférico rebelde en la frontal del área del Épila. Andorra CF

Andorra y Épila firman tregua y un empate útil para ambos en La Huerta (0-0)

Intenso, parejo y sin goles, el duelo refleja la igualdad entre el conjunto minero y el zaragozano

Tras un fin de semana de descanso en Tercera Federación, el Andorra y el Épila volvían al terreno de juego. En pleno día festivo, este sábado a media mañana en La Huerta, ambos equipos se reencontraron con la competición para luchar por los tres puntos correspondientes a la jornada 13 de la Tercera Federación aragonesa. El Andorra llegaba a la cita reforzado por su reciente victoria en casa frente al Belchite, un triunfo que había devuelto buenas sensaciones al vestuario minero.

Y el Épila, por su parte, aterrizaba en el choque después de un empate a domicilio ante el Utrillas, un resultado que le permitió mantener cierta estabilidad en la clasificación. Ambos conjuntos afrontaban el duelo situados en la zona media de la tabla, separados únicamente por un punto: el Épila se presentaba ligeramente por encima del Andorra, lo que añadía un componente extra de interés a un partido clave para seguir escalando posiciones. Con este contexto, el enfrentamiento se convertía en una oportunidad para medir fuerzas, afianzar dinámicas y no perder el ritmo competitivo tras la pausa liguera.

El partido arrancó con un Épila muy intenso y un Andorra que, durante los primeros compases, apenas conseguía superar la línea del centro del campo. Los mineros se veían obligados a replegarse y esperar su momento, hasta que finalmente llegó la primera acción prometedora. Paulo logró romper líneas y avanzar con metros por delante, encarando una posible ocasión clara. Sin embargo, en su intento por seguir conduciendo el balón, terminó chocando con el guardameta local, una acción que frustró la oportunidad y dejó la jugada en nada. Aun así, la llegada sirvió para que el Andorra empezara a liberar tensión y asentarse poco a poco.

El partido se mantenía muy equilibrado, con fases de dominio alterno: por momentos era el Épila quien llevaba la iniciativa y, en otros, era el Andorra quien se hacía con el control del juego. En el minuto 26 llegó la primera tarjeta amarilla del encuentro, mostrada al conjunto zaragozano y señalada a Marín. Poco después, el propio Épila dispuso de una de sus primeras ocasiones claras de gol, aunque la acción quedó invalidada por fuera de juego antes de que pudiera generar mayor peligro.

Lesión de Lou

En el minuto 36 llegó el susto para los andorranos, cuando Lou tuvo que retirarse lesionado. En su lugar entró Pardillos para completar el once. El primer tiempo se cerró con dos amonestaciones más, una para cada conjunto. En el minuto 37 vio la tarjeta Acirón, del Épila, y apenas dos minutos después, en el 39, el colegiado mostró amarilla a Monta; máximo respeto y prudencia de ambos en los minutos anteriores al descanso.

Y reanudado el encuentro, el Épila introdujo cambios: Ariño se quedó en el vestuario y Casero ocupó su lugar. Pero el guion del partido apenas variaba, con fases de dominio repartidas entre ambos conjuntos. Aun así, el Andorra comenzaba a mostrarse algo más cómodo y lograba encadenar sus mejores minutos del choque. Mucho partido, pero pocas ocasiones claras para ambos conjuntos. Y, eso sí, la primera amarilla de la segunda mitad llegó en el minuto 59 y fue para Pardillos.

Más cambios, pocas llegadas

Así que, siguiendo su dinámica habitual, llegado el minuto 60, Gil comenzó a mover el banquillo. Mishu salió y entró Taboada, Paulo fue sustituido por Adán y Monta por Villalba. Poco después, el Épila también realizó un cambio: Valdés salió y entró Sanz. Pero el partido continuaba con la misma dinámica, sin acercamientos en ninguna portería y con las defensas superando a los ataques; por lo que los entrenadores siguieron haciendo ajustes con sus últimas ventanas de cambios. Cerca del minuto 80, Gil dio entrada a Torrollo por Juárez, mientras que el Épila movió varias piezas: Lobo salió y entró Roche, López salió y entró Bombín, y Marín salió y entró Oyarzábal.

Pero el partido no ofrecía novedades, el 0-0 se intuía inevitable y los jugadores eran conscientes de ello. En ese contexto llegaron las últimas tarjetas del encuentro, ambas para el Épila: la primera para Oyarzábal, recién incorporado al campo, y la segunda para Gonzalvo. También la última ocasión clara de acercarse a portería corrió a cargo del Épila, pero no logró transformar la oportunidad en gol. Así, el partido terminó tal como había comenzado, con un empate 0-0 que reflejaba la igualdad y la intensidad de los noventa minutos.

Dominio repartido y pocas ocasiones claras en un choque que mantiene la igualdad en la zona media de la tabla, lo que sirve a ambos conjuntos para seguir consolidando sensaciones de cara a las siguientes jornadas. La próxima semana, el Épila se desplazará a Belchite, mientras que el Andorra buscará los tres puntos en casa frente al compicado La Almunia.
 

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