El CV culmina una semana convulsa con un triunfo balsámico ante Arenal Emevé (3-2)
Minuto de silencio antes del partido en solidaridad con Ucrania
EL CV Teruel venció al Arenal Emevé este sábado en Los Planos después de una convulsa semana tras la eliminación en cuartos en la Copa del Rey y de acumular tres derrotas consecutivas en la competición liguera. Los turolenses se impusieron en el desempate a los gallegos por 3-2 (25-21, 23-25, 25-22, 20-25 y 15-11)
El primer set arrancó con ventaja visitante y Villena en el banquillo naranja. Los ataques de Petty y Ereú permitieron compensar los puntos de Bruschini, Alves y Bouza para mantener un empate técnico hasta entrar en los veintes, cuando el conjunto de Miguel Rivera, tras un ace del capitán Ereú, se cobró una ventaja que a esas alturas del set resultó letal para los gallegos.
En el segundo Arenal comenzó de nuevo mandando en el marcador y aunque Monteagudo logró la igualada, Emevé no tardó en adelantarse de nuevo para que, a pesar de os esfuerzos del conjunto naranja en la recta final de la manga, el segundo juego cayera del lado visitante.
El tercero
Teruel se anotó el tercero (2-1) después de que la manga hubiera transcurrido igualada hasta el tramo final, cuando los de Rivera supieron poner una marcha más y buscar los límites del cerrado sistema defensivo de Taboada, que si bien levantó un sinfín de ataques naranjas no pudo contener el empuje de los locales, que terminaron cerrando el juego por 25-22.
Arenal provocó el desempate después de un nuevo set igualado en el que los tanteos se mantuvieron parejos hasta el ecuador de la manga. Después, las combinaciones de Loeches y Alves desmontaron a los aragoneses que no pudieron evitar el tie break cayendo en el cuarto parcial por 20-25.
Si los cuatro primeros estuvieron marcados por la igualdad, el quinto fue un tsunami naranja. Los hombres de Miguel Rivera sacaron su mejor versión para espantar a sus fantasmas y devolver a Los Planos el sabor de la victoria venciendo el desempate por 15-11
Antes del partido se guardó un minuto de silencio como condena a la invasión rusa de Ucrania
